Por Pedro Pierre

​Así es: ‘¡El neoliberalismo nos mata!” literalmente… Entonces salvémonos del “asesinato” … Los Indígenas de nuestro continente nos proponen la Civilización del Bien Vivir y Convivir… Y unos Pueblos negros de África tienen su principio “Ubuntu: Soy porque somos”, que vamos a profundizar brevemente.

EL NEOLIBERALISMO NO MATA

​No se cansa de repetirlo el papa Francisco: “Este sistema nos mata… porque es terrorista.  Detrás de las guerras está la industria armamentística, esto es diabólico. Que las grandes potencias dejen de ahogar y saquear a África. El mundo está dirigido por el supuesto determinismo de una economía sin ética, sin Dios, sin dignidad humana…” El papa pone el dedo en la llaga de nuestras desgracias y tocar los privilegios de los poderosos y la ceguera de los que buscan sólo su bienestar individualista. Por eso cada vez menos los grandes medios de comunicación no dan al papa el lugar que se merece al nivel internacional. Lo mismo pasa en nuestra Iglesia católica: Es silenciado, criticado y calumniado por los tradicionalistas de siempre y los menos tradicionalistas que buscan en su poder clerical privilegios y tranquilidad.

​La conocida y respetada organización internacional de defensa de los Derechos Humanos, Amnisty Internacional, con sede en Inglaterra, acaba de publicar su informe anual sobre la situación de estos derechos al nivel internacional. Sigue la situación de 153 países sobre 191 que cuenta nuestro planeta. Denuncia la destrucción de Ucrania y la falta de decisión de parte de los gobiernos de Estados Unidos y Europa para lograr la paz. Señala “el doble rasero de los Estados occidentales que se han levantado contra la ofensiva rusa mientras hacen la vista gorda ante graves violaciones de derechos humanos en otros lugares del mundo, o incluso han sido cómplices”. Nombra en particular al Estado de Israel resaltando que “2022 fue el año más mortífero desde 2006: En lugar de exigir el fin del sistema de apartheid vigente en Israel, muchos gobiernos occidentales han preferido atacar a quienes lo denuncian».

​Frente a la catástrofe de las migraciones masivas hacia Europa, Amnisty Internacional reconoce el esfuerzo hecho para acoger a los ucranianos que huyen de su país. Pero lamenta que no pase lo mismo con los que provienen de Medio Oriente y de África, en particular de Libia, Siria o Afganistán que se mueren por centenas ahogados en el mar Mediterráneo, negándoles poder acostar en algún puerto de Europa.“Los Estados no pueden criticar estas violaciones un día y al siguiente tolerar actos similares en otros países sólo porque sus intereses están en juego”.

​Por otra parte, Amnisty Internacional denuncia las violencias sistemáticas y excesivas de la policía y el ejército contra los manifestantes de 85 países del planeta que reclaman pacíficamente por sus derechos: Perú es uno de ellos. Estos últimos días hemos visto estas violencias por parte de policías franceses… La organización lamenta el abandono de Haití a su triste suerte de miseria y violencia generalizadas mientras no se sabe si existe un gobierno constituido… 

​Esta violencia generalizada de los gobiernos contra su población nos demuestra que estos defienden un sistema perverso que la gran mayoría de los ciudadanos del mundo rechaza porque los empobrece, los condena al desempleo, les niegan la salud y la educación y por encima los mata cuando protestan legítimamente. Es ahora evidente que el sistema neoliberal es de lo más perverso: lo vemos en Perú, en Ecuador y en Guatemala contra los Indígenas cuya población es mayoritaria en ese país. Lo hemos visto en Brasil con Bolsonaro, en Honduras, en Colombia. Y Chile no cesa de perseguir y marginar a los Mapuches.

​El sistema neoliberal no va más… pero preferimos nuestro pequeño bienestar individual y material que nos aporta. Nos hace cómplices de este sistema que destruye mental y socialmente. Cerramos los ojos sobre la corrupción y participamos de ella, sin darnos cuenta que el neoliberalismo sobrevive y crece por nuestra indiferencia y nuestra insolidaridad. El sistema neoliberal se beneficia del comercio de la droga y de la violencia que genera. Los bancos se enriquecen extraordinariamente del dinero del negocio de las drogas, la trata de personas, la corrupción, las cuevas de ladrones que son los paraísos fiscales y la venta de armas.

​En vano nos aconseja la Biblia: “No te hagas amigo de uno más fuerte y más rico que tú. Juntarías un cántaro de arcilla y una olla de fierro. El uno golpearía a la otra y la quebraría”, dice el libro de Sirácides. O “El pan que mendigan es la vida de los pobres; el que se lo quita es un asesino. Mata a su prójimo el que le quita los medios para sobrevivir; retener el salario de un trabajador es lo mismo que derramar su sangre.” San Pablo escribe a su amigo Timoteo: “El origen de todos los males es la codicia del dinero”. Y Jesús nos orienta sabiamente al decirnos como utilizar correctamente nuestro dinero: “Con ese maldito dinero, háganse amigos” … ¡Cuánto tiempo más tendremos de sufrir y lamentarnos para entender estas cosas y decidirnos a cambiar: cambiarnos y cambiar este maldito sistema neoliberal! … porque ‘no es el pan que hace falta, sino la voluntad de compartirlo juntos’. El principio africano ‘Ubuntu’ nos ofrece la alternativa de la solidaridad.

