Por ​​​​Luis Varese

Nuestra América es el ensayo de José Martí publicado en 1891, es el gran llamado a la unidad contra el Imperio, que recoge las acciones siguientes a las del Libertador Simón Bolívar. Sandino recoge ese espíritu, esa espada, que empuñada con firmeza expulsa al invasor yanqui de territorio nicaragüense. Luego el Frente Sandinista de Liberación Nacional, culminaría la expulsión derrotando al “último marine yanki”, Anastasio Somoza.

Las nuevas generaciones de América Latina, poco conocen de Sandino, “el General de hombres libres” (y mujeres añadimos ahora). Poco conocen de la extraordinaria gesta libertaria que significó la expulsión de marines estadounidenses del  suelo de Nicaragua. Bien se han encargado las burguesías propietarias de nuestros países, de ocultar las gestas de lucha por la soberanía que desarrollaron nuestros pueblos. En los libros de historia para los estudiantes de los colegios, aparecen solamente los héroes que se pueden acomodar a los intereses de la opresión y no de la liberación. Peor aún la continuación de esas gestas libertarias, como la Revolución Cubana o la Revolución Popular Sandinista, ocultadas y distorsionadas por las prensas en manos de los mismo propietarios de nuestros países.

Hace 87 años, el 21 de febrero como hoy, Augusto C. Sandino era asesinado por Anastasio Somoza García, hombre de los Estados Unidos, colocado como jefe de laGuardia Nacional y luego en la Presidencia de Nicaragua. Somoza y sus hijos permanecerían en el poder durante 42 años, hasta ser derrotados por la enorme insurrección popular dirigida por el Frente Sandinista, el 19 de julio de 1979. El FSLN, con sus dirigentes y fundadores, Carlos Fonseca Amador, Tomás Borge, Daniel Ortega, de los más conocidos, retoman las banderas de Sandino y luego de casi 20 años de lucha contra la bestial dictadura, dirigen el triunfo de la Revolución Popular Sandinista.

Sandino había recogido con un lenguaje popular y una práctica guerrillera extraordinaria, las más profundas aspiraciones del pueblo nicaragüense. El “Ejército Defensor de la Soberanía Nacional”, insurgía contra la invasión yanqui, pero sobre todo contra esas oligarquías traidoras y vende patria que estaban (están) dispuestas a entregar a nuestros países y a nuestros pueblos  a las manos extranjeras, imperiales, con tal de no perder sus privilegios. Había recogido además las aspiraciones de lo mejor de los pueblos de Nuestramérica dispuestos a defender la soberanía y la dignidad de sus hijos.

Nuestramérica hoy más que nunca debe recoger las banderas libertarias y de unión que nos dejaron nuestros próceres y grandes pensadores americanos. Bolívar, Martí, Sandino. Los dos primeros muy conocidos y reconocidos, aunque la voluntad y el pensamiento antiimperialista de ellos, haya sido maquillado y ocultado con habilidad por las oligarquías criollas. El pensamiento de Sandino debe ser estudiado e incorporado en la formación de las nuevas generaciones de políticos. 

La habilidad de los medios de comunicación de presentar a la Revolución Popular Sandinista y al actual Gobierno de Nicaragua como dictaduras, contribuye de manera fundamental a nuestra deformación ideológica y a nuestro confusionismo anti unitario. El esfuerzo por deformar la figura de Daniel Ortega y ocultar su trayectoria tiene su impacto en las memorias y mentes de los más jóvenes e incluso de algunos viejos izquierdistas ligeros, que prefieren no ver lo que significa la lucha antiimperialista.

Esta etapa (o Era) de la Historia, post pandemia, requiere de toda la imaginación para construir un mundo nuevo. No solamente una América Latina Nueva, sino un mundo nuevo. Para ello la unidad es fundamental y por ello nutrirnos del pensamiento clarividente de los mencionados es obligatorio. Hay que sumar indudablemente el pensamiento de Fidel y posteriormente a Chávez, Lula, Daniel, Evo, Kirchner (él y ella), Rafael Correa, quienes han sabido conducir a sus países hacia nuevas formas de redistribución de la riqueza y al multilaterlismo en las relaciones internacionales. Multilateralismo basado en la fuerza que dan los pasos iniciales hacia una constitución de mecanismos regionales, como son el ALBA, La UNASUR, la CELAC, primeros objetivos para avanzar en este camino de institucionalización de Nuestramérica.

El futuro inmediato

Todos los recursos propagandísticos del Imperio, están puestos contra Cuba, Nicaragua y Venezuela. Lo peor de la antipatria cubana, reunida en Miami desata una vil propaganda usando a jóvenes artistas formados en Cuba y reclutados en la “gran sanguijuela del norte” Basados en la agudización del infame bloqueo pretenden destruir sesenta años de Revolución con consignas y cantos que buscan atraer a la juventud cubana o a sectores de ella. Cuentan con ingentes recursos económicos y la fuerza de los medios de comunicación y redes sociales mercenarias. ¡No pasarán!

