Por Juan Cárdenas
Con el talante propio de su clase, mira a reojo a través de su burbuja la realidad que ha preferido ignorar, por estar dedicado de lleno a los negocios. Dice que las cifras de su macroeconomía están en orden, que la RMI históricamente es la más alta; pero omite aceptar que también lo es el riesgo país que ya superó los 1.700 puntos. El abandono es generalizado en salud, educación, vialidad, vivienda y sobre todo campea impunemente la más cruel inseguridad. Algo hay que decir para salir del bache. A ver ministros, asesores, ¿qué se les ocurre? Por allí un iluminado propone reformular cifras del Presupuesto General del Estado y destinar cerca de veinte mil millones a inversión social. Aplausos. Por fin una idea brillante. Convoquen de inmediato a cadena nacional para hacer el anuncio: se va a invertir una multimillonaria cifra, nunca antes vista, en obra pública, pero sin invertir. ¿Entendieron? Ni yo.
En simultáneo el Minfinanzas jura su lealtad y obediencia, no al país, sino ¡al MERCADO!, atribuyéndole la obsesiva calidad de principio y fin de toda la gestión de su gobierno, mientras desprecia la angustia popular. Dijo que “su dios” mercado se resintió malamente en la Década Ganada de la Revolución Ciudadana, porque no le dejó hacer lo que le da la gana. Y con pose de “pitoniso” sin bola de cristal, vaticinó un nuevo disgusto del mercado y culpó al “irresponsable” progresismo del alto índice del riesgo país y más aún, si se atreve a ganar las elecciones del 2025. Por él, que se archive la democracia, para qué la función electoral, al tacho los demás poderes del Estado. Los fanáticos libertarios de extrema derecha son demócratas cuando ganan y lucran del mercado. Para lo demás les apesta la voluntad popular, a la que convocan cada cuatro años para llenarlo de mentiras, demagogia y politiquería.
Los escandalosos incendiarios de Quito, que salieron a amenazar y enfrentar, según ellos, el “inminente paro”, se quedaron con la bata alzada. Sólo bulla en sus redes y medios reaccionarios. Se ponen en la papeleta electoral y quedan al último, se tatúan el SI y pierden. Sólo quedan los 60.000 prometidos por el lambón que a nombre de una entidad obediente, se atrevió a erigirse en árbitro. Por ahí hay otro chapita censurado con sueños de bolsonaro. Cómo se demora Pita en firmar su renuncia a la Vicepresidencia del CNE por el pánico electoral que intentó con su denuncia cuete del centro clandestino de cómputo en las instalaciones de la Delegación del Guayas. Hubo un medio “libre e independiente” que amplificó el conato. Ojalá con el tiempo Don Alfonso aprenda periodismo. Vino la Presidenta Atamait y lo desmintió categóricamente. Renuncien al alharaquiento, ahora que proclamaron oficialmente los resultados, incluido el NO a las 8 preguntas de la consulta. El Blasco junior ahogado en su propio veneno.
En proceso el juicio político al Presidente. La Comisión Ocasional de la Asamblea Nacional hizo su tarea, las bancadas en el Pleno asumen su facultad. En cuanto al dictamen de la Corte Constitucional, cuidado con erigirse en protagonista. Su función es
observar formalmente la constitucionalidad del procedimiento legislativo, sin invadir la competencia privativa del Fiscalizador.