La reciente reacción del gobierno ecuatoriano frente al escándalo INAPAPERS no podía ser peor. En lugar de aclarar y transparentar el tema, los voceros del gobierno, para distraer la atención de las aún timoratas investigaciones oficiales, posicionan una monumental mentira, acusando a WikiLeaks de haber ha filtrado comunicaciones e imágenes del círculo familiar del presidente Moreno.

Ni un solo documento referente a INAPAPERS, o la familia del presidente, ha sido nunca filtrado, ni publicado por WikiLeaks, menos aún por Julián Assange, quien desde hace más de medio año no es su editor y quien lleva un año aislado bajo un régimen cuasi carcelario por el gobierno del Ecuador.

A pesar de tratarse de una acusación descabellada, la farsa ha llegado al extremo de que la Asamblea Nacional ecuatoriana ha emitido una resolución para investigar a Julián y que envalentona al gobierno a tomar medidas para “precautelar los intereses nacionales”. En pocas palabras, el gobierno busca un pretexto falso para terminar con el asilo y protección a Julián Assange.

Una Asamblea que emite una resolución basada en una mentira, con parlamentarios mintiendo a boca llena, constituye todo un fraude social, digno de una comedia sino fuera algo deprimente a la vez. Un escenario tan surreal como el que vive mi país, no fuese posible sin la vergonzosa complicidad de la prensa. Los políticos están acostumbrados a mentir sin rubor, pero es el deber de la prensa cuestionarlos para proteger nuestro derecho a recibir información veraz.

¿No se suponía que en el Ecuador actual estaríamos recuperando la “libertad de expresión”? Los diarios publican reportes y artículos de opinión basados en una premisa falsa, sin el menor rigor periodístico, y uno tras otro los voceros del gobierno desfilan por sets de televisión y cabinas de radio, repitiendo la misma colosal mentira, sin que sus “entrevistadores” siquiera se inmuten.

Desde el vicepresidente de la República (paradójicamente comunicador): “Lo que ha hecho WikiLeaks… al publicar fotografías de la intimidad del presidente y su familia, es un hecho deleznable, repudiable, canallesco…”[1], hasta el Ministro de Relaciones Exteriores: “Es absolutamente indignante, reprochable, pinta al señor Assange de cuerpo entero… ciertamente vamos a actuar. No vamos a permitir que use su portal para interferir en canales de comunicación privados del Jefe de Estado de los ecuatorianos… está mordiendo la mano de quien le da de comer”[2]

Bien podría pensarse que tan altas autoridades quizás no disponen de tiempo para, por sí mismas, usar una herramienta de búsqueda en internet, conocidísima, llamada “Google”, para encontrar ese archi famoso portal https://wikileaks.org/, y confirmar lo que dicen con tanto desparpajo. Me pregunto: ¿y sus asesores?; ¿y los periodistas?, ¿tampoco conocen Google?; ¿muy ocupados para usarlo? o ¿demasiado ineptos?

Ni lo uno, ni lo otro. El fraude social en el gobierno de Lenín Moreno no es resultado de la mediocridad o la ineptitud, solamente, aunque así lo parezca. Culpar cobardemente a WikiLeaks sobre las filtraciones de INAPAPERS, es una deliberada y gobbeliana estrategia que le permite al gobierno cumplir simultáneamente con varios propósitos urgentes:

  1. Distraer la atención de lo esencial del escándalo INAPAPERS (desde una cuenta offshore, abierta por un hermano del presidente Moreno, sus amigos íntimos, lobistas de contratos con el Estado, habrían pagado muebles e inmuebles para uso de la familia presidencial), victimizando al presidente Moreno y encontrando un “chivo expiatorio” en un refugiado político que no puede defenderse.
  2. Fabricar un pretexto para justificar la entrega de Julián Assange, tratando de reducir el costo político internacional de lo que sería una rendición vergonzosa del Ecuador.
  3. Casa adentro, desmejorar la imagen de Julián al punto de que la terminación del asilo tenga poca resistencia en la opinión pública y sea vista como una medida “firme” para “precautelar los intereses nacionales”.
  4. Casa afuera, ceder a la presión de los EE.UU. por la cabeza de Julián, en concordancia con la nueva y genuflexa política exterior del Ecuador, que ha llegado al humillante extremo de permitir que el Departamento de Justicia norteamericano interrogue a diplomáticos y funcionarios ecuatorianos, sobre un asilado político supuestamente protegido por nuestro país.
  5. Continuar con la obsesiva destrucción de cualquier legado del presidente Correa, inclusive tratándose de un tema de derechos humanos.

