Por Luis Varese
¿Será posible que la oligarquía venezolana logre engañar a todos los servicios de inteligencia, think tank, y otros instrumentos de análisis, incluida la inteligencia artificial? (Sinceramente no sé si funciona sin los datos adecuados) ¿Será posible que este engaño, los lleve a actuar de tal manera que pongan todos sus recursos comunicacionales, anunciando un supuesto levantamiento popular, que no tuvo más ruido que una sarta de cohetecillos carnavalescos?
Y no me refiero a la ya poco prestigiada CIA, sino a los franceses, los italianos, los españoles, los argentinos, incluso alguien del Mossad, todo mundo metido anunciando a Corina Machado y Edmundo Gonzáles Urrutia prácticamente encabezando el levantamiento popular contra el Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moro.
¿Realmente son tan incompetentes que construyen una piscina de mentira, sin agua y se lanzan de cabeza rompiéndose la nariz en el impacto?
Si eso fuera así, podemos dormir un poco más tranquilos en la Patria Grande. Confiando en nuestros propios organismos de inteligencia y del pueblo combativo (aquellos de los revolucionarios de Cuba, Nicaragua, Venezuela y de nuestros pueblos) que han logrado a lo largo de la historia, desmantelar cada atentado terrorista.
La otra hipótesis, no menos válida, y siendo generosos con los organismos de inteligencia de los EEUU y a UE, es que en lugar de confiar en la operación Guaidó 2.0, hayan lanzado una operación de distracción, para ver por dónde y de dónde vienen los tiros y luego preparar la verdadera operación de invasión contra Cuba, Venezuela o Nicaragua. Esto en el marco de la guerra anunciada contra Nuestramérica, tanto por el Comando Sur de los EEUU, como por el propio Trump. Lo uno no quita lo otro.
El hecho objetivo es que Maduro es el Presidente de Venezuela, la institucionalidad está en manos de su gobierno, parlamento, poder judicial, poder electoral y sore todo que el pueblo venezolano hasta hoy ha logrado mantener y desarrollar, a pesar de los bloqueos, sabotajes, intentos de magnicidio, invasiones de mercenarios, agentes de la CIA, latrocinios, robos, destrucción de infraestructura y seguro que olvido muchas acciones imperiales más.
Corina Machado, convertida por la prensa de los empresarios en una especie de Pasionaria de la derecha y Edmundo Gonzales Urrutia, transformado de asesino de sacerdotes en El Salvador, a demócrata “buena gente”, evidentemente no dieron la talla. Ciertamente han ganado sustantivos dividendos de los robos cometidos contra el Estado Venezolano, han rellenado sus arcas personales y las de algunos partidarios.
Hay verdaderos liberales demócratas latinoamericanos, algunos amigos, que sostienen que cualquiera, como los dos mencionados, es mejor que Maduro y su gobierno. Es impresionante cómo se dejan seducir por la prensa y cómo realmente pueden pensar que un gobierno en manos de la ultraderecha venezolana, puede ser mejor para el pueblo de ese país que lo logrado hasta ahora por la Revolución Bolivariana.
El argumento más poderoso que exhiben es la migración masiva de venezolanos. Con este marco es indispensable reconocer que se han cometido errores en el manejo de la política interna en Venezuela, manteniendo, hasta hace pocos años, la monodependencia del petróleo sin lograr romper una burocracia incompetente y corrupta. Pero, no hay que olvidar de ninguna manera las 937 sanciones (bloqueo) contra Venezuela, que impiden el normal desarrollo y uso de la economía, y que a pesar de ello Venezuela ha tenido un alto nivel de crecimiento.
Hoy con las siete transformaciones que propone el gobierno, justamente se trata de fortalecer la democracia interna y dar a la participación popular un poder real tanto en la planificación como en la ejecución de la política pública.
Para ello se propone una reforma constitucional nada menos, que deberá ser aprobada en un referéndum masivo, un ejercicio democrático que no es respetado por las “democracias” de occidente.
Y esta es la pregunta siguiente: sí valen las elecciones de Venezuela cuando gana la oposición como en el referéndum de 2007, donde con tranquilidad El Comandante aceptó la derrota electoral, y llamó a la oposición a no sobredimensionar esa victoria. O cuando en algunos estados ganan alcaldías o gobernaciones, entonces allí sí valen los mecanismos electorales. Y esta pregunta no va para la oposición. Esta pregunta va para esa izquierda que quiere la revolución a su medida, gusto, color y olor.
En 2025 habrán NUEVE procesos electorales en Venezuela, “tres elecciones Constitucionales, la de Gobernadores, Y Consejos Legislativos, regionales, elecciones de alcaldías municipales y Consejos Municipales, y elecciones de diputadas y diputados de la Asamblea Nacional, así como las 6 consultas de Proyectos del Poder Comunal”. Así lo informa en CNE, hoy 21 de enero del 2025.
A ello hay que añadir dos Congresos Mundiales Antifascistas de Movimientos Sociales, Partidos Políticos y Juventudes. Un total de 4000 delegados reunidos para trazar líneas de acción contra el fascismo.
