Por Luis Varese 

         Introducción necesaria

Un breve análisis internacional no puede ser ajeno. Pandemia y guerra, crisis del neoliberalismo. Reacomodo geopolítico, donde la subordinación de la Unión Europea a los intereses de los Estados Unidos, generan crisis económica y, una situación de resurgimiento de corrientes nacionalistas y fascistas. Allí en la cuna del pensamiento occidental, destinado a la construcción de las ideas y la democracia, pero con vocación guerrerista como lo demuestran cercanamente, los dos siglos pasados y el presente. Esa Europa que debió dar muestras de una alianza euroasiática, que le hubiera dado poder y autonomía, y un contrapeso tan necesario para la paz mundial, optó por arrodillarse frente a los anglos y al Gran Capital, propio y ajeno.

Aumento de los precios de los combustibles fósiles. Calentamiento global, crisis alimentaria, destrucción de la naturaleza. A todo ello hay que añadir que los gobiernos dirigen cada vez menos, y son las grandes corporaciones financieras o los individuos más ricos del mundo, quienes  realmente ejercen el poder, sin importarles absolutamente nada más que sus ilimitados beneficios individuales. La codicia nos gobierna.

Nos encontramos ante una situación de cambio sustancial de época en lo social, lo político, lo económico e incluso de la naturaleza.  

Caminamos hacia un mundo de relaciones multilaterales o un mundo policéntrico, allí Nuestramérica debe encontrar su ubicación, en la unidad regional y el Ecuador no puede quedar ausente en esta batalla.

Contrariamente a lo que pregona la prensa mundial, son los países que tienen gobiernos de democracias populares y/o socialistas, quienes menos han sufrido estos impactos o incluso tienen balances positivos, en Nuestramérica Venezuela, Bolivia, Nicaragua, mantienen tasas de crecimiento importantes.

Cuba sufre el criminal bloqueo yanqui que es peor que una guerra, además de la repercusión que le tiene toda la crisis mundial.

Con este marco, descrito a gruesos brochazos, la propuesta que surge no puede ser más que ganar todos los espacios democráticos y todas las batallas electorales y las de las calles. La Humanidad así  lo demanda.

  1. Identificamos tres grandes actores y sus satélites en el proceso político ecuatoriano. En primer lugar la Oligarquía que nos gobierna con importantes crisis de representatividad, pero que resuelve sus contradicciones, apenas ve amenazados sus intereses y sus ganancias. A esta oligarquía financiera, de la extracción y de la producción se le suma el apoyo de transnacionales petroleras y mineras y por supuesto la presencia muy activa y prepotente, de la Embajada de los Estados Unidos, que otorga visas como certificados de buena conducta, a ciudadanos ecuatorianos, y la Cancillería humillada no dice esta boca es mía.

Con respecto a los EEUU, hay que recordar que no le perdona a la Revolución Ciudadana, el coraje de haberles quitado la base de Manta, cosa que no se atrevió ningún otro gobierno, sino que más bien en esos días, se abrían bases en Argentina, Brasil, Perú, Colombia.

A este mismo bloque se le pueden sumar sectores políticos como la Izquierda Democrática o un sector del Partido Socialista que anda al garete buscando patrones, y otros originarios del movimiento indígena, subordinados a estos intereses.

En este mismo grupo entran los intereses del narcotráfico vía la banca, el lavado de dinero, los controles locales y el financiamiento a las campañas electorales, contrariamente a lo que dice la prensa hegemónica y el propio gobierno, de que apoyan al correísmo.

La violencia desatada en los últimos 5 años en el país, está ligada a intereses muy superiores a las bandas criminales que la ejecutan y, corresponde a una estrategia represiva destinada a justificar métodos fascistas y antipopulares cuyas expresiones más silvestres son la alcaldesa en Guayaquil y Andrés Páez en Quito. Desafortunadamente en este marco de violencia delincuencial, se encuentran sectores de la Policía Nacional, que pasó de ser la Policía al servicio de la sociedad y una de las instituciones más respetadas durante el “correísmo”, a ser la Policía militarizada al servicio de la oligarquía. De otra manera no se explica el retroceso brutal producido en los últimos 5 años.

