Por Juan Cárdenas
Ya pasó la consulta, conocemos los resultados. Sabemos que 9 es más que 2; ¿o 2 es más que 9? Ya me hice bolas. Lo cierto es que ganando en 9 preguntas deberían estar tranquilos. Pero no. Lucen preocupados; tanto es así que el Baby Torres, haciendo méritos fallidos para que le dejen de ministro, salió con la barbaridad de que van a insistir en el “trabajo por horas” por la vía de la Asamblea Nacional, cuando el soberano les dijo un contundente ¡NO! En su amargura muestran que no son democráticos, que nos mintieron con lo de que esa enmienda no podía hacer la Asamblea. Y cuando se vieron perdidos en las preguntas D y E, volvieron a mentir con el cuento de que fueron incluidas por petición del finado Destruye, digo Construye y de los social y malcristianos. Si fuera así ¿cómo es que quieren insistir en el “trabajo por horas” y el “arbitraje internacional”? Mentirosillos, los 2 fueron los platos apetitosos para los neoliberales. Entonces queda demostrado que 2 es más, mucho más que 9 preguntitas obvias, como se dice “de cajón” ¿Estamos?
Otra mentira: que debemos hacer el sacrificio de aceptar el incremento en 3 puntos del IVA que necesitan para financiar el conflicto armado interno que nos devuelva la seguridad que reclamamos. Generosos e ingenuos, con el candor de la buena fe, distinta a la de los odiadores, aceptamos “meter el hombro” y aguantamos tremendo garrotazo a nuestra pobreza. Rato de la hora, el aumento del IVA ha sido una imposición del FMI para conceder al gobierno un préstamo de 4 mil millones de dólares, que no irán a la activación de la economía nacional, ni a crear puestos de trabajo, ¡no!, van a pagar deuda vieja al mismo chulquero. Es una virtual renovación con intereses leoninos. Y agárrense, que falta que nos tranquen otro golpe letal: el incremento de precios de los combustibles, que es otra de las condiciones del recetario fondomonetarista. Pero no olvidemos que detrás de este entreguismo están los intereses de los tenedores de papeles de la deuda que están al acecho para recuperar sus inversiones especulativas. ¿Y el país? ¡Que se vaya al carajo!
Hubo crisis de gabinete tras la consulta. La mexicana desocupó el doble escritorio y como consuelo se quedó con el ministerio del Interior, donde se estrenó con su “feliz” anuncio de han bajado las muertes violentas a APENAS 99. ¿Eso le alegra señora ministra? ¡Ni una sola vida, señora! Se fue el ministro de Educación sin explicar la alarmante deserción de más de cien mil niños y jóvenes del sistema educativo. El de Comunicación también se fue, después de mentir y mentir; y no se cansó de mentir hasta en su despedida cuando citó distorsionada una frase del inmortal Guayasamín: “dejen prendida la luz que siempre voy a volver”, por su anuncio logrero de “me voy para volver”. Difícil que vuelva con tremendo sueldazo en la Banca chulquera Internacional, donde le espera Richard Martínez para que le ayude a no hacer nada. ¿Entendieron? Ni yo…
Siguen los apagones. Acá nos condenaron a más de 8 horas de penumbra. Pero a los politiqueros con micrófono eso no les molesta; lo que realmente les cabrea es que no se cumplan los horarios de los apagones. Sean serios, señores del gobierno, cúmplanles y déjenles a oscuras. Total, no mismo tienen muchas luces…