Esto es ejercicio democrático, educación popular y confianza en el proyecto nacional de la Revolución Bolivariana.
Mis amigas y amigos, que quieren gobiernos legítimos, con estados democráticos, políticas públicas garantizadas para las mayorías y no quieren quemarse las manos con un Maduro, un Daniel y antes un Fidel o un Raúl. O incluso con un Correa o últimamente un AMLO o una Claudia Sheinbaum. Pues les aviso que no se puede. Hay que mojarse y bien mojados, para conquistar lo que buenamente producimos todos en el frente electoral.
Y no lo hemos sabido hacer. No dedicamos el tiempo a la formación, a la cultura, a la educación mayoritaria. Ni tuvimos el coraje de proponer fórmulas radicales, que convirtiesen esa solidaridad en resultados concretos. Nada es irreversible, si no, no existiría la dialéctica. Ni las carreteras de Rafael Correa son irreversibles, basta con no darles mantenimiento, pero menos aún la conciencia del electorado. Pueblos con tradición democrática y conciencia política (al parecer) como Uruguay votan por la derecha, votaron por Luis Lacalle Pou. Pueblos con historia sindical, partidaria, organizativa y de recientes criminales dictaduras, como el argentino, votan por un sujeto de extrema derecha como Milei. El electorado ecuatoriano vota dos veces por los oligarcas, y cuidado con que lo haga una tercera vez. Y no me refiero a Lenin Moreno, pues él candidateó por la Revolución Ciudadana (Alianza País en ese momento) y se le regaló el electorado, el partido y hasta el local. Craso error que todos cometimos.
La llegada de la Bestia
Donald Trump y su entorno, Musk, Zuckerberg, Rubio, Ronald Johnson y otras perlitas similares, de las que sabemos, representan a La Bestia, con cuernos, cola y tridente. Lo peor de la política mundial, el concentrado de la codicia universal capaz de llevarnos a confrontaciones irreversibles.
Por lo pronto ya dijeron que Cuba vuelve a la lista de países exportadores de terrorismo, título que le corresponde exclusivamente a los Estados Unidos. Ver por favor creación de Noriega, Montesinos, ISIS, Al Qaeda, cárcel de Guantánamo, y varios más.
Dijeron además que, en los EEUU, solo hay hombres y mujeres. Liquidada la política de diversidad de género y opciones sexuales (otra contradicción que se les abre).
Declararon terroristas a las organizaciones de los Cárteles mexicanos, lo que daría derecho a intervenir en México (ver respuesta de la Presidenta de México).
Reiteraron la necesidad estratégica del control del Canal de Panamá, Groenlandia y del concurso subordinado de la OTAN, refinanciada por los propios europeos en su mayor parte.
Usar el Fracking para sacar petróleo barato en los propios EEUU.
Aranceles contra todo el que se oponga.
Denominar al Golfo de México, Gulf of America, siguen creyendo que América se refiere a los EEUU.
China, enemigo principal y Rusia como su aliado. Multilateralismo, ideología “comunista”.
Son las principales líneas de la política de “relaciones” internacionales. Deberíamos decir imposiciones imperiales, que por ahora son solamente un “shopping list” (lista de compras) de lo que quisieran.
Indudablemente representan un peligro para la humanidad en su conjunto. Son criminales, perversos y nos odian a todos aquellos que nos somos parte de la supremacía blanca.
Cuidado no es solamente a los negros, indios, chocolates, chinos, medio achinados, homosexuales, comunistas. Es a todos los que no se parecen a ellos, rubios y de ojos claros. Cuidado. Odian la democracia y a los valores democráticos de igualdad, fraternidad, solidaridad. Odian todo ello y están dispuestos a aplastarlo.
El análisis nos lleva a ver que habrán también contradicciones intercapitalistas y que no todo será como Trump y su banda desean. Los poderosos de la codicia tienen sus propios intereses que muchas veces coinciden con los de los de los trumpistas y otras no. Claro, para ellos siempre es más fácil encontrar coincidencias.
Dicho esto, el peligro para Nuestramérica es que nos traigan la guerra y la destrucción aquí. Los miserables de Uribe, Duque o Santos, claman por la intervención militar en Venezuela. Émulos de Santander, listos para traicionar una vez más el sueño Bolivariano de la Patria Grande. Las petroleras ya pusieron los ojos en el Esequibo y Guyana, su gobierno se presta a ello. Allí querrán poner la cabeza de playa para justificar la invasión o jugarán con la frontera colombiana en uno, o varios de sus puntos.
La información y la inteligencia de las milicias bolivarianas nos darán la alerta oportuna.
Nicaragua es otro objetivo, los hijos de Sandino no les tememos.
Cuba hace 66 años que está preparada para otra Playa Girón.
Bolivia, dividido el MAS, es un territorio apetecible.
Perú, por ahora lo tienen al igual que a Ecuador.
No nos descuidemos, cada voto debe ser por el progresismo o la izquierda. No perdamos un minuto. Recuperar los gobiernos, ocupar las calles.
Y esto no es solo para Nuestramérica. Es para Europa, Asia, África.
Es para los pueblos del mundo, no dejarnos arrastrar por La Bestia.