Por Jhoma Gavilanes
Introducción
La relación entre los gobiernos ecuatorianos recientes y los movimientos indígenas ha estado marcada por tensiones y conflictos, especialmente en torno a la gestión de recursos naturales y la represión de protestas sociales. En el actual contexto electoral, es imperativo analizar estos antecedentes y considerar la importancia de una alianza sólida entre las fuerzas de izquierda, representadas por la Revolución Ciudadana (RC) y Pachakutik (PK), para abordar los desafíos que enfrenta el país.
Lenín Moreno (2017-2021)
Durante el mandato de Lenín Moreno, la relación con los movimientos indígenas se deterioró significativamente. En octubre de 2019, la eliminación de subsidios a los combustibles desencadenó protestas masivas lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). La respuesta gubernamental fue una represión intensa, dirigida por la ministra de Gobierno, María Paula Romo, y el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín. Este accionar resultó en múltiples muertes y cientos de heridos. Romo fue posteriormente censurada y destituida por la Asamblea Nacional en noviembre de 2020 debido al uso excesivo de la fuerza durante estas manifestaciones . Además, se otorgaron concesiones mineras en territorios indígenas sin consulta previa, exacerbando las tensiones.
Guillermo Lasso (2021-2023)
La administración de Guillermo Lasso continuó con políticas que afectaron a las comunidades indígenas, incluyendo la promoción de proyectos extractivistas en zonas sensibles. En junio de 2022, un nuevo paro nacional fue convocado en oposición al alza de los combustibles y las políticas neoliberales. La respuesta del gobierno, encabezada por la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, y el ministro de Defensa, Luis Lara, se caracterizó por la criminalización de la protesta y el uso desproporcionado de la fuerza, resultando en detenciones arbitrarias y violaciones de derechos humanos. Las comunidades también denunciaron la expansión de la minería ilegal y la explotación de recursos naturales sin su consentimiento, lo que llevó a conflictos territoriales y ambientales.
Daniel Noboa (2023-Actualidad)
El gobierno de Daniel Noboa ha mantenido una política de seguridad enfocada en la militarización y el control social. Aunque ha intentado establecer diálogos con sectores indígenas, sus políticas de seguridad y desarrollo económico han perpetuado la marginación de las comunidades. Se han reportado casos de desalojos forzosos y concesiones mineras en territorios indígenas sin consulta previa, exacerbando las tensiones entre el Estado y las comunidades originarias. La ministra de Gobierno, Mónica Palencia, y el ministro de Defensa, Giancarlo Loffredo, han sido actores centrales en la implementación de estas políticas, enfrentando críticas por la falta de respeto a los derechos colectivos y la autonomía de los pueblos indígenas.
Luisa González y Leónidas Iza: Revolución Ciudadana y Pachakutik
A pesar de las diferencias históricas y políticas, Luisa González, representante de la Revolución Ciudadana, y Leónidas Iza, líder de la CONAIE y figura prominente de Pachakutik, comparten una visión centrada en la justicia social, la equidad económica y la defensa de la soberanía nacional.
Ambos abogan por políticas que prioricen el bienestar de las mayorías, la redistribución equitativa de los recursos y el respeto a los derechos de las comunidades indígenas. La Revolución Ciudadana ha promovido un modelo de desarrollo inclusivo, mientras que Pachakutik ha enfatizado la importancia de la plurinacionalidad y la autonomía territorial. Estas convergencias ideológicas sientan las bases para una alianza estratégica que pueda enfrentar los desafíos estructurales del país.
Hacia una Unidad: La Alianza de la Casa de la Cultura
El 31 de julio de 2024, diversas organizaciones de izquierda, movimientos sociales y líderes políticos se reunieron en la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito para consolidar una alianza que fortalezca la unidad de las fuerzas progresistas de cara a las elecciones presidenciales de 2025. Entre los asistentes destacaron Luisa González, Leónidas Iza y Jimmy Jairala, quienes, a pesar de diferencias previas, manifestaron su compromiso con la construcción de un proyecto político inclusivo y representativo . Durante la convención, se acordó la conformación de dos comisiones: una encargada de elaborar un plan de gobierno que refleje las demandas de los sectores populares y otra destinada a seleccionar las candidaturas que representarán a la alianza en los comicios venideros. Este esfuerzo colectivo busca articular una plataforma política que integre las luchas históricas de las comunidades indígenas con las propuestas de desarrollo sostenible y justicia social promovidas por la izquierda urbana. La unidad de estas fuerzas es esencial para enfrentar los desafíos actuales y construir un Ecuador más equitativo y democrático.
Reflexión y Agenda Programática
La historia reciente de Ecuador evidencia que la fragmentación de las fuerzas progresistas ha facilitado la implementación de políticas que vulneran los derechos de las mayorías y benefician a sectores privilegiados. La represión de las protestas sociales, la explotación inconsulta de recursos naturales y la marginación de las comunidades indígenas son manifestaciones de un modelo que debe ser transformado. La alianza entre la Revolución Ciudadana y Pachakutik representa una oportunidad histórica para consolidar un frente amplio que, reconociendo y respetando la diversidad, pueda impulsar un proyecto de país basado en la justicia social, el respeto a la plurinacionalidad y la defensa de la soberanía. La consolidación y materialización en una alianza entre la Revolución Ciudadana (RC) y Pachakutik (PK) requiere una agenda programática que aborde los desafíos estructurales del país. A continuación, se presentan diez temas clave desarrollados para este propósito:
- Reforma Agraria Integral
Implementar políticas que promuevan la redistribución equitativa de la tierra, garantizando el acceso de las comunidades campesinas e indígenas a recursos productivos. Esto incluye la regularización de tierras ancestrales y la provisión de asistencia técnica y financiera para el desarrollo agrícola sostenible.
