Por Pedro Pierre
Entre los acontecimientos que ocurren, unos son más importantes que otros por diversas razones: Nos llaman más la atención o marcan un cambio significativo o son novedades que nos desafían… También muchos acontecimientos importantes pasan desapercibidos. Tenemos que aprender a discernir los que nos ayudan a entender lo que está pasando y entrar en la dinámica de la historia, si no, corremos el riego de vivir son sentido y sin incidencia sobre los que ocurre y nos ocurre. Se trata de reconocer los desafíos que exigen alternativas y atreverse a soñar y a luchar.
DESAFÍOS QUE EXIGEN ALTERNATIVAS
Tenemos que reconocer que estamos en una crisis profunda que toca todos los aspectos de nuestra vida, no sólo lo personal, sino también lo familiar, lo profesional, lo social y lo religioso. Esta crisis es profunda porque no hay soluciones preestablecidas. Anteriormente se enfrentaba el tema de la familia, por ejemplo, luego del trabajo, después era al nivel social, o en lo religioso. Ahora la crisis lo desestabiliza todo. La solución tenemos que encontrarla juntos, buscando entender las causas, las dificultades, los valores que perduran… para encontrar nuevos caminos y salidas creativas y colectivas. ¿Dónde están surgiendo novedades, a través de qué grupos sociales, mediante qué espiritualidad? Nos toca ahora buscar, mirar, reconocer lo que tiene futuro y avanzar esperanzados, porque el pasado ya pasó y la historia no da marcha atrás.
¿Qué dice la Universidad, por ejemplo? La mayoría de la Universidades bien poco aportan a una reflexión sobre la crisis de sociedad a la que nos enfrentamos. Esta crisis no es sólo una crisis cultural, es una crisis económica que lleva la mayoría de la población al desempleo, al robo y al hambre. Es una crisis política que se manifiesta en la ideología fascista de los gobiernos. Es una crisis social que desarrolla la violencia como modo de sobrevivir. Es una crisis religiosa que revela la ineficacia de las instituciones a responder a la pérdida de valores y de sentido de la existencia. Es una crisis ambiental por la destrucción sistemática de la naturaleza y del medio ambiente. La causa de esta crisis es la vigencia del sistema capitalista neoliberal cuya meta es la acumulación indefinida de riquezas en manos de unos pocos: el 1% de la población mundial, se alimenta de la explotación indolente del 99% restante y de la devastación imparable de la naturaleza. Lastimosamente la Universidad ha pasado a ser el apéndice de las empresas capitalista, que logran así controlar la formación de cuadros que servirán sus intereses. Originalmente las Universidades fueron fundadas para acompañar los pueblos para vivir mejor: mejor convivencia, mejor salud, mejores conocimientos, mejor economía, mejores relaciones con la naturaleza. Pero eso es un cuento del pasado.
¿Dónde encontramos sistemas sociales abran nuevas perspectivas fuera del sistema económico y político actual? Los grandes medios de comunicación están financiados por 1% de ricos cada vez más ricos para que escondan la realidad, manipulen las informaciones y mantengan obediente la población cada vez más inconsciente, indiferente y sumisa. Están encargados de hacernos creer que “todo está bajo control”, “no pasa nada” o “la culpa es de Correa” … y cuántas mentiras más que fomentan el borreguismo y el odio a los que declaran culpables de los males que engendra el sistema capitalista. Estamos en una guerra de todos contra todos para nuestra autodestrucción progresiva. Para ese sistema, los pobres que son la inmensa mayoría, no son rentables; son más bien un estorbo para el desarrollo creciente de los mismos de siempre.
Frente a esta situación catastrófica, las alternativas existen, pero son satanizadas por el sistema capitalistas y sus defensores asalariados en la prensa, la radio, la televisión y las redes sociales. Estas alternativas van en 3 direcciones que ya han comenzado a recorrerse: Se basan en el ‘resistir, reformatear y sustituir’. Son eficaces si son colectivas y destructoras del sistema capitalista.