  • En segundo lugar el otro gran actor es lo que se llama el correísmo, que agrupa  grandes sectores populares y de clase media y que expresa diversos intereses de clase e individuales, beneficiados por las importantes reformas que introdujo la Revolución Ciudadana. Este sector se expresa fundamentalmente en el frente electoral y como  resultado, tiene presencia mayoritaria en la Asamblea Nacional. Al  haber decidido no construir partido o movimiento orgánico, su capacidad de movilización se circunscribe a las campañas electorales y en menor medida logra organizarse a la cola de acciones del movimiento social.

Dado el alto nivel de pauperización de la población nacional (para que tengan una idea, solo en Quito hubo una fila de 6 mil personas para aplicar a 200 puestos de ayudante de barrendero de la empresa EMASEO).

Las propuestas organizativas de protesta son catalizadores del movimiento popular y en ello la Revolución Ciudadana no ha tenido mayor expresión en los 3 últimos años.

El motivo no queda claro, pero lo que sí es evidente que prácticas verticalistas en la selección de dirigentes y candidatos, alejan a muchos militantes y dirigentes populares.

A pesar de los factores negativos descritos, el correísmo sigue convocando grandes sectores de la población y Rafael Correa, él mismo, es el dirigente nacional de mayor reconocimiento en la conciencia e imaginario político/electoral del país así como a nivel internacional.

  • En tercer lugar se encuentra el Movimiento indígena con la CONAIE como expresión gremial. Este espacio político ha sido ocupado en base al desarrollo de un gran esfuerzo histórico y de luchas que vienen desde más de 30 (¿500?) años atrás y que hoy día suma y combina una importante fuerza democrática interna en su organización, propia de las asambleas de las comunidades andinas y amazónicas. Hoy,  una posición ideológica firme contra el neoliberalismo y por el socialismo en su dirigencia. Es indudable la capacidad de sus líderes con la cabeza de Leonidas Iza y de Nathya Chalá y otras y otros dirigentes jóvenes y ancianos del Ande y la Amazonía.  Es fundamental ver las formas ancestrales de organización y de respeto a los acuerdos de asamblea, para entender la firmeza de los mismos.

Es esta combinación de lo ancestral y arraigado, con la perspectiva estratégica de la construcción de una opción anti neoliberal,  lo que permite el diseño de una táctica y estrategia que logran avanzar en la propuesta de una opción nueva de construcción de un modelo de Soberanía Nacional y defensa de la Patria en el Ecuador. Es esta misma combinación que sirve de diseño para la unidad en la diversidad y por lo tanto también, para la integración de la Patria Grande.

Qué combina esta propuesta y qué aporta a la Unidad. Combina, en primer lugar el respeto a las culturas y saberes ancestrales, su modernización y aplicación en la construcción política.

El respeto a la naturaleza y la creación de soluciones que resuelvan la autonomía alimentaria combinadas con lo eco sustentable. Nuevamente la unidad y la diversidad entendidas como parte del Sumaq Kawsay o el Buen Vivir y la Abya Yala, Nuestramérica.

Para liderar la unidad del pueblo ecuatoriano debe superar el patriarcado como ideología dominante (un gran esfuerzo lo está haciendo la dirigencia de la CONAIE). Debe superar esa falsa dicotomía de correísmo-anticorreísmo. Es decir su hegemonía y su fuerza debe permitir encontrar los puntos de acuerdo en cada comunidad, barrio, parroquia, cantón, municipio. Esa es la tarea, muy difícil, pero muy posible, si hay la voluntad política.

  • Las mesas de diálogo, la Asamblea Nacional y las elecciones seccionales: el momento que se viene. La Unidad tiene etapas y formas.

