Por Luis Varese

“¡Civilización o muerte! fue la consigna de los bárbaros civilizadores. Casi gana la muerte. Quedaron vivos a pesar del exterminio. Regresarían. Volveré y seré millones, como diría mucho más tarde Túpac Katari.” (Aldo Díaz Lacayo. Sincerar la Historia, Foro Nicaragüense de Cultura)

Tres hechos relevantes mueven las noticias cuando escribo estas líneas.

  1. El impune genocidio contra el pueblo palestino en Gaza. Soberanía o muerte, literalmente.  

El genocidio-infanticidio, quedará en la historia de la humanidad como un hito del cual dentro de 500 años seguiremos avergonzándonos. El apoyo de los EEUU y de la Unión Europea, los condena. A nosotros el silencio y la incapacidad de encontrar respuestas efectivas, casi nos hace cómplices. Digo casi porque sí hay movilizaciones en las calles, pero aún nos falta ejercer ese poder popular. La cita de Aldo Díaz Lacayo, “Civilización o muerte”, es vigente para nuestros días. En Gaza está avanzando la muerte respaldada por “la civilización”.

Netanyahu, la encarnación demoniaca del bíblico dios Baal, sabe que las palabras de condena que recibe, son ladridos de perros encadenados a su propia codicia infinita. Ladran y no muerden, no dejan de venderle armas o considerarlos en sus presupuestos presentes y futuros. Privilegian sus cuentas bancarias sobre la vida y la muerte, de mujeres y niños.

La destrucción de Gaza y la decisión tomada y respaldada por Trump de ocupar totalmente ese territorio es una violación de todo acuerdo internacional. De cualquier derecho humano, de cualquier convenio sobre la guerra.

La Soberanía de Palestina no existe para Israel ni para sus socios occidentales. Los Palestinos y palestinas no existen. Son una molestia que hay que eliminar. Así tratan a África, así nos tratarán cuando lo decidan, si no nos unimos en Soberanías.

  • El triunfo electoral en Venezuela, Independencia, Dignidad y Soberanía

No quiso participar la oposición ultraderechista. Intentó sabotear las elecciones. La oposición no tiene propuestas.  Digan lo que quieran, el hecho objetivo es que el mapa político venezolano es de la Revolución Bolivariana. El 42% salió a votar y 22 de 23 Estados estarán gobernados por el PSUV y sus aliados.

En la Asamblea Nacional el 82% de diputadas y diputados corresponden a la Alianza de la Revolución Bolivariana, el 18% a la oposición.

Se abre en este ejercicio parlamentario, la posibilidad de importantes cambios en el sistema electoral, abriendo espacio al sistema comunitario creado por la Revolución Bolivariana.

Una democracia directa, desde las bases, en todas las decisiones que le atañen.

Ya comenzaron a decir que el ejercicio electoral no sirve.  La historia es conocida. Si gana la oligarquía, sirve y es incuestionable (caso de Ecuador con fraude vergonzoso y evidente); si gana el pueblo, cualquiera sea su representación, es fraude, o la elección ya no es buena, o el pueblo no sabe votar (como dijo Mario Vargas Llosa).

Y aquí hay que reflexionar y analizar muy bien ese 50% que no salió a votar (dejemos un 8% que no sale nunca). Cada batalla debe ser analizada a fondo y ver de qué sectores proviene, qué nos faltó, dónde fallamos. La lucha antifascista no debe dejar espacios al enemigo. Porque este no es un contrincante electoral solamente, hay un importante sector de fascismo organizado mantenido y alimentado desde los EEUU y Europa, que se ha vuelto enemigo activo y violento en varios de los países de Nuestramérica.

El electorado venezolano votó con firmeza y coraje por la Soberanía, por el poder popular por el legado de Bolívar y del Comandante Chávez. Ese el hecho y así se camina rumbo a la democracia popular, les guste o no, con Nicolás Maduro.

  • Juicio al Poder Judicial en México. Votos Soberanos en un espacio privado de la oligarquía.

Con un coraje ejemplar, el Gobierno de la Cuarta Transformación, el gobierno de Morena, ha convocado para mañana domingo 1 de junio elecciones para escoger jueces y magistrados.

Democratizar al Poder Judicial, encomendándolo al voto popular es algo realmente audaz y probablemente la única forma de quebrar el espinazo, de un poder que siempre ha estado al servicio de las oligarquías, con sus excepciones honrosas.

Seguramente la experiencia tiene fallas de comunicación e información y difusión sobre los candidatos a jueces y aún no se tiene el mecanismo más adecuado. En México el voto no es obligatorio y la tasa de participación en las elecciones presidenciales, que son las que tienen mayor participación ciudadana es de 60% aproximadamente. En las seccionales fluctúa entre el 25% al 50% según los Estados, y según el cargo por el que se vota, Alcalde, Diputados estaduales, Gobernador o Gobernadora.

