Por Juan Cárdenas
…que amaron confiando en no ser traicionados…” Parodiando al poeta, vemos cómo
aumenta el ejército de los decepcionados con un gobierno que utiliza la mentira como
símbolo de su gestión. Semana movida en distintos escenarios. En la Asamblea Nacional
se tramitó el juicio político a los ex del Consejo de la Judicatura, cuyo expresidente, un
tal Wilman Terán, reveló con pelos y señales, tocándose el pecho por la emoción, que fue
él quien dictó la sentencia condenatoria por influjo psíquico, después de arreglarla, en
contra del presidente Correa; pero que se arrepiente haber cedido a las presiones fiscales
y de afuera (¿la embajada?) Recapitulemos un poquito: A Terán le puso en la terna para
presidente del Consejo de la Judicatura, Iván Saquicela, quien fungía de presidente de la
Corte Nacional de Justicia, en premio a su colaboración para la condena del Mashi Rafael.
En el Consejo de Participación Ciudadana fue el consejero Carlos Figueroa, íntimo de
Fernando Villavicencio, quien presentó la moción para elegir a Wilman Terán. Entonces
señores de Destruye, digo de Construye, háganse cargo de su paquete y no nos vengan
con su facha de justicieros que no les queda. Ustedes le eligieron y ustedes quisieron
censurarle, como inicio de campaña de la repartidora de hospitales y sacadora de ojos a
los compatriotas que se manifestaron en contra de su pelele, el traidor.
Y mientras “resuelven” la paz y prosperidad de esta su ínsula bananera, el Banco Mundial,
que es el oráculo mayor de los neoliberales, le asigna al Ecuador un pírrico crecimiento
para este año de apenas el 0,7%; o sea que estamos “jodidos” y estancados. Claro que él
ya cumplió con todas sus metas económicas, dice que no vino a enriquecerse. ¿Más
todavía? ¿Y el país?: destruido y en la miseria. Es fácil presumir de una gran riqueza
heredada por generaciones e incrementada por los “buenos negocios”; pero la Patria se
desangra, la violencia no cede; y en sus poquísimas palabras sólo hay bronca y desafío a
la inmensa mayoría que sufrimos esta dura realidad. Siguen los sesgos y opacidades
oficiales, abren un proceso de contratación de una barcaza para mitigar los apagones; pero
la dichosa barcaza ya viene en camino antes de firmar contrato. Ya estaría en Panamá, es
más, hace un mes habría sido un buque de carga y rápido le adecuaron con torres,
alambres y transformadores. El ministro no puede explicar esta “clarividencia”.
Señor presidente, no se ensañe con un hombre secuestrado y sometido, convertido en el
trofeo de la persecución y odio. Jorge Glas es inocente, es un asilado político, no merece
su estigmatización al punto de proclamar que se acabaron los Glas. No señor, Jorge Glas
es un patriota que con Rafael Correa volverán para el segundo capítulo de la Revolución
Ciudadana.
Se rumora que el Guarderas prepara una demanda para denunciar la tremenda bajadota
de categoría al pobre sol que de astro-rey, la first Lady acaba de degradarle a simple
planeta. Qué tal si el sol se cabrea y nos deja de calentar…