Una muestra elocuente de este kafkiano escenario de cinismo gubernamental y prensa pasiva (¿cómplice?), es la entrevista que CNN español le hiciera al Secretario de Comunicación y mano derecha de Lenín Moreno, Andrés Michelena, el 28 de marzo 2019[3]. Una entrevista hecha por el muy respetable periodista Fernando Del Rincón, en su programa Conclusiones, que debería ser pieza de análisis para quienes deseen estudiar el noble oficio del periodismo.

Sobre Michelena no amerita gastar mayor comentario. Él es con mérito el peor funcionario del gobierno, capaz de eructar un desvarío tan ridículo como que INAPAPERS sería un ataque coordinado entre Julián Assange, Rafael Correa y el presidente Nicolás Maduro. ¡Solo le faltó Satanás! Alguien capaz de creer semejante fantasía, no merece ser tomado en serio. Michelena sabe que lo que dice es un disparate, pero eso a él no le importa.

El escrutinio es más bien para CNN español y Fernando Del Rincón, quien, a diferencia de Michelena, si tiene una reputación y un prestigio que cuidar.

En su introducción al programa, Fernando Del Rincón dice:

 “… Vamos a hablar de filtraciones de WikiLeaks, nuevas filtraciones de WikiLeaks, esta vez en contra del presidente Moreno… Vamos a utilizar la etiqueta #concluWIKIMORENO, por el presidente Lenín Moreno y por el portal WikiLeaks. Este portal, en una medida directa contra el presidente Lenín Moreno, filtró una serie de cables, donde supuestamente habría información que acusa al mandatario de intentar “vender”, escuche: “vender” a Estados Unidos la custodia de Julián Assange, el fundador de WikiLeaks, a cambio de una reducción de la deuda externa del país. No solo eso, lo señala también por otras muchas cosas más, de acuerdo a esta filtración, ya lo vamos a estar hablando más adelante…”.

Inconscientemente, el periodista estrella de CNN español está desinformando a su audiencia de cientos de miles de personas, puesto que, al igual que la Asamblea Nacional ecuatoriana, analizará algo que ¡no existe!: una filtración de WikiLeaks en contra del presidente Moreno.

Más adelante dice:

“Assange lleva 7 años en la embajada ecuatoriana en Londres para evitar un posible arresto y extradición a Suecia, en una investigación de una acusación de violación, un cargo que Assange niega…”.

Incorrecto. La investigación sueca se cerró hace dos años, en el 2017, por falta de méritos. Assange no llegó a ser acusado en Suecia, es decir, nunca tuvo cargos. Assange quiere evitar una extradición a Estados Unidos, por una investigación de un Gran Jurado, por haber publicado crímenes de guerra.

El periodista Del Rincón luego da paso a su colega Kay Guerrero, no sin antes reiterar:

“… hay datos muy interesantes en torno a esta filtración, que vamos a estar analizando, repasando y conociendo a fondo… porque la filtración es muy amplia…”.

Kay Guerrero dice:

“… El gobierno de Ecuador ya ha rechazado enérgicamente la información publicada por el portal WikiLeaks, que sugiere que el presidente Lenín Moreno intentó entregar a Julián Assange al gobierno de Estados Unidos a cambio de una reducción de la deuda ecuatoriana…”.

Falso. El portal WikiLeaks no ha hecho esa acusación. WikiLeaks ha señalado que un artículo del New York Times, nada menos, hace esa aseveración. La propia reportera de CNN lo menciona cuando dice: “Pero hay que recordar que esta no es la primera mención sobre este caso. En diciembre del 2018 el diario New York Times señaló que Paul Manafort… en una visita a Ecuador habría discutido con Lenín Moreno la entrega de Julián Assange a Estados Unidos a cambio de ciertas concesiones… En ese momento, un portavoz de Manafort le dijo a CNN que el encuentro sí se llevó a cabo y que el presidente Moreno habría expresado su interés de retirar a Assange de la embajada del Ecuador en Londres…”.

