Por Danilo Altamirano

La comunicación política se desenvuelve hoy en un ecosistema profundamente transformado por la irrupción de las redes sociales y las plataformas digitales. Este nuevo entorno ha desplazado a los medios tradicionales como canales centrales de difusión de discursos políticos, alterando las reglas del juego del sistema democrático. En este ecosistema digital, la imagen de los líderes ya no se construye únicamente a través de mítines, entrevistas o notas de prensa, sino a través de algoritmos, contenidos virales y estrategias mediáticas orientadas a captar atención más que a generar debate (López-Meri, 2020). Las estructuras de poder se reconfiguran conforme cambian las formas de comunicar.

Las plataformas digitales han generado espacios de interacción donde lo político se manifiesta mediante narrativas breves, visuales y emocionalmente cargadas. En este nuevo ecosistema de la comunicación política, el diálogo con la ciudadanía se da en tiempo real, sin intermediarios institucionales ni periodísticos, generando escenarios de participación directa pero también de polarización. Esta disolución de las mediaciones tradicionales ha convertido a las redes sociales en campos de batalla simbólicos donde se disputan sentidos, adhesiones y legitimidades políticas (Gerbaudo, 2018). La fragmentación del discurso es una consecuencia natural del formato y la lógica algorítmica de estos espacios.

La digitalización ha desinstitucionalizado en parte el proceso político, promoviendo una relación directa y a menudo emocional entre líderes y audiencias. Las campañas se orientan ahora a públicos específicos mediante estrategias basadas en datos, geolocalización y microsegmentación (Tandoc, Lim & Ling, 2018). Esta hiperpersonalización de los mensajes ha erosionado el debate colectivo y ha debilitado la capacidad de los medios tradicionales para actuar como árbitros del discurso político. El nuevo ecosistema comunicativo responde más a la lógica del mercado de la atención que a los principios deliberativos de una democracia plural y racional.

En este contexto, las redes sociales y plataformas digitales no son neutrales: actúan como actores políticos de facto, estructurando el acceso a la información y condicionando el alcance de los mensajes. La comunicación política se encuentra atravesada por intencionalidades, conflictos y estructuras comunitarias que muchas veces refuerzan tensiones ideológicas preexistentes (Groshek & Engelbert, 2013). En lugar de canalizar el diálogo democrático, este nuevo ecosistema puede intensificar la polarización y debilitar el tejido institucional. El contacto ciudadano ha dejado de ser territorial para volverse digital, con consecuencias complejas para la representación.

Frente a este panorama, es urgente repensar la comunicación política desde una perspectiva crítica y adaptada a las nuevas realidades tecnológicas. La alfabetización digital, la transparencia algorítmica y el fortalecimiento de estructuras institucionales son claves para evitar que este nuevo ecosistema se convierta en una herramienta de manipulación y desinformación (Mancera Rueda & Pano Alamán, 2022). Las redes sociales y plataformas digitales ofrecen oportunidades inéditas de participación política, pero también riesgos significativos para la calidad democrática. Reconocer y comprender estas dinámicas es el primer paso para construir una ciudadanía más activa, informada y resiliente en el siglo XXI.

Referencias académicas:

  • Castells, M. (2012). Redes de indignación y esperanza: los movimientos sociales en la era de Internet. Alianza Editorial.
  • Couldry, N., & Mejias, U. A. (2019). The Costs of Connection: How Data Is Colonizing Human Life and Appropriating It for Capitalism. Stanford University Press.
  • Gerbaudo, P. (2018). The Digital Party: Political Organisation and Online Democracy. Pluto Press.
  • Groshek, J., & Engelbert, J. (2013). “Double differentiation in a cross-national comparison of populist political movements and online media uses.” New Media & Society, 15(4), 682–701.
  • López-Meri, A. (2020). “Campañas digitales y comunicación política en redes sociales: el nuevo paradigma electoral.” Revista Latina de Comunicación Social, 75, 343-361.
  • Mancera Rueda, A., & Pano Alamán, A. (2022). Comunicación política y ciudadanía digital. Editorial UOC.
  • Pariser, E. (2011). The Filter Bubble: What the Internet Is Hiding from You. Penguin Press.
  • Tandoc Jr, E. C., Lim, Z. W., & Ling, R. (2018). “Defining ‘fake news’: A typology of scholarly definitions.” Digital Journalism, 6(2), 137–153.
  • Van Aelst, P. et al. (2017). “Political communication in a high-choice media environment: a challenge for democracy?” Annals of the International Communication Association, 41(1), 3–27.

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