Por Miguel Ruiz
Ya agoniza el viejo año se me estruja el corazón. Pónganme mucha atención va el recuento de los daños. Sin duda un comienzo extraño empezando por la guerra en esa remota tierra conocida como Ucrania donde ha primado la insania ¡La cosa se puso perra! Por este lado del mundo un año un tanto complejo; más de uno quedó perplejo con sendos cambios de rumbo. De Pasto hasta el Catatumbo de Medellín a los Llanos mis hermanos Colombianos nos dieron grata sorpresa, con corazón y cabeza a Petro dieron sus manos. Allende la cordillera también primó la cordura; una elección más que dura puso fin a larga espera. Ganó Lula, no cualquiera; ¡Esa es muy buena noticia! Pero ahora en verdad inicia su desafío más claro: cuidarse de Bolsonaro y todita su milicia. Un chamo anda intranquilo: Guaidó el autoproclamado; su show se quedó varado está pendiendo de un hilo. Los gringos a su pupilo ya no lo toman en cuenta. Ahorita lo que les tienta es pactar con Don Maduro quieren el crudo seguro ¡que no se caiga la venta! Tristes y a medio camino se quedaron los chilenos sus triunfos no fueron plenos no alcanzaron su destino. Los cuicos con gran atino dieron vuelta a la empanada. La tenían muy bien pensada y al pueblo le dieron cebo. Va pa'trás con el apruebo ¡Ya les cargo la chingada! De Ecuador ¡ni qué decir! Memo Lasso es un dogal: nos ahorca el criminal no queremos más sufrir. Lo que toca es resistir: ya vimos que sí es posible. Pero es imprescindible las fuerzas todas sumar; hacia un mismo rumbo remar; volver el sueño tangible. Por otro lado les cuento de un asunto complicado que sin ser inesperado al Perú le tiene atento. Un Congreso truculento a un Castillo mal parqueado y además desorientado un golpe de estado asestó; aunque no consideró que el pueblo está encabronado. No todo fueron lamentos: la Copa nos dio alegrías mucha emoción esos días al ver a tantos talentos. En esta ocasión los vientos soplaron a nuestro favor Argentina encendió el fervor de nuestro gran continente que festeja alegremente ese triunfo atronador. Con esta ya me despido ya se acerca el año nuevo el presente ya es longevo ya se escucha su alarido. Sólo un detalle les pido: a México no han de olvidar pues tras largo tropezar hoy marcha por buen camino. País hermano y buen vecino también sabe refugiar.