Por Pedro Pierre

¿Quién dijo que ‘la violencia es un signo de debilidad?… Eso es lo que está pasando con el neoliberalismo: No puede mantenerse sin matar y destruir. Ya Estados Unidos, con sus guerras e intervenciones por todo el planeta, no es un referente para presentar un futuro viable para nuestros países. Y Cuba, presionado por 60 años de bloqueo económico criminal, es capaz de producir varias vacunas contra el coronavirus… Pero sí, continúa la violencia de este perverso sistema neoliberal que no soporta que se lo puede superar y en bien. Es tiempo de vivir y organizarnos de otra manera. Para eso Cuba es un referente.

EL FINAL DEL NEOLIBERALISMO ES Y SEGUIRÁ MUY VIOLENTO…

La pandemia de la violencia destruye muchas vidas por todas partes y en cantidades cada vez mayor en los países pobres. Si no hacemos nada para revertir esta situación en nuestro Ecuador, ese será nuestro destino fatal. Lo vemos ahora en el caso desesperanzador de Haití. Este país que fue el primero en América Latina en deshacerse de la esclavitud colonial, es castigado con el hambre generalizada, la destrucción de la naturaleza, los asesinatos desde el mismo gobierno, las ambiciones mortales por el poder, la dominación sin fin de las potencias extranjeras que no quieren otra cosa que una acumulación de riquezas a costa de las muertes de personas, de pueblos y de países enteros.

Lo vemos en Colombia donde la violencia estatal es descarada… desde más de 50 años, ahora con la embestida policial, militar y paramilitar de casi 2 meses contra las manifestaciones pacíficas en todo el país. El aparato represivo del gobierno fascista ya había manifestado su opción con los “falsos positivos”: el ejército nacional decidió matar a sangre frías la juventud de su país -¡unos 6 a 10,000 según se dice!- haciéndolos pasar por guerrilleros muertos en enfrentamientos armados… sólo para defender un sistema diabólico y beneficios financieros. Se prefiere la muerte sistemática cuando se reclama vivir y convivir más humanamente.

Lo vemos también en Brasil donde un presidente enfermizo entrega la Amazonía a las multinacionales de la destrucción inmisericorde del medio ambiente, con la complicidad de los gobiernos neoliberales del Norte que prefieren aumentar indefinidamente su privilegios a costa de la supresión de la vida en el planeta. Es la locura imperial fomentada por el anterior presidente de los Estados Unidos Donald Trump, de muy triste memoria.

Lo vemos igualmente en Ecuador donde hemos elegido un presidente que fomentó un feriado bancario catastrófico hace 20 años… Su costo fue equivalente al presupuesto anual del Estado y provocó la migración forzada de una cuarta parte de la población ecuatoriana. Pero no hemos aprendido la lección porque ya nos quejamos de que no cumple lo que soñamos equivocadamente. Si protestamos pacíficamente, se nos da balas como pasó en los protestas de octubre de 2019: 12 muertos indígenas, jóvenes mutilados en sus ojos, más de un millar de heridos y otro tanto de apresados. Y ahora se nos impone más de lo mismo que en el gobierno de Lenin Moreno que en 4 años hizo aumentar la miseria y la pobreza en 20% y un desempleo que llega al 47%, o sea, una familia sobre dos, sin hablar de la destrucción del país.

A pesar de todo, sí, hay caminos para enfrentar y superar esta violencia mortal del neoliberalismo y el colapso seguro de la vida planetaria. Pero para convencernos hay que quitarnos los lentes de contacto que nos hemos dejado poner por la escuela, las iglesia, la TV y ahora las redes sociales, que nos trastornan y tergiversan la realidad. Hay que recordar a Mahatma Gandhi que mediante la no violencia activa y colectiva de su pueblo logró sacar sin derramamiento de sangre al imperio inglés afincado en su país, India. También están los pueblos zapatistas del sur de México que, en 1994, lograron hacer respetar por el gobierno sus modos de gobernarse y organizarse según sus costumbres, normas y sabidurías ancestrales.