Primero tenemos que resistir colectiva y organizadamente los embates del capitalismo. Eso quiere decir: Identificar los mayores problemas actuales, desvelar sus causas, especialmente las causas estructurales y reconocer las alternativas que enfrentan y empiezan a superar estos mayores problemas.
Luego tenemos que reformatear colectiva y creativamente las mentalidades porque hay que cambiar el ‘chip capitalista’ de nuestras cabezas. El sistema capitalista funciona porque somos sus cómplices y encubridores. Se trata entonces, por una parte, de desaprender lo que se nos ha enseñado desde nuestro nacimiento, en la familia, en los centros educativos, los medios de comunicación, los partidos políticos, las religiones… y, por otra, de aprender a caminar nuevos senderos.
Finalmente tenemos que sustituir colectiva y decididamente el sistema capitalista por otro modelo de organización social. Mientras no estamos convencidos de la perversidad del sistema capitalista, todo va a seguir igual y peor. No hace falta salir de América Latina para encontrar estos nuevos modelos de sociedad, más bien existen y están en nuestra sangre y en la sabiduría de nuestros antepasados indígenas y/o negros. Digo que la solución a nuestros problemas está en nosotros y entre nosotros porque, actualmente, son los pobres, los indígenas y los negros que son portadores de un nuevo modelo de sociedad. No es porque son mejores, sino porque son las victimas del capitalismo y las raíces del futuro necesario para las Américas todas y para nuestro planeta. Este futuro está en marcha en los nuevos gobiernos progresistas del continente que tienen que ser apoyados y perfeccionados.
Los protagonistas de estas sustituciones son y serán estos pobres conscientes, organizados y valientes, con las mujeres, los jóvenes… y todas las y los que hemos comenzado a hacer nuestras sus opciones. El papa Francisco acaba de pedir a los jóvenes que sean “transgresores”, que «no sean esclavos del móvil, sino que cambien el mundo»… cuidando a los demás, construyendo comunidades fraternas con los demás, realizando sueños de paz».
La crisis actual es como un gran parto colectivo y en los partos no hay marcha atrás… Termino deseándoles un buen parto.
ATREVERSE A SOÑAR Y A LUCHAR
¡Qué casualidad! Este domingo pasado, en la misma revista digital, he leído 5 artículos que me han llamado la atención por presentar todos novedades que pasan desapercibidas: La aceptación de mujeres brujas, la gran inteligencia de los ‘sin religión’, el protagonismo de los que están ‘en las fronteras’ de la Iglesia católica, el socialismo que viene y un llamado a despertar ya. Eso en el portal de Religión Digital de Madrid, España. Me ha dado qué pensar y se lo voy a contar.
La gran inteligencia de los ‘sin religión’
Escribe el autor de este documento: “La religión sobrenatural murió entre la gente inteligente de Occidente. La Era Secular está floreciendo ahora mismo. Rechazar la religión se ha convertido en algo socialmente aceptable. La retirada de la fe sobrenatural ha sido rápida y profunda. Las personas no religiosas se están volviendo más inteligentes y es menos probable que acepten dioses, diablos, cielos, infiernos, milagros, profecías y otras afirmaciones mágicas de la religión. Inteligencia que crece significa religión que se hunde. Generalmente tienen valores humanos, son tolerantes y progresistas. Aceptan de la homosexualidad, son menos propensos a preferir los roles tradicionales de género en los matrimonios y más propensos a identificarse con la izquierda política. Apoyan las políticas humanas, liberales y públicas. Nadie puede predecir el futuro, pero creo que una esperanza significativa.” El papa Francisco remata al decir hace pocos días: «El tradicionalismo es la fe muerta de los vivos».