‘UBUNTU’ ES SER YO A TRAVÉS DE LOS DEMÁS

​Nos morimos por el individualismo, la indiferencia, la soledad, el peso de los días. Eso es la cultura o más bien la anticultura del occidente capitalista que lleva a la competencia, la división, la violencia y la corrupción. Es un modelo que permea toda la sociedad. Por eso las clases medias se olvidan de la clase pobre de dónde provienen. Y muchos pobres sueñan con ser ricos… Hemos perdido el sentido de la dignidad por el individualismo perverso que se aprende en la familia, la educación escolar, las Iglesias, la profesión, la TV, el celular. Y nos morimos en vida. Vivimos como zombis, sin saber quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos.

​Estamos en el descalabro mundial de las desigualdades, el saqueo, las imposiciones económicas y políticas, las guerras, la destrucción de la vida humana y del planeta. Por eso las nuevas generaciones desconfían de un sistema capitalista que no les da ni seguridad, ni esperanza, ni empleo. Buscan y emprenden otros caminos. Por eso el papa Francisco interpela a los jóvenes: “¡Haga líos en la Iglesia y la sociedad! … No pierdan nunca la valentía de soñar y de vivir en grande… Sean sembradores de fraternidad y serán cosechadores de futuro, porque el mundo sólo tendrá futuro en la fraternidad».

​Las culturas indígenas son en este momento alternativas de sociedad. Ya la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador) lo proclamaron en 1994, cuando presentaron su primer proyecto de sociedad nacional basado en la cosmovisión del Bien Vivir y Convivir. La gran diferencia con el Occidente capitalista es el sentido de Comunidad, primera sobre las personas y a su servicio. La revolución francesa que marca el comienzo de los tiempos modernos para Europa y Estados Unidos, se basó en el individualismo de su lema: “Libertad, igualdad y fraternidad”. De allí nacieron los derechos individualistas del hombre y del ciudadano, que inspiran la actual declaración occidental de “los derechos del hombre” de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). El camino a los derechos humanos son los deberes esenciales que proclaman los Indígenas: “No mentir, no ser ocioso y no robar”. En caso contrario se destruye la Comunidad. El individualismo. el racismo y el complejo de superioridad del hombre blanco no impiden ir a lo esencial de nuestras raíces: la Comunidad es primera y al servicio de todos.

​De los pueblos pobres de África donde hemos nacido hace unos 350.000 años, nos viene más o menos el mismo mensaje. Se trata del principio llamado “Ubuntu” que puede traducirse como: “Soy quien soy a través de los otros”. La relación comunitaria es esencial para desarrollarnos como seres verdaderamente humanos. De no ser así volvemos a nuestras raíces de animal violento y sanguinario, al punto que podemos decir de muchos: “El hombre es un lobo para el hombre”.

​Recién leí un lindo artículo sobre este principio africano: “Ubuntu: el alma solidaria de África”. ¡Que calificación tan bonita! Contaba la historia de un europeo que quiso regalar un canasto lleno de alimentos a un grupo de niños africanos: Lo había puesto a cierta distancia para aquel que llegara primero adónde él. Sorpresivamente, los niños se dieron la mano y llegaron juntos adónde el canasto. Eso fue la vergüenza y la lección para el hombre blanco: “Comemos todos juntos, porque todos ganamos la carrera y juntos disfrutamos los alimentos del canasto”.

​Desenterremos nuestras raíces africanas, indígenas y humanas. Nos damos cuenta ahora hasta dónde llega la podredumbre del actual gobierno neoliberal y de aquel que lo precedió cuyos parientes están enjuiciados con él. Ya ha pasado el tiempo de los gobernantes salvadores de la patria, tal cómo se escribió hace unos años: “Álvaro, ¡sálvanos!” Las últimas elecciones nos demuestran que, organizados y valientes, podemos decir a nuestros gobernantes, legisladores, jueces y demás corruptela capitalista: “¡Ya basta!” Se trata ahora de profundizar en esta capacidad colectiva de orientar y decidir nuestro destino: Las organizaciones populares, sociales, sindicales son los mandantes de los partidos y movimientos políticos. Esa es la gran lección de las últimas elecciones. Juntos hacemos mejor las cosas. Hemos retomado el camino del alma humana: la Comunidad es primera, nos hacemos humanos a través de los demás, somos los artesanos del Bien Vivir y Convivir nacional que necesitamos. 

​¡Ahora, lo sabemos! El desafío es seguir poniéndolo en práctica juntos. Hemos comenzado, hay que continuar… con acciones cotidianas, tal como lo dice la poetisa chilena Gabriela Mistral: «Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino». De esta manera nos estamos constituyendo mejores seres humanos y por lo mismo mejor ciudadanos, porque “el poder está en nuestras manos” … Así lo quiso Dios, que nos ha hecho a ‘su imagen y semejanza’. 

​¡Que los jóvenes, apoyados por nosotros los adultos, se sientan capacitados para esta tarea!: Renovar radicalmente la sociedad, porque es su tarea ineludible inscrita en su ADN. La joven sueca Greta Thunberg, activista climática, es un ejemplo vivo de esto. Acaba de ser galardonada como Doctora ‘Honoris Causa’ por la facultad de Teología de la capital de Finlandia, Helsinki, que resalta «su trabajo inflexible y coherente por el futuro de nuestro planeta» en defensa de la casa común.

Por RK