Por Luis Herrera Montero

De manera sorpresiva, algunos contenidos de las leyes que fueran diseñadas por el gobierno de Noboa y aprobadas por sus acólitos en la Asamblea Nacional, fueron suspendidos por la Corte Constitucional, pues lo único que se está provocando es una evidente violación a la Constitución, a través de normas que atentan nuestros derechos. La Corte Constitucional recién toma el tema con la responsabilidad del caso, al cuestionar determinados artículos por incumplimientos con la carta magna.

Entre los artículos suspendidos de la Ley de “Inteligencia” están los 5, 13, 22, 41, 42, 43, 47, 48, 50, 51, 52 y 55, y de su e reglamento la medida contempló a los artículos 9, 16, 17, 25, 33, 34, 35 y 36. Las causas medulares de la inconstitucionalidad radican en que agentes de inteligencia, tanto policiales como militares, están facultados a actuar de manera encubierta, mediante «técnicas y elementos tecnológicos, que en definitiva promueven el espionaje y la persecución a opositores políticos. En cuanto a la “Ley de Solidaridad Nacional”, la suspensión preliminar se dirigió al “indulto anticipado” a policías y militares procesados por delitos acontecidos durante el denominado “conflicto armado interno”. En esa misma tónica fue suspendida la definición de grupo armado organizado, como ”toda agrupación estructurada de tres o más personas con una estructura de poder organizada que ejerce violencia prolongada en contra del Estado, la población y bienes civiles”. En relación a la Ley Orgánica de Integridad Pública, la Corte Constitucional dejó también en suspenso la obligatoriedad a las cooperativas de ahorro y crédito de instituirse en calidad de sociedades anónimas del sector privado.

Ahora, Noboa amenaza a la Corte Constitucional con una marcha que avale sus normas inconstitucionales. Ecuador sigue en una escalada incontenible de la violencia y muerte por razones de inseguridad, ante la cual el gobierno demagógico supone que este grave problema se solventa con leyes inconstitucionales. Tanta es la manipulación informativa; por ejemplo, en el tema de la detención de «Fito», durante una entrevista con Jimmy Jairala, el ministro del interior John Reimberg sostuvo que el líder chonero, por medio de un comunicado a la Policía Nacional, quiso tomar contacto con el mencionado ministro, quien ha insistido que aceptó el pedido, descartando cualquier tipo de negociación. Se entendería que esa conversación, sin negociación, se tradujo en una de las antesalas del apresamiento. En paralelo, «Fede» otro delincuente de la banda de “Los Águilas” huyó del sistema penitenciario; entonces, si seguimos al pie de la letra el discurso oficial, resultaría que la mal llamada «Ley de Solidaridad Nacional» facilitó la detención en un caso y la fuga en el otro. No hay la más mínima coherencia en relación a las razones que el gobierno consideró para justificar la oficialización de la ley en referencia.

No podemos confiarnos, la postura de la Corte Constitucional ojalá no se quede en una mera negociación con el gobierno, ya que el suspender no implica una sentencia definitiva. Recientemente, esta misma Corte no hizo nada para sentenciar los desacatos constitucionales, en materia electoral, por parte de la agrupación ADN, de la cual es parte el presidente Noboa. Vale que la ciudadanía no deje de estar vigilante de las accione oligárquicas. El jueves 7 de agosto de 2025 se vivió una verdadera fiesta ciudadana en ciudades como Quito, Cuenca y de otras regiones, un auténtico realineamiento con el espíritu democrático y participativo. No cabe decir lo mismo, respecto de la convocatoria gubernamental, por estar fuera del interés ciudadano al arremeter en contra de una Constitución que fastidia sus intereses de lucro. En el momento actual, parecería que el desgaste oligárquico y la ingobernabilidad se acrecientan. Entonces, urge continuar en la ruta de la lucha popular unitaria por la democracia que se establece en el mandato constitucional, que tampoco faculta las desubicadas fusiones ministeriales, donde las virtudes sobre ecología y ambiente se invisibilizan en una comprensión oligopólica y neoliberal en materia energética. De igual manera, resulta inaudito como la cultura y la educación retornan a definiciones reducidas a ilustración, pues las ignorantes élites económicas siempre han sido incapaces de entender sus verdaderos significados. Cuando la ignorancia se impone falsamente como democracia, es cuando más la ciudadanía debe indignarse, pues dicha ignorancia solo concreta inadmisibles privilegios y luego autoritarismos, incluso, totalitarios, sobre los cuales invito a releer de qué se trata dicha temática, en textos diversos de connotadas autorías.

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