Por René Maugé

En esta lucha brutal entablada por el poder político, económico, social y espiritual de la Nación ecuatoriana, la oligarquía y su aliado, el imperialismo norteamericano, no escatiman procedimientos y acciones por viles, miserables e infames que sean, para obtener sus propósitos de mantener al pueblo marginado y sumido en la ignorancia y para lograr la explotación de los recursos naturales y su enriquecimiento.

En esta lucha por poder confluyen tanto los intereses de la política exterior de los Estados Unidos, como el de las élites económicas del país. El contubernio es complejo para el entendimiento del ciudadano común porque en él se entrelaza toda una guerra estratégica y mediática para confundir a las mayorías.

Nadie puede llamarse engaño, que tanto la consulta popular convocada para este mes de abril como el asalto de la fuerza pública a la embajada de México, son parte de un guion tanto para consolidar la popularidad y el poder de Noboa y su círculo, como para influir en las próximas elecciones de junio de México. Pero parece que el guion en algo les va fallando.

La consulta popular contiene algunas preguntas gancho para conducir la voluntad del votante porque son evidentes como la que establece: “el apoyo complementario de las Fuerzas Armadas a la Policía Nacional” y otras atinentes a la seguridad. Para eso no se necesita consultar, mucho más cuando el gobierno ha decretado sin consultar a nadie un estado de “Guerra Interna” en el territorio nacional. Realmente a lo que se induce al votante es a modificar la Constitución de la República para reformar al Código del Trabajo, introducir el trabajo por horas, destruir los derechos laborales y sindicales, y precarizar el salario.

Así mismo, el principal interés de Daniel Noboa es lograr que el Estado Ecuatoriano reconozca el arbitraje internacional como método de solucionar controversias en materia de inversión, contractuales o comerciales. ¿A quién favorece esta medida? Evidentemente a las empresas transnacionales y extranjeras, entre ellas a las empresas de Noboa que están registradas en el exterior.

Sin contar con otros objetivos políticos abiertos y encubiertos y cuando estaban en descenso las encuestas sobre la consulta, se realiza el asalto brutal y la violación a la soberanía a la embajada de México. Fue un hecho que conmocionó la conciencia nacional y dejó de interesarse en la consulta para convertirse este escándalo diplomático en el centro del debate. El asalto a la embajada mexicana nos ha conducido a una vergonzosa derrota diplomática en el plano internacional con graves consecuencias de todo tipo y en especial al prestigio del Ecuador. Ha tenido el mismo efecto como el asesinato del candidato presidencial Villavicencio, en víspera de las elecciones presidenciales.

Estamos en presencia de una embestida reaccionaria de la oligarquía con todos los medios de desinformación, y, en este ambiente se firman adicionalmente acuerdos con el gobierno de Estados Unidos para permitir la presencia de todos los órdenes de sus fuerzas armadas y contratistas, concediéndoles privilegios e inmunidades lo que hace convierte al Ecuador en una suerte de neocolonia de los Estados Unidos.

La decisión mayoritaria de votar No en la consulta popular convocada para este 28 de abril, debe ser no solo la expresión de rechazo a preguntas tramposas y lesivas a los derechos del pueblo ecuatoriano, sino también, una sanción política y moral por haber infligido una nueva derrota en el plano diplomático mundial a nuestra patria.

Quito 13 de abril 2024

Por RK