- Soberanía Energética y Transición Ecológica
Fomentar la diversificación de la matriz energética mediante inversiones en energías renovables, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles. Se priorizará la consulta previa, libre e informada a las comunidades afectadas por proyectos energéticos, respetando sus decisiones y derechos territoriales.
- Educación Intercultural y Plurilingüe
Fortalecer un sistema educativo que reconozca y valore la diversidad cultural y lingüística del país. Se promoverá la inclusión de lenguas indígenas en el currículo nacional y la formación de docentes capacitados en pedagogías interculturales.
- Salud Comunitaria y Medicina Ancestral
Integrar prácticas de medicina tradicional en el sistema de salud pública, reconociendo su valor y eficacia. Se establecerán centros de salud en zonas rurales que combinen medicina occidental y ancestral, respetando las cosmovisiones de las comunidades.
- Economía Solidaria y Comercio Justo
Impulsar modelos económicos basados en la cooperación y la solidaridad, apoyando a cooperativas y pequeñas empresas locales. Se crearán canales de comercialización que eliminen intermediarios, garantizando precios justos para productores y consumidores.
- Protección de Derechos Humanos y Desmilitarización
Revisar las políticas de seguridad para garantizar el respeto a los derechos humanos, evitando la criminalización de la protesta social. Se promoverá la formación de fuerzas de seguridad en enfoques de derechos humanos y se establecerán mecanismos de control ciudadano sobre sus actuaciones.
- Autonomía y Autogestión de Comunidades Indígenas
Reconocer y fortalecer la autonomía de las comunidades indígenas en la gestión de sus territorios y recursos. Se apoyará la creación de gobiernos locales indígenas con competencias claras y recursos adecuados para su funcionamiento.
- Reforma del Sistema Judicial con Enfoque Plurinacional
Adaptar el sistema judicial para que reconozca y respete las formas de justicia indígena, garantizando su coexistencia con el sistema nacional. Se capacitará a operadores de justicia en temas de interculturalidad y derechos colectivos.
- Política Exterior Soberana y Solidaria
Establecer relaciones internacionales basadas en el respeto mutuo, la no injerencia y la cooperación entre pueblos. Se priorizarán acuerdos que beneficien al desarrollo nacional y fortalezcan la integración regional latinoamericana.
- Lucha Contra la Corrupción y Transparencia Gubernamental
Implementar mecanismos efectivos de control y rendición de cuentas en todas las instituciones públicas. Se promoverá la participación ciudadana en la vigilancia de la gestión pública y se aplicarán sanciones ejemplares a actos de corrupción.
Desafíos e Hitos de Progreso: Ecuador, al igual que otras naciones latinoamericanas, enfrenta el reto de la fragmentación de su izquierda y la falta de cohesión en un panorama político dominado por el pragmatismo y la lucha contra el neoliberalismo. El caso uruguayo ofrece lecciones valiosas sobre cómo una izquierda en evolución puede adaptarse sin perder su esencia, logrando avances electorales y consolidando una identidad fuerte. A continuación sugiero algunos puntos importantes para el análisis y reflexión:
- Desafíos del progresismo ecuatoriano:
La diversidad ideológica dentro del progresismo ecuatoriano puede ser su fortaleza si se establece una plataforma común que permita la coexistencia de distintas corrientes sin caer en la fragmentación. Es imprescindible actualizar la propuesta política para responder a las nuevas realidades económicas y sociales sin renunciar a los principios de justicia social, equidad y soberanía. Un progresismo viable debe aprender a negociar con sectores económicos y políticos sin perder autonomía ni credibilidad ante sus bases. La izquierda progresista debe enfocarse en recuperar la confianza de sectores populares y medios, atendiendo sus necesidades concretas más allá de discursos ideológicos abstractos.
- Aciertos del progresismo que pueden servir de guía:
La experiencia del Frente Amplio demuestra que la moderación táctica y la reafirmación identitaria no son excluyentes. Más allá del rechazo al neoliberalismo, es clave consolidar la institucionalidad y fortalecer la participación ciudadana. La izquierda no puede limitarse a un discurso anti-neoliberal sin proponer alternativas sólidas de desarrollo productivo y redistributivo.
- Camino hacia una izquierda pragmática pero con identidad:
El progresismo ecuatoriano debe encontrar el equilibrio entre el pragmatismo necesario para gobernar y la fidelidad a sus principios. No se trata de abandonar ideales, sino de construir estrategias efectivas para su implementación. La renovación ideológica es fundamental, pero debe ir acompañada de estructuras organizativas fuertes y una base social comprometida.
Ecuador requiere un progresismo que no solo critique el statu quo, sino que sea capaz de liderar con propuestas concretas, lograr consensos amplios y mantener la coherencia en la acción política. El gran reto es transformar la diversidad interna en un motor de cambio, evitando divisiones que solo fortalecen a los sectores conservadores.