Por Luis Varese
- El escenario
Economía dolarizada, 7 puertos de salida al mar y alguno más hacia el Amazonas. Tres gobiernos que en siete años han logrado desestructurar al Estado, desmantelar políticas públicas, destruir la seguridad ciudadana como práctica y como concepto, desinstitucionalizar a la Policía Nacional, destruir la salud pública y la educación, entregar la política internacional y abrir las puertas a la Mafia Albanesa, colocándola en confrontación a los cárteles mexicanos que actúan en el país. Tres elecciones derrotadas. La primera por un error de selección del candidato (error que muchos cometimos) y por la traición de ese sujeto inimaginable y abyecto. La segunda y la tercera derrotados a manos de un banquero y de un bananero. Ambas se perdieron por pocos votos, lo que da casi un 50% del electorado que aún recuerda un progresismo o una izquierda capaz de defender la Soberanía y redistribuir la riqueza a pesar de la brutal campaña anticorreísta, que en Ecuador emula al anticomunismo de los años 50.
Todo ello en el marco de un crecimiento exponencial de la posesión de armas por parte de las bandas delincuenciales y de la copia de acciones realizadas con anterioridad en Colombia y México, como colgar cadáveres en los puentes, sicariato, cobro de vacunas y lanzamiento de bombas contra espacios de la policía o incluso de la sociedad civil.
Esta es la arena donde se juega el futuro de esta porción de la Patria Grande
- La estrategia imperial
Estados Unidos necesita urgentemente la sumisión de América Latina y en particular de América del Sur. Claramente lo anunció la generala Laura Richardson jefa del comando Sur del ejército de ese país. Litio, petróleo, tierras raras, metales preciosos, agua, oxígeno son factores de seguridad nacional para los EEUU, dijo. La confrontación hegemónica con China, exige velocidad en la ocupación de Nuestramérica.
La punta de lanza de la colonización de Ecuador son las bandas delincuenciales ligadas al narcotráfico. Lo habíamos analizado en artículos anteriores, de cómo la utilización de estos grupos iba a traer como resultado la militarización del país, muy aplaudida por la mayoría incluyendo sectores populares y progresistas como algunos de la Revolución Ciudadana.
El decreto 111 da a las bandas delincuenciales un estatus de “actores no estatales beligerantes” y ello es sumamente grave. Los coloca a nivel de estructuras político militares capaces de derrotar a las Fuerzas Armadas, situación, que no es real.
Los primeros resultados son de mucha violencia, contra la población barrial. Al parecer hay 1900 detenidos, muchas escenas de golpizas e incluso tortura. Persecución a los que llevan tatuajes (como si fuera delito), a los jóvenes, a los negros. Hay una persecución racista. Seguramente algunos son efectivamente parte de los que actuaron como cobradores de vacunas o incluso sicarios. Probablemente gran parte de ellos han sido denunciados por la población del barrio, que hoy aplaude esa violencia del Estado, sin pensar que mañana ellos serán las víctimas, a la primera protesta, contra el alza del IVA por ejemplo.
La embajada estadounidense, se ha anotado un punto muy grande. Está abierta la puerta para la entrada de soldados armados, equipamiento y contratistas extranjeros, con estatus de funcionarios internacionales, exención de pago de impuesto y sujetos exclusivamente a tribunales estadounidenses. Por otra parte, este acuerdo incluye el uso gratuito del Espacio Geoestacionario, se entrega de esta manera importante porción de la soberanía y de los recursos propios del Ecuador relacionados a las comunicaciones. Esta carta de intención (Memorandum of Understanding, MOU) fue firmada por el ex presidente Guillermo Lasso y con este decreto 111, se consolida la factibilidad de su aplicación.
Efectivamente la violencia es mucha. Centenares de muertos en las cárceles y en las calles. La toma del canal de televisión TC, fue como un detonante muy adecuado, que dio pie a esta respuesta. Hoy todo está preparado para las medidas económicas que quiere la extrema derecha y que disfrutarán los grupos oligárquicos que gobiernan al país. Pero, y sobre todo, para el ingreso, aclamado por el gobierno, de tropas y asesores estadounidenses y, cómo no, israelíes.
- Las medidas económicas
Es más rentable financiar un presidente que pagar los impuestos, dice mi hijo. Privatización de los recursos energéticos, que se ha presentado con otro nombre y son alquileres y no ventas, pero el resultado será el mismo. Aumento del costo de la energía, entrega de las ganancias a los grandes emporios privados nacionales y extranjeros. La ley que propone el aumento del IVA del 12 al 15%; la precarización laboral, la impunidad en la evasión de impuestos, la liberación del impuesto a la salida de divisas, el pago puntual de la deuda con el FMI, la reducción del Estado, la reducción del apoyo a los gobiernos municipales. Es decir, el conjunto de medidas son la receta del FMI.
Todo ello respaldado por la declaración del Estado de Guerra y Conflicto Interno, promulgado en el decreto Ejecutivo 111.
