Por Lucrecia Maldonado

No es otro cuerpo a tu lado

Traición

Es haberse burlado del amor

Canta el gran Pedro Aznar. Y se refiere al amor de pareja, claro. Pero como toda buena letra de canción o como toda buena poesía, también se refiere, o puede referirse a muchas cosas más.

A partir del conflicto provocado por la invasión a la Embajada de México, a una ministra del gabinete del gobierno de Daniel Noboa Azin que, como casi la totalidad de ministras y ministros del mismo, no se caracteriza precisamente por ser una mente iluminada, sino por todo lo contrario, se le ocurrió denunciar al presidente Rafael Correa por “Traición a la patria”. ¿Por qué? Porque él, para explicar la gravedad de la agresión, mencionó las posibles consecuencias que se podían dar desde el gobierno mexicano. Y no se sabe si los ecuatorianos promedio son o se hacen, porque o son una gente más manipuladora que Satanás, o simplemente no pueden comprender un simple aserto. Pero de mencionar las posibles consecuencias de un ataque a mansalva a la embajada de un país hermano, a ‘pedir’ el ataque o la invasión del ejército del país agredido, media un sistema solar entero, si no un universo de distancia.

Tal vez la señora Ivonne Núñez, que se caracteriza, como se ha dicho, por una casi total carencia de luces, haya olvidado las verdaderas traiciones, perpetradas y ejercidas por el gobernante al que ella sirve y los dos anteriores.

Porque… ¿qué es si no lo que hizo el execrable Lenin Moreno cuando se trepó en el tren de la Revolución Ciudadana con el único objetivo (no suyo, sino de sus jefes) de destruir lo actuado por el mejor gobierno del Ecuador en toda su vida republicana? Moreno no traicionó a Rafael Correa, lo que ya habría sido bastante grave de por sí. Moreno traicionó a todo un país, que había elegido, con una apretada mayoría, es cierto, no solo un presidente, sino también un proyecto de vida nacional al que se iba adaptando poco a poco. Y la traición a un proceso electoral, la traición a la mitad más algo de votantes y sobre todo la traición a una palabra dicha con el único objetivo de engañar son gravísimas traiciones a la patria.

Pero a él nadie le dice nada. Porque esa traición fue auspiciada por aquellos poderes que se dicen impolutos, guardianes de la moral pública y paladines de la ‘anticorrupción’.

La historia es conocida, pero tal vez es bueno recordarla, porque la traición es un fenómeno complejo, porque, aunque aparentemente se ensañó con Rafael Correa, Jorge Glas y otros miembros de la Revolución Ciudadana, quizá señalados por cierta embajada o por dudosos estrategas locales como más peligrosos, con quienes más se ensañó es con el país y el estado de bienestar que aquel gobierno construyera en una década.

No bastó con el sostenido y mentiroso (traidor) desprestigio mediático. Había que hacer lo que Jesús dice en el evangelio de Juan que hace Satanás, el adversario: robar, matar y destruir. Sobre todo, lo último. No solamente destruir la infraestructura calumniando su calidad, negándole el mantenimiento, denostando de lo que había sido en su tiempo. Negando lo evidente ante un pueblo ingenuo y acostumbrado a tragar las ruedas de molino que le proporcionan aquellos que se han hecho llamar líderes de opinión y supuestos ‘padres de la patria’, pero que no son más que sus traidores, dispuestos a venderla al mejor postor.

Y luego, a la mejor usanza de los corruptos, los perversos y los arteros, asesorados por los poderes oscuros del mundo, señalan a los otros como corruptos, perversos y arteros, haciendo gala de aquella vieja técnica de la derecha, que consiste en acusar a la izquierda de lo que ya ha hecho, de lo que está haciendo o de lo que va a hacer.

Ahora, en un país acosado por el miedo y la violencia, sin salud, sin educación, sin la seguridad más básica, con una obra pública semidestruida para prácticamente obsequiarla a turbios negociantes y entregárselo en bandeja de plata a los más oscuros intereses del Imperio, se siguen llenando la boca de palabras rimbombantes y acusando de traición a quienes lo único que quisieron y por lo único que se jugaron fue por una patria para todos.

Sí: traición no es otro cuerpo en ninguna parte.

Traición es haberse burlado del amor.

Del amor a la Patria, en este caso.

Por RK