Por Miguel Ruiz
Al unísono de un grito
el pueblo está reclamando,
que el año que va acabando,
no vuelva nunca: ¡Maldito!
Desde la China hasta Quito:
la economía, frenada;
la pandemia, desatada.
Cuarentena de por medio,
pura crisis, qué remedio
¡Un año de la chingada!
Ay! te acabas dos mil veinte:
despídete ya por favor.
Te lo pido, es un clamor:
¡Deja tranquila a mi gente!
Para colmo, un presidente
que con un gran desatino,
importándole un comino,
pagó deuda anticipada.
A sus panas, la mesada;
al pueblo, nomás pepino.
Repartieron hospitales;
negociados por doquier.
¡Cuánto abuso de poder,
de estos tales por cuales!
Y, para colmo de males,
no nos quieren permitir,
con transparencia elegir,
a quien los va a reemplazar.
No se cansan de tranzar,
¡Al averno habrán de ir!
Ya con esta me despido,
el nuevo año va llegando,
y con el pecho deseando
que sea un tiempo florido.
Yo solamente les pido
que reflexionen un poco:
no votarán por un loco,
tampoco por un gilasso,
ni menos por un pelmazo,
¡No vayan a hacer el foco!