La aceptación de mujeres brujas
Actualmente, en Estados unidos y Europa en general, las feministas están rescatando con fuerza la categoría positiva de la bruja. Se proponen contraponerse al machismo, rebelarse contra el patriarcalismo y resistir a todas las formas de discriminación de la mujer en la sociedad todavía predominantemente machista. Reconocen que estas antiguas brujas cargadas de sabiduría y poderes curativos están vivas dentro de la mujer moderna. “Resurgen de lo más hondo del templo de nuestros cuerpos cuando la madre, la hija, la abuela, la amiga o la amante les prestan la voz en el sonido de los cantos y encantos de nuestras danzas, charlas, gestos y rituales. Ellas caminan con nosotros, nos dan aliento e inspiración en la búsqueda insana y a tientas de nuestra naciente identidad femenina. Estas brujas son como diosas eternas en cuerpos jóvenes, viejos o niños, hombres o mujeres venidos de los sueños más ancestrales. Nos inspiran a ser lo que nuestro deseo más genuino y honesto quiere: ser plenamente nosotras mismas, como mujeres. Tomaremos nuestra historia en nuestras manos. Montemos la escoba de nuestra conciencia, por nuestro bien y el de nuestros hijos e hijas, también de la familia humana como un todo. La humanidad nació y creció en torno a la ‘Femea’ y el poder matriarcal, la fase más primigenia de nuestra historia. Ahora estamos viviendo un momento privilegiado.”
El protagonismo de los que están en las fronteras o ‘los márgenes’ de la Iglesia católica
Se trata de los que participaron en el llamado “Camino sinodal”, abierto por el papa Francisco. El “Documento Etapa Continental” del Sínodo de la Iglesia Católica a realizarse en octubre de 2023 resume los aportes de las personas y grupos que dieron sus opiniones. La “introducción” de dicho Documento reconoce que “millones de personas de todo el mundo se han implicado en las actividades del Sínodo. Surge una profunda reapropiación de la dignidad común de todos los bautizados. Escucharon a los que se sienten exiliados de la Iglesia, sobre todo, a los silenciados durante años de cerrazón. Ellos son los verdaderos protagonistas del Sínodo”. Termina diciendo el Documento: “¡Ensancha el espacio de tu tienda!”. ¡Qué buena noticia! Aquí hay mucha esperanza.
El socialismo que viene
Tuvo lugar el 36° Congreso de la Internacional Socialista donde intervino el presidente de la “Liga Internacional del Socialistas Religiosos”. Esta Liga está formada por miembros de diferentes confesiones y religiones involucradas en “la gran familia del socialismo democrático”. Son personas laicas católicas, protestantes, musulmanas, judías… Afirman que “son mayoría los creyentes que soñamos con un mundo como el que propone el socialismo que viene: basado en la justicia social global, en la igualdad de género, en sociedades inclusivas, también de las personas LGTBI, con democracias fuertes y en paz”. Para ellos el socialismo tiene un gran pasado de luchas y conquistas por la dignidad del trabajo y la democracia. Pero no es sólo pasado, es presente y es futuro. Estamos convencidos de que es la mejor opción para el futuro de la humanidad y del planeta, nuestra casa común. En 2024 celebrarán el centenario de los primeros grupos de socialistas religiosos en Suecia, Suiza, el Reino Unido… Esto me hace pensar en los “Cristianos por el Socialismo” de los años ’70 del siglo pasado y en la Carta que publicaron, en noviembre de 1979, los obispos de Nicaragua después del triunfo de la Revolución sandinista. Escribían que socialismo sandinista bien puede compaginar con el cristianismo.
¡Despierta ya!
El último documento es un texto en versos: “¡Despierta ya/ Que amanece la aurora con una canción nueva!/ El mundo es diferente:/Son lanzas los arados, las armas son escuelas./ Las bestias asesinas y la muerte,/ Los odios y las guerras/ Se acabarán./ ¡Sonó el despertador!/ ¡Despierta!”
¡Atrevámonos a soñar los ojos abiertos y a luchar ‘a brazos sueltos’! Un futuro diferente y mejor se hace presente sin ruido y viene para quedarse. ¿Estaremos en la caminata?