Por Juan Cárdenas
Se acuerdan de la campaña presidencial del 2016, cuando dos señoritos le hicieron revolcar a un viejito con discapacidad por el “delito” de vestir la camiseta de la 35? De allí viene ese nombre. El CPCCS tiene en él a su gerente-propietario, cuya función ejerce con la mayor estrictez y severidad, para que nadie escape de su control. Que la señora Almeida no obedece:¡afuera! ¿A quién ponemos?: al “arroz con pollo”, él es muy sometido y obediente. Que esa es otra función del Estado, la de Transparencia y Control Social, le importa un bledo. Él no está allí para observar la Constitución ni pan calientes, sino para acomodar todas las piezas que les permita ejercer el poder total. Por ellos votaron los ingenuos odiadores, disqué para “encontrarse” en espacios de la persecución enardecida por los bonitos de la “prensa libre e independiente”.
Viendo bien, tienen control en cuatro de las cinco funciones del Estado. Sólo la Asamblea se ha vuelto resabiada por ahora, razón por la cual buscan reponer a la Llori para que” ponga orden” en ese leve atisbo de dignidad e independencia que ha recuperado el Legislativo. Aparicio aparece por todos lados. Que hay que buscar un juez que tire abajo la elección del Superintendente de Bancos, de inmediato está lista… Que el juez de Yaguachi contradice la orden, ¡Uta!, llámenle. Si no cambia su huevad…, se va. El pobre paisano de San Jacinto, temblando de miedo, cambió. Aprenderán, esa es la eficiencia de una orden gerencial privada. La Asamblea Nacional, en virtud de que nadie puede interferir en sus facultades, peor la justicia (y qué justicia), posesionó legalmente al flamante Superintendente. Los leguleyos hablan de una destitución a esa mayoría que salió por los fueros de la división de funciones y poderes.
Y ha sido Ad Honorem, mamitica, qué desprendimiento, qué generosidad, ni sueldo cobraba. ¿Que los ricos no roban, por eso hay que votar nomás por ellos? Pregunten al JJ cómo están sus cuentas, tras sus “patrióticos” servicios. El aparecido no niega su metida de manos en el CPCCS. Lo que le cabrea es que el Raúl González, segundo en la terna enviada por su Jefe, haya publicado una conversación que para él ha sido íntima y le amenaza con la cárcel por haber revelado el “diálogo del encuentro”. Ahora está con colerín al saber que el infidente es el nuevo Súper de Bancos. Pobrecitos, cómo sufren los ricos…
La “desobediencia” de la Asamblea es tal, que ya está tramitando los juicios políticos en contra del Consejo de la Judicatura de Trujillo, luego en contra de la mayoría del Consejo de Participación del Aparicio; y para colmo, en contra del Ministro del Interior, quien ha desatado una fuerte campaña de respaldos a su “inocencia”, como si nunca hubiese ocurrido los 18 días de represión de junio. Hay un grupo de fans que sublimiza sus “méritos” al nivel de proclamarlo presidenciable. Dicen sus fanáticos: si el Moreno fue, ¿porqué no “mi” General? En eso tienen razón. Como que el Villa ya no les sirve…
Tomado de Confirmado.net