Por Juan Cárdenas
En las postrimerías del desgobierno, trasladaron la agenda a la corte celestial. Su ministro de obras públicas, con los riñones molidos a causa de los chaquiñanes en queconvirtieron al otrora extraordinario sistema vial, hoy abandonado intencionalmente dizque para acabar con el correísmo, por el odio mortal que nos profesan, clamó poniendo las manos al cielo para que no llueva; mas resulta que viene el ministro de energía y pide las plegarias para que llueva. Allá en las alturas no saben qué jaculatorias atender, pues ni para eso se ponen de acuerdo. Para rematar, el ministro privatizador, defensor de las transnacionales petroleras, al anunciar el inicio de los apagones que negó hasta la segunda vuelta, con un hondo suspiro agregó: “así es la vida” y todo arreglado. El filósofo y politólogo norteamericano Noam Chomsky, (que no es correísta), denuncia la táctica de los privatizadores, cuando quieren apoderarse de un bien o servicio público. Comienzan por retener los recursos para impedir o dificultar su funcionamiento, acompañado de una intensa campaña mediática de desprestigio en contra de la Institución; y cuando lo han convertido intencionalmente en chatarra, le venden a la gallada a precio de gallina robada. Siempre les funcionó, menos en la Década Ganada. Por eso nos odian.
“Así es la vida”, es la frase mágica para licuar una monstruosa deuda externa, la más alta de la historia, sin inversión en obras ni servicios. “Así es la vida”, para no explicar porqué abandonaron las 8 centrales hidroeléctricas construidas por la RC. Y se atreven a objetar Coca Codo Sinclair, pese a que ahora mismo nos provee del 30% de energía. “Así es la vida”, nos dicen, mientas se cruzan de brazos ante la inminente llegada del Fenómeno del Niño. “Así es la vida”, repiten, en tanto la Patria se nos va por el Darién en multitudes, porque acá les negaron su futuro. “Así es la vida”, el pueblo se equivocó con los zapatitos rojos del “qué chuch…”, igual que con las fotos de cartón y la pinta de la primera dama. Para la derecha es normal la creciente violencia que nos azota, total, “así es la vida”
Las señales del nuevo gobierno no generan confianza,cuando encarga los anuncios económicos a un terrorista económico, (dijo el Rugiente), que contradice olímpicamente las ofertas de campaña del flamante; y va más allá con el anuncio de la eliminación del subsidio a los combustibles. Usted, que se dejó apantallar por la propaganda del poder mediático que no informa, sino que es un actor político, si paga 4,80 dólares por el galón de gasolina super, tendrá que hacerlo multiplicado por 5. ¿Se da cuenta, amigo odiador, a dónde le llevó la farándula electorera? Bueno, “así es la vida”. La señora Ginatta, en representación de las voces nuevas que apoyan al ungido, propone eliminar el Código del Trabajo. La ley de la selva, sálvese quien pueda, porque “así es la vida”
Que algunos odiadores sicarios de tinta y pantalla ofendieron a la mitad de nuestros compatriotas,acusándonos de narcos por haber votado por el Ecuador, es inaceptable y lo rechazamos enfáticamente. Pero que lo haga el representante de un gobierno hegemónico extranjero, guarida del mayor consumo de drogas del planeta, es una ofensa irreparable, sin que se haya levantado la voz de la dignidad y soberanía para poner en su puesto al alevoso imperialista. El presidente Correa, cuando estaba de moda la personalidad del Estado soberano, por mucho menos puso de patitas en la frontera a la gringuita que se atrevió a faltarnos al respeto. Al fondo del entreguismo se escuchó la voz de un enano mental, calificando la diatriba imperialista como “formidable” ¿Será así la vida?: ¡No!