El asunto de fondo sigue siendo la estrategia de perpetuar el imperio del capital especulativo sobre el beneficio de los ecuatorianos y ecuatorianas. El pacto social del Ecuador se ha destruido y el bienestar de las comunidades y grupos sociales está a punto de desaparecer indefectiblemente. La razón fundamental: el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y la estrategia estadounidense de cercar América Latina como su patio trasero frente al embate tecnológico e industrial creciente de China y su Gran Proyecto de la Ruta de la Seda y la tecnología 5G.
Mientras la Revolución Ciudadana dejó al país $90 mil millones en activos con $15 mil millones de nueva deuda, el gobierno actual se ha endeudado en $15 mil millones adicionales en apenas dos años y no han dejado al Ecuador ni un dólar en activos, sino que por el contrario están queriendo rematar a precio de gallina enferma los activos públicos nacionales que tomó más de una década construir. Si el remate fuera a favor del Estado, hablarían bien de los activos.
Mantener a la ciudadanía confundida y desesperanzada es una herramienta básica en una guerra; y la guerra que han planteado los dueños del latifundio mediático financiero en el Ecuador es devolver al Ecuador a la Constitución del Cuartel de Sangolquí y el terror de Estado del febrescorderismo. El desfalco de lo público y la agenda imperial anti-soberana requieren represión, es casi matemático.
No hay peor corrupción que la que hace día a día el Ministerio de Finanzas y el Presidente de la República cuando mienten sobre la situación económica de Ecuador para que el riesgo país suba, los banqueros compren bonos ecuatorianos baratos, traigan al FMI, baje el riesgo país y vendan bonos ecuatorianos caros. Además que al eliminar la capacidad que el propio Banco Central y el BIESS financien las necesidades de los ciudadanos y las cadenas de pagos del Estado, les volvió a dar total hegemonía a los banqueros para que impongan sus condiciones políticas con el objetivo de aceptar cada operación financiera que el Ministerio de Finanzas demande de estos mercenarios. Y para los banqueros del Norte, les promete depositar cualquier excedente en el exterior y no invertir en obra pública. Negocio redondo. Negociado redondo, sino pregúntele al «renunciado» ex viceministro de economía o a la pariente “Ofivent” de Juan Sebastián Roldán.
La “dictadura perfecta” retrata como el latifundio de los medios de comunicación y los bancos mantienen a la población aturdida mientras les roban su petróleo (Sacha), sus empresas públicas (CNT), su infraestructura (Sopladora), su salud (despidos), su educación (desayunos, escuelas del milenio), su ciencia (0 becas), su tecnología (supercomputadora Quinde en Yachay) y sus sueños (0 planificación). De ahí la importancia de construir un renovado pacto social que ponga al ser humano por encima del capital (financiero); y a la sociedad por encima del mercado. La migración, la pobreza, la inseguridad, la persecución política y el terror de Estado son ahora el pan de cada día. Solo el conocimiento y la conciencia de unirnos y pelear contra el Fondo Monetario Internacional, sus dictámenes, su Embajada y sus lacayos criollos nos podrá rescatar del engaño en el que nos quieren enterrar.