Desde más de 50 años, a pesar del bloqueo criminal de Estados Unidos, Cuba conserva la libertad lograda en 1959… y, a pesar de todos los boicots, es capaz de rivalizar con los más grandes laboratorios internacionales para fabricar varias vacunas contra el coronavirus, recién aprobadas por la máxima autoridad mundial en salud, la OMS (Organización Mundial de la Salud). Desde casi 30 años Venezuela sigue valientemente sus pasos.

Otros caminos de vida y mejor convivencia están en la ola de gobiernos progresistas que recorrió América latina, mientras el imperio del Norte y sus socios europeos se apresuraron en derrumbarlos: Honduras, Paraguay, Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador… En América Central, Nicaragua y El Salvador resisten a su manera al imperio.

Después de 1 año de gobierno de facto, de fracasos y corrupción, apoyado por pastores evangélicos y jerarquía católica, los bolivianos restablecieron un gobierno multinacional iniciado en 2,006 por el aymara Evo Morales. En Chile, después de soportar durante 50 años una Constitución nacida de la dictadura pinochetista, los chilenos han logrado elegir a sus representantes para redactar una nueva Constitución y han nombrado a una mujer mapuche, Elisa Loncón, a la cabeza de la Asamblea Constituyente. En Perú, acaban de elegir como presidente a un profesor de izquierda contra las élites y sus mañosos medios de comunicación comerciales.

En Ecuador, después de una viciada campaña electoral y unas elecciones vergonzosas, la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador) reconoce en palabras de su nuevo presidente, Leonidas iza, sus errores, sus divisiones, sus complicidades con las ONGs (Organizaciones No Gubernamentales… pero sí, neoliberales). Además llama a la conformación de un gran frente nacional de oposición para poner en marcha un país más acorde a sus herencias ancestrales.

¿Y nosotros, qué?… nos preguntan los 7 indígenas zapatistas que están recorriendo Europa para compartir sueños y experiencias afín de sustituir juntos el neoliberalismo. ¿Vamos a seguir tranquilos, cobardes, cómplices, individualistas y egoístas, desorganizados y aprovechados? Es hora de vivir de verdad y no agachados, de convivir equitativamente y no corruptos, de recobrar nuestra dignidad y no arrodillados.

¿Tendrá algo que ver esta frase con todo lo anterior? «Dios y nosotros tenemos en el corazón un mismo sueño y llevamos en las manos el mismo reino».

CUBA: UN REFERENTE DIGNO PARA ORIENTAR EL FUTURO DE NUESTOS PAÍSES.

Hablar de Cuba es siempre conflictivo. Nuestra opinión depende del lugar desde donde lo miramos. Frei Betto, sacerdote brasileño que trabaja con los sectores populares de Brasil y asesora “al gobierno cubano en la implementación del Plan de Educación en Soberanía Alimentaria y Nutrición”, explica esta situación: “Si son ricos en Brasil y viven en Cuba, conocerán el infierno… Si eres de clase media, prepárate para experimentar el purgatorio… Sin embargo, si es asalariado, pobre, sin hogar o sin tierra, prepárese para experimentar el paraíso…” ¿Qué entiende Frei Betto por ‘paraíso’ para el ‘asalariado, pobre, sin hogar o sin tierra’? “La Revolución garantizará sus tres derechos humanos fundamentales: alimentación, salud y educación, así como vivienda y trabajo. Es posible que tenga apetito por no comer lo que le gusta, pero nunca tendrá hambre. Tu familia tendrá educación y atención médica, incluidas cirugías complejas, totalmente gratis.”

Nuestro problema es que, por una parte, tenemos un tan grande desconocimiento de Cuba, y, por otra, una desinformación mentirosa tan larga sobre Cuba, que naturalmente se piensa que ‘Cuba es lo peor’… Y los cubanos del Ecuador que hablan en contra su propio país, ¿desde dónde hablan?… ¿Desde un barrio rico, desde un barrio de clase media, desde un sector pobre o miserable?

