Por Luis Varese
Hemos visto en las últimas entrevistas, a la Candidata de la Revolución Ciudadana, con mayor firmeza, con mayor decisión. Directa al decir que respetará la votación de la consulta popular sobre el Yasuní y el Chocó Andino. Directa sobre el uso de los recursos disponibles y la capacidad de responder a necesidades inmediatas en los cortísimo 18 (17) meses que le corresponderán de gobierno. Las encuestas recientes hablan de un repunte de ella y un descenso del candidato de la derecha oligárquica.Hay, sin embargo, un 45% de voto por esta oligarquía que ha llevado a un desastre inimaginable al país. Casi la mitad del electorado que se pronuncia por la autodestrucción y el autoflagelo. Que quiere votar por un Guillermo Lasso reciclado, increíble.
El anticorreísmo, construido con todas las artimañas y trucos posibles de los medios de comunicación empresariales y la politización del poder judicial, a lo largo de estos 6 años, ha calado y sigue pesando en la voluntad electoral.
La situación política está extremadamente polarizada. La violencia en manos del crimen organizado y auspiciada por la lumpenoligarquía ha llegado a situaciones dramáticas, tal vez nunca vistas en la historia del país.
Hoy hablar de un gobierno de salvación nacional, no es una metáfora. Es una necesidad urgente.
En esta coyuntura electoral, la cabeza de ese gobierno será sin duda el binomio Luisa Gonzáles/Andrés Arauz. La gran pregunta y diría la gran angustia para los demócratas, es cómo garantizar que ello ocurra.
Las alianzas en el campo democrático y popular
El 11 de setiembre, con referencia al asesinato de Allende y el golpe de estado criminal en Chile, escribí: «La CONAIE se ha pronunciado por una respuesta explícita de la fuerza política hegemónica en estas elecciones. Debe darse esa respuesta. No puede haber términos medios o temores... No hacer ni media autocrítica es una vanidad innecesaria. Despreciar aliados acusándolos de “arrepentidos o incluso de traidores” es vivir fuera de la historia. Los dirigentes nacionales convocan multitudes, los dirigentes locales parroquiales, comunales, barriales mueven electores y convencen. Ellos y ellas exigen respeto y acuerdos claros que respondan a las necesidades populares… El pensamiento hegemónico del neoliberalismo se ha convertido en organización fascista, más dura, más fuerte. Hoy la apuesta, ya no es solamente por llegar al gobierno o dirigir de alguna manera al Estado. La apuesta es por un cambio sustantivo de modelo y de relación con la naturaleza, con las culturas y los pueblos, con el Planeta y nosotros todos y todas.”
Disculpen si me auto cito, pero me reafirmo en ello. El tema es, entre quienes hacemos esta alianza y cómo.
Hace un tiempo, antes de las últimas elecciones, un dirigente medio, de la Revolución Ciudadana, me decía que el movimiento indígena, del punto de vista electoral, no significaba mucho, pues la sierra centro no era determinante. Espero que hoy, haya cambiado de opinión.
La alianza debe ser una alianza con los sectores populares que hoy encabeza el movimiento indígena, estrictamente la dirección de la CONAIE, exactamente el Dirigente Leonidas Iza. Su fuerza no es solamente de números. Su fuerza es exponencial, crece por todo el país y en diferentes sectores de clase. Responde a una forma de organización y también a un proyecto nacional incluyente y profundamente transformador. En primer lugar, entonces, es con la dirección de la CONAIE y con el sector de Pachakutic progresista, con los que hay que sentarse públicamente y acordar los puntos de encuentro. En el diálogo, para que sea fructífero, ambos interlocutores deben estar dispuestos a ceder y buscar lo que une. La fuerza política hegemónica, en este caso la RC, debe entregar espacios de acción y, claro que sí, hacer la autocrítica sobre errores. La CONAIE deberá hacer exactamente lo mismo, en la dimensión que le corresponde. Reconocer, por ejemplo, que el voto nulo ideológico resultó siendo el voto a favor de Lasso y compañía. Decirlo a viva voz y reconocer el fracaso de la propuesta.
Estos acuerdos deberán tomarse entre los dirigentes máximos de ambas organizaciones, generando credibilidad y confianza en todos los sectores.
Sin duda, porque así lo enseña la historia, el resultado no será la suma de votos, será la multiplicación de la esperanza y la multiplicación de los votantes. La unidad del campo progresista y del campo popular es la única por la que vale la pena jugarse el todo por el todo.
En ese mismo diálogo de hecho estarán incluidas las reivindicaciones, de los sectores feministas, ecologistas y de los defensores de los derechos de la Naturaleza en general. Retomar los paradigmas de la plurinacionalidad y del Buen Vivir. Retomar lo central y básico de la Constitución de Montecristi. Y donde no haya acuerdo aceptar que se continuará el debate desde las posiciones de discrepancia.
La seguridad ciudadana
Es el otro gran tema y allí hace muy bien la candidata en no revelar nombres y personas de sus futuros colaboradores. Sin embrago hay que incluir el factor de la organización ciudadana. Cuando se menciona el periodo del Presidente Correa y la disminución de la tasa de homicidios, y el aumento e seguridad en las calles, se obvia la importancia que tuvieron las UPC como eje de la participación ciudadana.
Podríamos resumir los puntos centrales del éxito, en los siguientes: 1. El proyecto Nacional de combate a la pobreza. Un país con futuro, con esperanza.2. El mando único: Presidente y Ministro del interior.3. Dignificación de la carrera en la Policía Nacional (Salarios, vivienda, formación, Escuela). Depuración de los elementos evidentemente corruptos.4. Equipamiento de la Policía. Inteligencia preventiva y operativa.5. Formación de operadores de justicia.6. Participación ciudadana en las asambleas comunitarias. Las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) como eje de participación a nivel local.7. Trabajo y atención a los jóvenes agrupados en lo que se llama “pandillas juveniles”.8. Atención a los centros de reclusión. Y aquí hay que añadir algo que faltó, atención a los familiares de las personas privadas de libertad (PPL).9. Fuerte impulso, en corto plazo, a los municipios para la recuperación de espacios públicos.
En síntesis, una opción por la Seguridad ciudadana, participación ciudadana, antes que la militarización de la policía, tesis que ha sido y es derrotada en todas partes del mundo.
Esto como primer paso.
Simultáneamente el control de los recursos financieros de los tráficos. Y Solamente allí exigir la participación internacional efectiva. El apoyo extranjero en inteligencia, recursos y equipamiento, es relativo y corruptor, genera dependencia y es fuente de reclutamiento, tal como nos demuestra la historia.
Finalmente abrir y participar del debate sobre la legalización del uso y comercio de la marihuana y la cocaína en los países consumidores.
El camino es muy fuerte y empinado. En 18 meses se puede tener un primer impacto. El proyecto nacional debe ser de largo aliento.
Como dice Manuel: más vale unificar múltiples razones para ganar, que creer que se tiene “la razón” y perder.Apostemos a la Victoria, al triunfo popular y ciudadano.