Algunos compañeros y amigos dicen y escriben que este decreto es un error jurídico. No lo es. Es una decisión bien pensada y elaborada para que, en cortísimo tiempo, el gobierno de Daniel Noboa, pueda ejecutar lo que se ha venido gestando desde el Gobierno del traidor Moreno, el de Guillermo Lasso y hoy, a dos meses de haber asumido la Presidencia, el joven Noboa se encuentra con el país en sus manos, sin ninguna protección legal para sus habitantes y con la puerta abierta para la presencia militar extranjera.
Un récord de velocidad del que puede bien vanagloriarse el Embajador estadounidense.
- La construcción del fascismo en Nuestramérica
Desde la instrumentalización de las pandillas juveniles en El Salvador, Honduras y Guatemala, hasta la utilización del dinero de los tráficos y de la droga misma, la política de los Estados Unidos ha sido seriamente dirigida a destruir la democracia y cualquier forma de progresismo y las opciones socialdemócratas en América Latina. Les recomiendo buscar información sobe el caso Irán-Contras y el papel del coronel Oliver North en estos roles.
Con la excepción de Cuba, Nicaragua y Venezuela, países contra los que el ataque ha sido brutal a través del bloqueo económico o los intentos de agresión militar con mercenarios, como en el caso de Nicaragua (Julio 2018) y Venezuela, más de una vez; la opción que han jugado los think tank yankis, es la de la construcción de fuerzas fascistas en nuestros países.
Brasil, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, Honduras, México, sufren los embates de esta respuesta del gran capital neoliberal. Para ello han contado y cuentan con el apoyo ideológico de VOX, desde España y por supuesto de los ex presidentes (cuyo cordón umbilical es el proyecto vendepatria) y de intelectuales como Vargas Llosa, y otros provenientes de la misma madre ideológica.
El elemento “nuevo” es la utilización del lawfare. Es decir, del poder judicial dedicado a dirigir la persecución contra los políticos progresistas, sostenido por la campaña infame (fakenews) de los medios de comunicación masiva de los propietarios del mundo financiero y de miles de troles en las redes sociales.
En el caso ecuatoriano, hay que añadirle la utilización muy eficaz de la delincuencia agrupada en bandas del crimen organizado. Este proceso que se ha ido construyendo desde la salida del gobierno del presidente Rafael Correa. No olvidemos que la estrategia de Seguridad Ciudadana durante ese gobierno, estaba enmarcada por un conjunto de políticas públicas que sostenían el bienestar de la población. Esto ha desaparecido. Ha sido destruido exprofesamente.
Ello ha desembocado en una violencia inaudita en todo el país. Se ha pasado de 5 a 43 asesinados por cada 100 mil habitantes. En las cárceles, más de 400 detenidos muertos, el asesinato de 7 dirigentes políticos, el crimen contra todos los testigos (8) de la muerte del candidato presidencial Fernando Villavicencio, entre otros temas de la violencia narcopolítica.
Los delincuentes comunes, los chicos pobres del barrio, se han vuelto los gladiadores del neoliberalismo. Esclavos de las armas para justificar la militarización y garantizar la impunidad de los ricos que están contra el aborto, pero a favor del asesinato y la eliminación física en las cárceles. Cuánta hipocresía, cuánta codicia.
No existe un solo detenido por el real lavado de dinero que es a través de los bancos.
Probablemente la militarización traerá unos meses de disminución de la violencia callejera, pero como demuestra el asesinato del fiscal que investigaba la toma del canal de TV, el día de ayer, no eliminará el crimen político selectivo.
Esta estrategia de militarización ha fracasado en los últimos 50 años en México y Colombia. Repetir lo mismo para qué. Me corrijo, ha fracasado para los pueblos. Ha triunfado para las oligarquías. Nunca los bancos han ganado tanto, nunca los paraísos fiscales han crecido tanto. Nunca la banca yanki ha recibido tanto dinero libre de impuestos.
- La respuesta política contra la brutalidad neoliberal
No existe otra opción que la UNIDAD. La unidad en un frente amplio antifascista.
Las mujeres y los hombres de buena voluntad y de amor a la Patria y sus habitantes, repito, y sus habitantes, deberemos unirnos con la indispensable humildad. No hay fuerza hegemónica ni mayoritaria que valga en este momento. La debilidad expresada frente al enemigo, no es muestra de vocación patriótica, es simplemente debilidad y esperanza absurda de que el gran capital decida ser bueno y compartir. ¡Absurdo! En el caso de Ecuador la unidad deberá ser forjada entre Revolución Ciudadana, Pachakutik, Yasunidos, Mujeres en todas sus organizaciones, los intelectuales de izquierda y los progresistas, los movimientos culturales y juveniles, los jóvenes. Los alcaldes, alcaldesas prefectos y prefectas, deben sumarse ante este esfuerzo antifascista.
Álvaro García Linera dice que la palabra fascismo la entendemos solamente los mayores de 60 años. Busquemos otra palabra, pero por favor no le regalemos las palabras libertad o libertario a los misóginos, homófobos, violentos, brutalmente represivos, perseguidores de la cultura, racistas, femicidas, infanticidas, esclavistas, que se identifican con esa extrema derecha neoliberal y que se hacen llamar, consentidamente por mucha izquierda, de “libertarios” recurriendo a antiguas recetas económicas.
Si en estas elecciones pierde la democracia, el progresismo, la izquierda, vendrán días mucho más oscuros de los que hoy tiene el Ecuador.