Claro que en Cuba hay dificultades y errores. Igual hay gente corrupta, aprovechadora, individualista… Pero sí, hay un pueblo que defiende su revolución. Publican por todas partes y de muchas maneras las fotos de los miles de cubanos que protestan por las necesidades que están pasando… pero no publican las manifestaciones de centenares de miles de cubanos que apoyan su gobierno. Por el bloqueo económico, los cubanos tienen que “apretarse el cinturón”. El bloqueo ha quitado a Cuba unos 160’000 millones de dólares. En la última asamblea de la ONU, 184 países sobre 190 votaron contra el bloqueo a Cuba. ¿No será que los miles de cubanos desconformes que promovieron las protestas del domingo 11 de julio gravitan en la órbita del “sueño norteamericano” gracias a la ayuda “solidaria” de la CIA (Central de Inteligencia norte Americana), pidiendo una invasión humanitaria en la isla por el ejército gringo?

Para Estados Unidos, antes de Fidel, Cuba era su “burdel caribeño”… y no admiten que nunca pudieron ni invadirla ni tumbar su gobierno. Se habla mucho del bloqueo criminal a Cuba iniciado por el presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy, en 1962, dos años después del triunfo de la revolución cubana: ¡Este bloqueo va a tener 60 años el año que viene!

Otro sacerdote, Alejandro Fabres, de Chile que pasó misionando un mes en Cuba escribe: “Vi pobreza, sí, igual que en nuestro país. ¿Vi niños pidiendo en las calles? No. Visite el hospital de San Luis. No había filas, no había suciedad, no había enfermos tirados en ningún lugar sin atención médica. Visite casas, muchas, de gente humilde. Había de sobra, no; había dignidad, sí. Comí lo mismo que comían todos. Mucho arroz, mucho frijol negro. Había racionamiento, sí. Hubo atención médica para los enfermos en la misión, sí. La gente hablaba en contra de los Castro, sí. Hablaban en contra de la Revolución, no. Gente adulta me habló de los tiempos de del dictados Batista (antes de Fidel Castro), de la falta de comida, de la imposibilidad de educarse. De muchas peripecias. Me hablaron de sus hijos que querían partir porque ya no soportaban el no tener cosas. Hubo algún muchacho que me dijo por qué había vuelto a Cuba. Ya no soportó el sistema capitalista.”

Hablemos de democracia. En Ecuador, ¿en qué clase de democracia nos encontramos? Estamos con una persona en edad de trabajar sobre 2 que no tiene empleo y con 40% de pobreza y 20 de miseria. El origen de la democracia está en Atenas, Grecia, hace unos 2,500 años… La democracia tenía y tiene sus méritos, pero en Atenas de esa época, ¡la democracia era sólo para unos 20,000 habitantes que vivían de la explotación de 400,00 esclavos! Y hoy, en nuestro Ecuador, ¿a cuántos ciudadanos beneficia la democracia?

Algunos datos más que poco se difunden: Para UNICEF, Cuba es el único país latinoamericano sin desnutrición infantil. Para la ONU, Cuba es el único país de América Latina sin problemas de drogas. Para ONEC, la esperanza de vida en Cuba es la más alta de América Latina. Para UNESCO, en Cuba la escolarización primaria llega al 100% y la secundaria al 99%. El periódico norteamericano ‘The Guardian’ informa que Cuba posee 2 veces más médicos que Inglaterra para una población menor. Para Amnisty internacional, Cuba es el país latinoamericano que menos viola los derechos humanos. Para WWF, Cuba es el único país del mundo que cumple con la sostenibilidad ecológica…

Para terminar hago mías las palabras del sacerdote Alejandro: “Que Cuba, mi bella isla, siga su destino digno. Yo oro y pienso en ella”. Como también las de Frei Betto: “La resiliencia del pueblo cubano, alimentada por ejemplos como Martí, Che Guevara y Fidel, ha resultado invencible. Y a él, todos los que luchamos por un mundo más justo, le debemos solidaridad”. Dios bendiga a Cuba… y más todavía a Ecuador.

Felizmente Perú, con Pedro Castillo, busca retomar ese camino de la dignidad y de la Patria grande. Retoma el camino abierto por Cuba, Venezuela, Argentina y Bolivia. ¡A sacar lecciones para Ecuador.

Por Editor