En el caso de Nicaragua, que tendrá elecciones en noviembre, ya recomienza la campaña contrarrevolucionaria procurando dañar la imagen de Daniel Ortega y de todas las conquistas del Gobierno. Conociendo la vinculación de la CIA y de los sectores más agresivos de las administraciones estadounidenses con la reacción interna, no podemos desestimar acciones violentas a lo largo de este año, tal como ocurrió entre abril y julio de 2019, solo que esta vez el pueblo está listo para repudiar estos intentos facinerosos.

Venezuela nuevamente deberá enfrentar una administración yanqui adversa. Menos evidente, pero igualmente negativa. El informe de la relatora de la ONU es muy claro sobre los efectos del bloqueo y asalto a mano armada por parte de los petroleros y los bancos escondidos detrás del Gobierno de los EEUU y de los de la Unión Europea (de actitud vergonzosa).  Quien paga es el pueblo venezolano. El efecto político es la solidez del gobierno y cualquier agresión militar externa ha sido y será derrotada.

Tres elecciones pendientes para el 11 de abril de este año. Chile, para el fundamental  tema de la Asamblea Constituyente. Perú elecciones presidenciales donde un posible repunte del progresismo, encabezado por  una excelente dirigente como es Verónika Mendoza, puede tomar importantes posiciones en el futuro congreso e incluso ganar la Presidencia. Existe esa posibilidad por primera vez en muchos años. 

En el Ecuador, pese a los enormes esfuerzos del gobierno y de la derecha, la primera vuelta electoral la ganó por un amplio margen el binomio de la Revolución Ciudadana, Andrés Aráuz-Carlos Rabascall. Aún las fuerzas oscuras dirigidas por la Embajada de los EEUU, pretenden evitar el definitivo triunfo electoral. La lección de Bolivia, aún les duele demasiado y tratan de impedirlo a toda costa. Incluso buscan impedir que se dé la segunda vuelta electoral. Esto llevaría al país a una crisis política, económica y social, de dimensiones abismales.

Con este marco, más las complejas situaciones en Colombia, donde la oligarquía armada no deja de asesinar a dirigentes y líderes sociales; o en Brasil donde el desprestigio del gobierno de Bolsonaro ante el tratamiento de la Pandemia, lleva al país hacia la esperanza de la restitución de los derechos políticos a Lula, que aparece como la solución popular mayoritaria.

En la otra mano tenemos gobiernos como Argentina, México y Bolivia, que han retomado el rumbo de la justicia social y mantienen en alto (en mayor o menor medida) las banderas de la integración regional.

Con este brochazo del panorama regional, tomar el pensamiento integracionista debe ser el objetivo primordial de las nuevas generaciones. Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en las masas, y la levantan como la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear es la palabra de pase para esta generación.” (Nuestra América, José Martí 1881)

En el extraordinario libro de Aldo Díaz Lacayo, “ Sandino, Plan de Realización del Supremo Sueño de Bolívar” (Aldilá, editor, 2017), encontramos el texto de Conclusión del Plan, que envía el General de hombres (y mujeres) libres, y me permito citar de esta manera: “…la necesidad vital que tiene nuestra América Latina de realizar una Alianza, previa a una Confederación de los veintiún Estados que la integran, asegurando de ese modo nuestra libertad y nuestra Soberanía interiores, amenazadas por el más voraz de los imperialismos, para cumplir seguidamente con el gran destino de la Nacionalidad Latinoamericana ya culminada, como tierra de promisión para los hombres de todos los pueblos y de todas las razas. El Chipotón, Las Segovias, Nicaragua, C.A.a los veinte días del mes de marzo de mil novecientos veintinueve. Patria y Libertad. Augusto César Sandino” (op.cit.pp235,236)

A los 87 años del cruce del Gran Río, Sandino está vigente como hoy en el pensamiento moderno de la necesidad de la integración Regional. Al igual que Bolívar, Martí y Fidel, Sandino nos guía en ese camino. Si hoy la UNASUR tuviera la fuerza y vigencia de unos pocos años atrás, el enfrentamiento a la pandemia hubiera sido sustancialmente diferente y exitoso.  Solamente a las egoístas y perversas mentes  de la codicia se le puede ocurrir que subordinarse al poder extranjero y el de las transnacionales,  puede ser un destino mejor. Por ello nutrirse de nuestra historia y proyectar el futuro, es tarea fundamental de esta generación de políticos jóvenes y nuevos. El pensamiento de Sandino es una luz en esa dirección.

Por Editor