Por Daniel Kersffeld
1) La primera vuelta de la elección presidencial la ganó el ministro de economía Sergio Massa, pese a la crisis económica que se vive en Argentina pero, sobre todo, a la debilidad de los dos candidatos opositores quienes no pudieron ni supieron plantear propuestas superadores frente a lo obtenido en las elecciones primarias de agosto.
2) El mayor mérito de Massa fue retener el voto propio, sumar a buena parte del electorado que en las primarias de agosto había elegido a candidatos peronistas que no pasaron el umbral requerido del 2% y, principalmente, quebrar el voto de Juntos por el Cambio, en medio de las fuertes internas entre Patricia Bullrich, los seguidores de Horacio Rodríguez Larreta, el radicalismo y el macrismo. Así, Massa pudo aumentar casi nueve puntos entre las elecciones de agosto y las de octubre.
3) Frente a las lecturas que aseguraban que el peronismo se encuentra en crisis y hasta en descomposición, esta elección muestra que todavía sigue siendo el principal actor político a nivel nacional. Incluso, en aquellas provincias donde había perdido en elecciones para gobernador.
4) A nivel provincial, el triunfo de Sergio Massa fue posible, en gran medida por la reelección de Axel Kicillof como gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Mientras que Massa tiene su propio partido dentro del peronismo (Frente Renovador), Kicillof es el último gran representante de Cristina Kirchner. Podría ser ésta una de las principales tensiones políticas si es que Massa finalmente se convierte en presidente.
5) Javier Milei, que en esta elección resultó segundo, obtuvo casi el mismo porcentaje que en las internas de agosto, es decir, un 30%. La derecha radicalizada pudo mantener el voto de rechazo al sistema, pero fracasó en su intento por incrementar su caudal de votos disputando verbalmente y sin mayor éxito contra Patricia Bullrich y Juntos por el Cambio.
6) La campaña fue pobre y dispersa, y los otros referentes del partido La Libertad Avanza, empezando por su vice, Victoria Villarruel, no sólo no pudieron sumar votos, sino que terminaron generando un rechazo mayor, con posturas extremistas y negacionistas. El debate sobre la dolarización no ayudó, lo mismo que las diversas posturas sobre distintos ejes políticos que van desde la reforma del Estado a la educación sexual en las escuelas. Resultó llamativo el descontrol de la campaña en las últimas semanas.
7) El otro elemento distintivo de esta elección fue la baja performance de Patricia Bullrich y de Juntos con el Cambio: obtuvo poco más de un 23% y por ende perdió cerca cinco puntos entre agosto y octubre. Esta alianza quedó en tercer lugar fue la gran derrotada de la elección.
8) Hubo tres causas que condujeron a este resultado de Juntos. Patricia Bullrich y su rival interno, Horacio Rodríguez Larreta, nunca pudieron coincidir después de los conflictos que existieron antes de las internas entre ellos dos en agosto. Los radicales, aunque socios minoritarios, nunca pudieron integrarse a la alianza. Por último, el principal dirigente de Juntos, Mauricio Macri, varias veces fue explícito en que su candidato era Javier Milei. Con tanta discordia interna, era el lugar ideal para que Massa pudiera conseguir votos.
9) Si bien hizo una muy buena elección para la jefatura de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Juntos por el Cambio no alcanzó a ganar en primera vuelta. El candidato Jorge Macri, primo de Mauricio, quedó a medio punto de triunfar y deberá competir en balotaje, en noviembre, con el candidato del peronismo. Aunque seguro gana, el macrismo comienza a mostrar sus debilidades en su principal bastión.
10) Lo más probable es que se produzca un quiebre en Juntos por el Cambio y una recomposición de sus sectores más extremos y ligados a Mauricio Macri, que pasaran a acompañar a Milei. El resto de Juntos, integrado por Larreta y radicales y algunos peronistas, seguramente apostará a una nueva alianza, con diálogo con Massa si es que éste llega al gobierno.
11) Otra de las sorpresas de la elección fue la de Ricardo Schiaretti, ex gobernador de Córdoba y principal referente del peronismo no kirchnerista y con una fuerte impronta federal. Con poco más de un 3% en agosto, consiguió casi el doble, llegando hasta cerca de un 7%. Será el dirigente con el que tanto Massa como Milei se sentarán a negociar y, por lo tanto, será uno de los principales electores en el balotaje de noviembre.
12) Miriam Bregman fue una de las principales contendientes en los dos debates del 1° y el 8 de octubre y alcanzó un destacado impacto mediático por sus intervenciones. Pero una vez más la izquierda estuvo deslucida en el terreno electoral y mantuvo su tradicional dos por ciento.
13) El balotaje del 19 de noviembre entre Massa y Milei será bien peleado. En principio, y grosso modo, ambos candidatos podrían llegar a un 50%. En cuanto al oficialista, con aportes de aproximadamente un tercio del voto de Juntos, la izquierda y parte del voto de Schiaretti. Con respecto al segundo, con dos tercios del voto de Juntos y también con parte del voto de Schiaretti. En conclusión, todavía no hay nada dicho, ni tampoco hay un ganador definido.
14) Más allá del resultado del balotaje de noviembre, lo más probable es que, al menos por un tiempo, no exista una fuerza dominante dentro del peronismo. Claro que si Sergio Massa gana el balotaje, el “massismo” busque consolidarse como la principal corriente interna…