La presidenta Claudia Sheinbaum, enfrenta con sereno coraje dos elementos de coyuntura complejos, uno es el asesinato de dos jóvenes colaboradores de La Jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada.

Ximena Guzmán y José Muñoz, su secretaria personal y el jefe de asesores de su gabinete, fueron ultimados con precisos disparos de un profesional. Aún no se tiene la información del origen del autor ni de los autores intelectuales.

El otro es la huelga de un sector del magisterio quien pide sustantivas mejoras en el sistema de pensiones que fue comprometido durante el gobierno de AMLO. Este tema ha encontrado espacio en sectores radicales de la izquierda, dentro del mismo gremio, que plantean sabotear las elecciones del 1 de Junio, coincidiendo, extrañamente, con los planteamientos de la derecha que se opone transformar al poder judicial. Digo extraña coincidencia, exclusivamente política, pues nada tiene que ver la elección de jueces con el tratamiento diferenciado de pensiones, afores, año de la jubilación, y otros. Nada tiene que ver. Simplemente es un chantaje político que beneficia a la derecha.

Ya de por sí la elección de juezas y jueces es un proceso muy complejo que implica una apuesta difícil, a ello se le añade el lógico sabotaje de la derecha interna y externa. Incluso han llegado a expresiones críticas contra estas elecciones congresistas yankis, el ex embajador de los EEUU y el propio Marco Rubio, secretario de Estado. Es decir a los gringos no les gusta que cambien y democraticen el Poder judicial. Les quitan de esta manera un instrumento de control político, tal como se ha demostrado.

El enorme respaldo popular con que cuenta la Presidenta le da serena confianza, sin embargo insisto no hay que descuidar la fuerte ofensiva de los sectores oligárquicos, que siempre consideraron al Estado como un botín; o desde los EEUU, que consideraron a México como un socio menor, al cual hay que explotar de manera inmisericorde.

A esto se le añade,repito,  la incomprensible (salvo en una estrategia conjunta con la derecha) actitud del CENTE y sus dirigentes que amenazan con boicotear estas elecciones, como si ello  les beneficiara en algo.

Por qué odian la Soberanía.

Simple y llanamente porque les malogran los negocios personales y corporativos. Nada tiene que ver con el nacionalismo, salvo como instrumento político del fascismo. En rigor, tiene que ver con la billetera y la cuenta bancaria. Punto.

Para nosotros la soberanía es democracia, es redistribución, es independencia y solidaridad entre los pueblos. Para nosotros la Soberanía es la lucha de los pueblos de Nuestramérica contra el colonialismo pasado y presente. Para nosotros la Soberanía es salud gratuita y de calidad; es Soberanía alimentaria, la defensa de nuestra riqueza en la biodiversidad, en control de nuestras semillas; la soberanía es el control de los recursos naturales y el manejo de la energía al servicio del pueblo; es la educación pública, laica, gratuita y de calidad.

La soberanía no se negocia, se defiende con las armas en la mano, decía Sandino y expulsó al invasor.

Claro que odian a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Claro que nos les gustan los gobiernos de México, Colombia, Honduras, Brasil.

Claro que quieren dar Golpes de Estado contra Díaz-Canel, Maduro, Ortega, Xiomara Castro. Claro que quieren botar a Claudia Sheinbaum, Gustavo Petro, Lula.

Y no cejan los esfuerzos en ello. México es en este momento el peligro más grande, porque no sólo es el país fronterizo, sino porque su gobierno está dando muestras de firmeza y de no retroceder en puntos clave. Hay concesiones, pero lo fundamental de la Soberanía se mantiene con un estilo no confrontativo que desarma muchas de políticas yankis.

Cuba heroica no requiere recordatorio especial. Su defensa, ante el espantoso recrudecimiento del ilegal bloqueo, se defiende con su pueblo.

Nicaragua mantiene y sostiene la Soberanía justamente con la redistribución de la riqueza y el Estado al servicio del pueblo.

Venezuela, construye opciones populares cada más más audaces y diferentes. Fortalece la democracia y contribuye al antifascismo a nivel mundial.

Ah, pero no nos gusta el Partido único; no nos gusta la dupla Ortega/Murillo; menos nos gusta Nicolás Maduro con su estilo caribeño-tropical.

La verdad que salvo alguna opinión interesante, que no beneficie al enemigo, no importa lo que piensan desde esa supuesta izquierda democrática y civilizada que no logra bajar de la tribuna, y menos aún desde esa izquierda infantil, que no tiene la sensibilidad de las necesidades reales del pueblo.

A quienes sí les gusta es a los pueblos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, o Brasil, Colombia, Honduras y México,   tal como consta en los gráficos electorales.

La Soberanía, la Dignidad, la Independencia, la redistribución es el común denominador de esos gobiernos.

Por RK