Por Juan Cárdenas
Hablen serio: ¿es este el “nuevo Ecuador” que le prometieron al 52%? Un poquito de
historia: el traidor henchido de odio y envidia represada vendió la Patria a la oligarquía
por un plato de lentejas. Vino el banquero y remató lo poco que quedaba del país de las
grandes obras, del buen vivir, de la Década Ganada. Luego llegó el rico heredero con
tiktok en mano, anunciando “un nuevo Ecuador”. ¿Ha cambiado algo en estos 7 meses?
Si. Ha resuelto (el man que resuelve), obedecer el aumento de 3 puntos del IVA, obedecer
el incremento del precio de los combustibles, invadir la sede diplomática de México, ir a
Suiza invitado por Ucrania para tratar de la paz sin Rusia, donde deben estar muy putines,
porque es la segunda en contra de un buen amigo y socio comercial. Ha resuelto también
carajear a sus colegas de la región por interpuesta persona del gringo del New Yorker que
le hizo “gringo”. ¿Prudencia?; ¿diplomacia?: ni para remedio. En cambio, reacciones
viscerales a raudales: que pacto sucio, que la troncha, que van a declararme loco. El
“Agdalá” está bravísimo. Bolas de humo, distractores, para disimular los apagones.
No dio la medida ni siquiera para sus adulones. El Oswaldo Hurtado con el dolor del alma
reconoce que no hay cambio de ninguna naturaleza con este gobierno, que todo ha
empeorado. “Con Noboa el Ecuador no tiene futuro”, dice desde el sarcófago. La idea de
construir una cárcel en la Antártida, gélido templo de la naturaleza destinado a la
investigación académica, donde el presidente Correa logró instalar una base científica, es
tan insólita que uno de los asesores mostró sus dudas, ofreciendo investigar la base legal
para que no la siga embarrando. Y sigue con las ofertas y anuncios huérfanos de
credibilidad, mientras las cifras de ejecución presupuestaria en áreas estratégicas e
impostergables apenas superan el 1% de la inversión. Es que el neoliberalismo se
enroncha con sólo la mención de obra pública indispensable para un país despedazado.
En materia de justicia estamos bajo cero. Nada menos que el ex presidente del Consejo
de la Judicatura, en su comparecencia a la Comisión de Fiscalización de la Asamblea
Nacional, donde es sometido a juicio político, reveló que cuando se desempeñó como
Juez, tuvo que soportar las exigencias y la presión de los gestores del ridículo “influjo
psíquico” para que ratificara la sentencia en contra de Rafael Correa. Luego uno de ellos
recibió de premio la presidencia de la máxima corte y el Wilman del CNJ. ¿Para cuándo
el reconocimiento de la inocencia del Mashi Rafael? ¿O será que también lo ignoran como
lo hicieron con la anulación de las pruebas mañosas del caso Odebrecht con las que
condenaron a Jorge Glas, nulidad declarada por la justicia de Brasil al más alto nivel?
¿Se acuerdan de la causa seguida en contra del Ing. Jorge Glas y su tío Ricardo Rivera,
dizque por haber recibido 13,5 millones de dólares de Odebrecht? Después de 5 años de
investigación, la jueza reconoce la inocencia de nuestro querido exvicepresidente,
ordenando el archivo de la indagación previa por lavado de activos y disponiendo la
devolución a los señores Topic de la suma consignada por ellos, dejando en claro que los
movimientos financieros realizados fueron lícitos. Pese a esta resolución, Jorge sigue
preso en La Roca, como trofeo de guerra del gran odiador, quien declaró a míster
Anderson que, si no secuestraba a Glas, perdía la consulta. Ya ven, nunca hubo peligro de
fuga. El sistema de justicia por las patas de los caballos y con el visto bueno del imperio…