Sin duda el momento político es muy complejo. Las mesas de diálogo, aunque parezca contradictorio, son un respiro para el Gobierno y a la vez un triunfo del Paro Nacional. Dependerá de los resultados y noventa días son muy largos. Por ahora los éxitos son relativos y los impactos en la población casi no se perciben. Es pronto para saberlo, pero es fundamental estar consciente que  no es posible fiarse de una lumpenoligarquía que manda sus dineros fuera del país para no pagar impuestos, que usa los dineritos de los migrantes para pagar las “deudas” y que usa este pago de las deudas para aumentar el valor de los bonos que ha comprado al estado a 40% de su valor real.

La  Asamblea Nacional ha cambiado en el diseño de la correlación de fuerzas. Los motivos son varios, entre ellos el propio Presidente Guillermo Lasso, se alió con Pachakutik traicionado a su aliado Social Cristiano. Gente que parecía medio progresista como la izquierda democrática, terminó aliándose con la derecha. La tibieza inicial de UNES pasó a calentarse.  El patético desempeño de la ex presidenta del Parlamento, Guadalupe Llori, y los sectores que tratan de responder a sus bases  en Pachakutik generaron contradicciones internas que han permitido encausar de otra manera a la Asamblea. La presencia de Marcela Olguín, impecable y proba personaje de la anticorrupción, el sorprendente Saquicela, pueden abrir nuevas fuerzas para cualquier opción más democrática que pueda jugarse. Es un marco, que comparado con el anterior, mejora  lo positivo y la esperanza.

  • Es en las elecciones seccionales donde encontramos el desafío entre la práctica y la teoría, es donde veremos si amamos a la Patria o a los bolsillos y las vanidades.

 Aunque suene simple, es donde se cuecen las habas, revienta el chulpi y fermenta la chicha. Es en esas decisiones desde lo parroquial, cantonal, municipal o la prefectura, donde hay que concertar, escoger, conocer y ofrecer lo mejor de cada una, cada uno, incluso la renuncia.

Aquí es donde tendremos una importante (no la única, ni la más importante) prueba de construcción de unidad. Pocos días atrás un compañero decía que la democracia burguesa no es la única opción. Yo creo que en este momento es la opción más evidente de llegar al gobierno, no al poder, de abrir los espacios, de defender las conquistas, de combatir al fascismo. De lo pequeño a lo grande, de lo simple a o complejo.

¿Seremos capaces de esa unidad entre el movimiento indígena y el correísmo? ¿A nivel local? ¿A nivel de las alcaldías y prefecturas? Sueños de unidad, pero, ¿no es por ella que luchamos? ¿No le debemos esto al pueblo ecuatoriano? ¿No lo merecen los 18 muertos o asesinados en los 2 paros nacionales?

Con humildad, con firmeza de principios, por amor al país, sentarse hasta que concertar donde más se pueda. Establecer alianzas y avanzar. Aquí aún no hablamos de unidad, pero sí de alianzas del progresismo. Defender los espacios democráticos no es el asalto al cielo ni al Palacio de Invierno de San Petersburgo. Buscamos un buen alcalde o una buena alcaldesa para una ciudad bella y de dimensión muy  manejable aún.

Ya hay candidatos a la Alcaldìa de Quito. Pabel Muñoz por la Lista 5. Técnicamente de altísimo nivel e incorruptible, virtud enorme en estos tiempos. Pueden ser otros candidatos y candidata, María Luisa Maldonado y Jorge Yunda. Los tres ocupan el espacio del mismo electorado. Muy lamentable.

Doscientos años han pasado del  acuerdo entre San Martín y Bolívar. ¿No podemos concertar a nivel de una Junta Parroquial? Tal vez el 10 de Agosto nos ilumine. Esa es la tarea inmediata y de allí en adelante hasta asumir que hay nuevos dirigentes y nueva dirección política o renovada en todos los frentes en el camino de una Patria Soberana y en la ruta de la Patria Grande.

Por RK