Por Rodolfo Bueno
Asombra que algunos políticos de Ecuador pretendan justificar sus posiciones con dogmas ideológicos de derecha o de izquierda. No, señores Guillermo Lasso y Yuco Pérez, ustedes no son ni de derecha ni de izquierda. Si ustedes fuesen de derecha o de izquierda, deberían rechazar la intervención extranjera en nuestras elecciones.
La derecha y la izquierda se diferencian en la manera de dirigir una sociedad, la primera prioriza la propiedad privada sobre los medios de producción y la segunda, busca el control del Estado sobre los mismos, pero ambas ideologías defienden a raja tabla la soberanía nacional. Lenin, que era de izquierda, en este aspecto actuaba igual que De Gaulle, que era de derecha.
Además, ustedes ni de lejos son democráticos porque, en ausencia de los otros catorce candidatos y, más que nada, de Andrés Arauz, ganador de la primera vuelta presidencial, y sin que el Consejo Nacional Electoral proclamara los resultados oficiales, ni se sepa cuándo lo hará, en un conciliábulo vergonzoso han acordado el recuento del 100% votos de la provincia del Guayas y del 50% en otras dieciséis provincias del país; todo ilegal e inconstitucional.
Pamela Aguirre, parlamentaria andina, declaró: “Hemos interpuesto una serie de recursos sobre todo ante los observadores internacionales. Lamentablemente, la OEA es de los principales observadores, que avala todas las irregularidades e ilegalidades y ha aplaudido este acuerdo extrajudicial de los perdedores”. Sostuvo que el CNE y el Tribunal Contencioso Electoral lo único que hacen es alargar el tiempo, no cumplir con los plazos y poner en vilo a la ciudadanía, que ya necesita una respuesta. Explicó que el Código de la Democracia establece claramente cuáles son las causales para un recuento: “inconsistencia en las actas e inconsistencia numérica; pero no dice en ningún momento que los dos candidatos perdedores puedan pedirlo porque no se encuentran felices con el resultado”.
Eso sí, Luis Almagro, Secretario General de la OEA, y Julie Chung, subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, impartieron su bendición sacrosanta a ese corrillo, que dizque garantiza mejor la voluntad de los ecuatorianos. A otro perro con ese hueso confabulativo.
Ambos personajes son controvertidos, Almagro, no sólo por haber orquestado el golpe de Estado en contra de Evo Morales, ex presidente de Bolivia, sino por toda su actitud poco democrática y alejada de la posición de Pepe Mujica, a quien le debe su carrera política, y la Sra. Julie Chung, producto de una elección más torcida que cuerno de cabra, porque era mucho más probable que todos lo burros del mundo vuelen antes de que la veamos intervenir en nuestros asuntos internos, lo que genera sospechas sobre lo que subyace debajo de este malhadado recuento de votos.
Para colmo de los colmos, y a pedido de Diana Salazar, Fiscal de Ecuador, arribó a Quito Francisco Barbosa, Fiscal General de Colombia, dizque para aportar pruebas a la acusación difundida por la Revista Semana, de que Arauz habría recibido apoyo económico de la guerrilla del ELN de Colombia, información que busca torcer la voluntad democrática del Ecuador y es calificada de dudosa por la misma directora de ese medio de comunicación.
Andrés Arauz denunció la acusación sobre su supuesto vínculo con el ELN como un plan para desplazarlo del balotaje. Según Ernesto Samper, ex presidente colombiano, “puedo afirmar que estas versiones son una infamia y forman parte del juego sucio que desde Colombia orquestan los sectores radicales de la derecha de los dos países, para interferir en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ecuatorianas” y, de acuerdo al Grupo de Puebla, se trata de otro intento de las élites regionales para desprestigiar a Andrés Arauz, en un intento de golpear a la democracia en Ecuador, realizada desde Colombia y protagonizada por sectores cercanos al ex presidente Álvaro Uribe, como son el mismo Barbosa y la Revista Semana. Lo asombroso es que en el video, supuestamente grabado en la selva colombiana, se escucha el grajeo de pájaros que habitan sólo en Ecuador y no en Colombia, donde se dice que pasó la rueda de molino, que pretenden hacernos tragar.
No podía escogerse mejor país, pues Colombia es escenario de la matanza diaria de sus dirigentes populares y su tierra esta encharcada con la sangre del más de medio millón de muertos producidos luego del asesinato de Gaitán; además, según informes de inteligencia militar estadounidense de 1991, Álvaro Uribe estaba vinculado a negocios relacionados con las drogas en Estados Unidos y a los paramilitares; ha trabajado para el Cartel de Medellín y era amigo personal cercano de Pablo Escobar; su padre fue asesinado en Colombia debido a sus conexiones con los narcotraficantes. Lo que pasa es que, según afirma el Servicios de Seguridad de EEUU, “los vínculos de Uribe con una organización terrorista eran mucho menos importantes que su desempeño como presidente, que Estados Unidos veía favorablemente”. No hay que olvidar que Uribe manda en Colombia todavía.
Todo esto es público y lo conoce cualquier periodista medianamente informado; sin embargo, en el Ecuador actual, los medios de comunicación no son imparciales ni objetivos, más bien son una máquina para lavar cerebros con la finalidad de controlar la vida de todos y se han convertido en un sistema corrupto cuya deshonestidad impide a la gente conocer lo que realmente sucede en el país y el mundo; sus debates, si los tienen, no son de altura porque, prácticamente, todos los participantes opinan lo mismo.
Por eso aparentan no ver nada ni saber nada y olvidan que nuestras tradiciones libertarias nacieron desde las tempranas horas de la patria, que para Olmedo las leyes son sabias si hacen felices a los pueblos; luego estampará estas ideas en el Reglamento Provisorio del Gobierno de la Provincia Libre de Guayaquil. He ahí lo moderno del ideario nacional: la felicidad del ser humano debe estar por sobre todo. Olmedo, en la Proclama a la Nación, suscrita por el Triunvirato que sustituyó a Flores luego de la Revolución Marcista de Guayaquil, y del que fuera su presidente, defendió los derechos del hombre que conducen a la auténtica libertad.
Olmedo es prócer de Ecuador y también de América Latina, pues, luego de que los próceres del 10 de Agosto de 1809 fueran ejecutados para impedir la independencia, postuló y propaló las ideas libertarias, que se habían enraizado en todos los ámbitos de Latino América y que regirían al Ecuador soberano, democrático e independiente. Es este grito de libertad el que se quiere eliminar con la actitud sumisa y servil de quienes pretenden apagar la llama independista que renace en nuestro continente.
A buena hora, Guillermo Lasso emitió críticas al acuerdo entre él y Pérez y a la posibilidad de que haya un fraude: “El acuerdo es para evidenciar la transparencia de la votación del pueblo, descartando un presunto fraude, y no fraguar uno”. Pidió al CNE a no caer en actos ilegales y hasta delictivos en caso de abrir urnas sin que la parte del reclamante presente las actas correspondientes con la identificación de las inconsistencias, que se debía proclamar los resultados oficiales de la primera vuelta y que el recuento debía tener el respaldo de los dieciséis candidatos que compitieron. La pregunta del millón: ¿Lasso lo hizo porque se le subió la mostaza o porque al hacer bien las cuentas encontró que en un hipotético recuento Arauz tendría sobre el 40% de los votos, necesarios para ganar en la primera vuelta? Amanecerá y veremos.