Por Gonzalo J. Paredes
El rol de Banco Central del Ecuador (BCE) fue una certeza para la ortodoxia al momento de implementar la dolarización. Pablo Lucio Paredes señaló en su libro sobre la dolarización: “El Banco Central no desaparece ni tiene que desaparecer, sino redimensionarse” (p.76), y destacó el rol de gestionar el fondo de estabilización. Sin embargo, veinte un años después y con la experiencia de un gobierno que privilegió al ser humano sobre el capital (2007-2017), se ha convertido en la principal preocupación de la ortodoxia.
La ortodoxia, expertos en socializar las pérdidas, en colocar el servicio público bajo el dominio de los intereses privados, y los promotores de la “puerta giratoria”, han buscado la figura legal que elimine la capacidad del BCE, y de un gobierno desarrollista, de movilizar el ahorro interno, sobre todo en una crisis económica.
En 1936, J. M. Keynes teorizó sobre el comportamiento de los inversionistas y bosquejó lo que se conoce como la “Teoría de la preferencia por la liquidez”. Sus seguidores (aglutinados en la corriente postkeynesianas) han extendido esta teoría a otros ámbitos, como las decisiones de los hogares y el proceder de la banca privada y sus directivos. Todo bajo una relación del presente frente al futuro, en un contexto de incertidumbre. No obstante, existe una esfera que está en construcción, las decisiones económicas de los gobiernos. En los países en vías de desarrollo estas extensiones guardan ciertas particularidades, esta última mucho más. Los gobiernos forman reservas o fondos de ahorro para enfrentar la incertidumbre. ¿A qué niveles? Ese es el debate.
He convocado al maestro Keynes en esta columna porque en su teoría se esquematizó el principal problema de la economía inglesa durante la Gran Depresión (1929-1939) y, a través de esta, presentó como solución la intervención del Estado para reducir el exceso de liquidez. En Ecuador, los economistas ortodoxos buscan profundizar ese problema mediante un segundo Prestamista de Última Instancia (PUI), a pesar de que ya tiene uno establecido desde 2008 con la Red de Seguridad Financiera. Este segundo PUI funcionaría por medio de la hoja de balance del BCE, y no como un simple administrador.
La Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca) ha buscado posicionar el tema a través de sus informes. En ellos se enfatiza la necesidad aplicar normas macroprudenciales (Basilea III) mediante la implementación de fondos de ahorros (públicos) que permitan “limitar la prociclicidad” (Asobanca, 2018 y 2019, y Tapia, 13 de enero de 2020). Pero la figura de un fondo de ahorro para “supuestas” contingencias no alcanzaría y se necesitaría de un banco central independiente (aunque no se precise si solo del gobierno central, o también de la banca privada).
Por eso, Vicente Albornoz y Abelardo Pachano lo han analizado en sus columnas de opinión. Este último ha establecido que los activos del BCE deben ser entre 2 y 3 veces mayores que los pasivos, con el fin de tomar medidas contracíclicas “eso sí, sin financiar ni los déficits públicos ni convertirse en una ventanilla rutinaria del sistema financiero” (Pachano, 23 de agosto de 2019). Albornoz expresa “el gobierno ecuatoriano aumentó sus depósitos en el Banco Central […] eso es algo muy bueno. Complejo de explicar, pero muy bueno” (Albornoz, 2 de febrero de 2020). Economistas muy preferentes por la liquidez.
La pregunta es ¿para qué tanta liquidez? En mi columna anterior señalé que en la década de los noventa se promovieron comportamientos dañinos en la economía ecuatoriana. En 2021, se busca lo mismo. Sin embargo, la conformación de un PUI debe guardar un perfecto equilibrio entre salvaguardar la estabilidad del sistema financiero y no crear incentivos perversos.
Los banqueros no maximizan su
rentabilidad en el nivel que ellos aspiran porque existen “techos” a las tasas,
no permitiéndoles colocar créditos a clientes más riesgosos. Además, necesitan
de un PUI que los cubra “si las cosas salen mal”. Son las dos caras de una
misma moneda: liberalización de las tasas de interés y un PUI con la capacidad
de conceder créditos de solvencia al sistema bancario. De esta manera, si la
banca privada consigue estas reformas, tendría una banca central que
respaldaría su casi permanente desvinculación con los sectores productivos y no
necesitaría de altos niveles de liquidez por sí misma (Paredes, Brenta,
Maridueña y Pareja, 2020).
El problema en la lógica de Albornoz y Pachano, a través de la
hoja de balance del BCE, es que el PUI se conformaría con todos aquellos fondos
públicos que no se destinarían a superar los graves problemas estructurales de
la economía ecuatoriana, entre ellos, la pobreza y la desigualdad. Por lo
tanto, el objetivo de inmovilizar el ahorro a cifras estratosféricas de USD 19
000 millones “adicionales” y de redefinir la figura del BCE a través de una
reforma legal solo tiene una explicación, y no es la volatilidad de las
exportaciones e ingresos públicos: maximizar las ganancias de la banca.
Bibliografía
Albornoz, V. (2 de febrero de 2020). Depósitos al alza. Diario El Comercio. Recuperado de https://www.elcomercio.com/opinion/vicente-albornoz-depositos-alza-opinion.html
Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca) (2018). Boletín macroeconómico. Recuperado de https://www.asobanca.org.ec/publicaciones/bolet%C3%ADn-macroecon%C3%B3mico/bolet%C3%ADn-macroecon%C3%B3mico-noviembre-2018
Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca) (2019). Informe técnico: estándares regulatorios financieros internacionales. Recuperado de https://www.asobanca.org.ec/publicaciones/estudios-especiales/informe-t%C3%A9cnico-est%C3%A1ndares-regulatorios-financieros
Pachano, A. (23 de agosto de 2019). Prestamista de última instancia. Diario El Comercio. Recuperado de https://www.elcomercio.com/opinion/prestamista-ultima-instancia-abelardo-pachano.html
Paredes, G. J., Brenta, N., Maridueña, A., y Pareja, M. J. (2020). Ecuador: La prudencia financiera de la banca privada en dolarización (2001-2019). Revista Economía, 72(115), 51-67.
Paredes, P. L. (2000). El libro de la dolarización. Megagraph.
Tapia, E. (13 de enero de 2020). La banca necesita mejores reglas. Revista Líderes. Recuperado de https://www.revistalideres.ec/lideres/banca-reglas-creditos-indicadores-economia.html