Kay Guerrero continúa:

“Pero esta no es la única acusación de WikiLeaks. El portal también ha publicado una serie de documentos, según los cuales el presidente habría incurrido en actos de corrupción, mediante el uso de empresas fantasmas, actos en lo también estaría involucrado uno de los hermanos del mandatario y también por la supuesta compra irregular de bienes de lujo…”.

Otra aseveración falsa, pues, como se ha dicho, WikiLeaks no ha acusado al presidente Moreno de nada. La publicación a la que Kay Guerrero hace referencia es del portal Inapapers.org, que nada tiene que ver, en absoluto, con WikiLeaks.

Kay Guerrero termina su intervención con la pregunta:

“¿Hasta cuándo seguirá Julián Assange en la embajada del Ecuador en Londres? Y si se queda, ¿por qué?”.

La misma pregunta con la que termina Fernando Del Rincón su entrevista sobre una premisa falsa, eso sí, dejando clara su posición cuando, refiriéndose a Julián Assange, sugiere:

“¿No lo van a sacar? digo, Andrés: ¿qué le ha traído Julián Assange al gobierno de Lenín Moreno sino dolores de cabeza? Yo no estoy diciendo que se haga ilegalmente, pero me imagino que todo el interés del gobierno del presidente Moreno, hoy por hoy, después de esto, es terminar con el asilo de Assange, ¿no?”.

Uno podría decir que, al igual que las altas autoridades ecuatorianas, un periodista de la talla de Del Rincón tampoco tiene tiempo para investigar por sí mismo y debe confiar en el muy profesional equipo de CNN que le provee el material para sus entrevistas; sin embargo, Fernando Del Rincón confiesa que él mismo ha revisado la información, cuando dice: 

“… tuve la oportunidad, claro, tenía que hacer el trabajo y la tarea, tú me conoces Andrés, revisé esto y es cierto lo que dices…”.

En esta ocasión, Fernando Del Rincón, nada menos (pasa en las mejores familias), reprobaría esa tarea así sea en un curso de periodismo para aficionados, porque de entrada no aplicó la regla más elemental del periodismo: verificar la fuente.

Entiendo que los grandes medios comerciales en Ecuador tienen una agenda política concreta que, con frecuencia, prevalece sobre su rigor periodístico. Pero, ¿la tiene también Del Rincón? Ningún otro medio serio a nivel internacional se ha hecho eco de una ridícula mentira que solo se vende en el Ecuador.

La perversa combinación de una prensa cómplice con intereses políticos puede traer consecuencias fatales. Hitler en 1939 montó una farsa para tener el pretexto de invadir Polonia y desatar una guerra mundial. En el 2003, Bush, Blair y Aznar emprendieron otra guerra criminal, basados en una mentira sobre armas de destrucción masiva iraquíes que nunca existieron. Las peores repercusiones de reportar inexistentes filtraciones de WikiLeaks, en este caso, en plena era del internet, no son para la credibilidad de Del Rincón frente a su audiencia, que él ya sabrá reparar; o para la escasa imagen del gobierno ecuatoriano, que cae en picada. Tampoco hay mayores consecuencias para la reputación de WikiLeaks que, a diferencia de CNN, ostenta todavía un récord perfecto y nunca ha tenido que retractarse de una publicación.

La consecuencia fatal de esta farsa bien podría ser la terminación del asilo de un periodista, refugiado político, imposibilitado de defenderse, sobre quien las Naciones Unidas han sentenciado que se encuentra en detención arbitraria y cuya extradición y enjuiciamiento en Estados Unidos sentaría un nefasto precedente para el periodismo a nivel mundial, como lo advierten las más prestigiosas organizaciones de prensa libre y de derechos humanos.  

Tristemente, nada de eso es importante para la discusión, cuando desde Del Rincón de la prensa, por voluntad o por omisión, los periodistas se convierten en cómplices del poder.


[1] ECUAVISA (28-03) Vicepresidente rechazó difusión de fotografías

[2] Dr. José Valencia 27/03/2019 (EN BUSCA DE SALIDAS PARA VENEZUELA) Radio Vision

[3] Lenín Moreno: ¿entre Assange y la pared? WikiLeaks lo acusa de intentar entregar a su fundador

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