Así tilda John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., la respuesta del ayatolá Alí Jameneí, líder supremo de Irán, a la posibilidad de que ese país mantenga negociaciones con Washington. Según dice, el Presidente Trump quiere conversar y ha enviado a varios representantes suyos para encontrar salida a la creciente tensión entre ambos países, incrementada después de que Trump rompiera, en mayo de 2018, el acuerdo nuclear conocido como Plan de Acción Integral Conjunto, PAIC, firmado el 2015 por Irán, Rusia, EE.UU., Gran Bretaña, China, Francia, Alemania y la UE, que establece limitaciones al programa nuclear de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales en su contra. Trump comenzó entonces una política de sanciones contra Irán, por lo que ese país suspendió parcialmente sus obligaciones en el PAIC y exige que se levanten los embargos relacionados con la venta del petróleo y las penalidades bancarias, impuestas por Estados Unidos.

Es que la prepotencia de Trump le impide ver que su política de sanciones, además de ser un rotundo fracaso diplomático, cierra la vía del diálogo con cualquier país que pretenda gozar de autonomía, no se diga con Irán, que a partir de la caída del Sha se independizó de la férula de Occidente. Para atizar más el fuego de las discrepancias, EE.UU. incrementó su presencia militar en el Golfo Pérsico, enviando un destructor de misiles guiados, un portaaviones, bombarderos B-52, aviones de combate F-15, aviones espías, misiles Patriot y un contingente adicional de tropas; argumenta que busca contener a Irán y sus aliados, a los que acusa de realizar actos de sabotaje contra buques petroleros.

La tensión entre EE.UU. e Irán se incrementó a partir del 20 de junio, cuando la República Islámica abatió el dron militar estadounidense RQ-4 Global Hawk, que en el momento de su derribo había incursionado en el espacio aéreo iraní, en la provincia de Hormozgán, cerca del estrecho de Ormuz. El Gobierno de Teherán ha publicado una serie de mapas que describen de manera detallada la ruta seguida por el dron y confirma la versión de que antes de su derribo había traspasado el espacio aéreo de Irán y presentó ante la ONU una protesta por violación de su espacio aéreo por parte de Estados Unidos. Según informaciones del Ministerio de Defensa de Rusia, el dron derribado por Irán operaba sobre el espacio aéreo de dicho país.

Se piensa, y no se exagera, que la crisis del Golfo Pérsico es mucho más peligrosa que la del Caribe de Octubre de 1962. Aquel enfrentamiento, entre EE.UU., la URSS y Cuba, era de solución relativamente fácil de lograr, por eso duró sólo trece días y se resolvió después de un duro e intenso bregar, cuando estos países decidieron sacar los misiles soviéticos instalados en Cuba y el equivalente estadounidense en Turquía.

En cambio, el conflicto entre EE.UU. e Irán abarca muchos más componentes, ya que si se desatara la guerra real e Irán cerrara el estrecho de Ormuz, la economía mundial se afectaría: el precio del crudo podría subir hasta los 300 dólares por barril, situación insostenible para EE.UU., Europa, China…; los mercados bursátiles se desplomarían como consecuencia de la disminución del valor de las acciones en todo el planeta; la economía global no soportaría las consecuencias de estos efectos negativos; la existencia de Israel y el reino Saudí estarían en jaque y, por ende, la paz mundial peligraría. Estos ingredientes son complejos y muy difíciles de controlar, porque involucran a varios países, peor todavía si se pretende imponer soluciones jaladas de los cabellos, y eso es lo que Trump no entiende, o no le gusta entender.

El asesor de Seguridad de Trump es un protagonista que tiene el rol antagónico en cualquier solución viable que no contemple la intervención militar. Después del anuncio de que el Presidente Trump había suspendido en los últimos minutos los ataques militares planeados contra Irán, Bolton declaró que esos ataques fueron frenados gracias a la sensatez del presidente e indicó que Irán no debe “confundir la prudencia y la discreción de Estados Unidos con debilidad”, pues Trump no se retractó de ese ataque sino que “detuvo su avance en ese momento.”

Sus palabras permitieron al Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, acusar a Bolton de sacar a EEUU de la mesa de diálogo y con ayuda del Grupo B (conformado por Bolton, de EE.UU., Bin Salmán, de Arabia Saudita, Bin Zayed, de los Emiratos Árabes Unidos, Benjamín Netanyahu, de Israel) librar una contienda en la región porque “tienen sed de guerra, desprecian la diplomacia y no les importan los intereses de Estados Unidos.” Por pocos minutos, casi llevan a ese país a una conflagración contra Irán, y concluye: “Donald Trump tiene razón al ciento por ciento en que el Ejército estadounidense no tiene nada que hacer en el golfo Pérsico. La retirada de tropas está totalmente en línea con los intereses de EE.UU. y de todo el mundo.”

Javad Zarif recuerda que el 2017 John Bolton dio la receta para destruir “ese acuerdo execrable” que es el PAIC: consultar silenciosamente a los actores claves; explicar que ese tratado perjudica los intereses de EE.UU., porque Irán lo ha violado desde su firma; desarrollar una campaña de persuasión sobre la amenaza estratégica que es Irán; generar discusiones en el Congreso para que se tomen medidas adicionales contra Irán, como eliminar en países aliados el derecho de atraque y aterrizaje para barcos y aviones iraníes; suprimir las visas a los iraníes y apoyar a la oposición democrática iraní. “Pese a ello, Irán nunca abandonó la mesa de negociación y no desarrolla armas nucleares o de destrucción masiva, porque sus principios religiosos no lo permiten.”

Trump es consciente de que su asesor de Seguridad Nacional es poco amigo de la paz: “Tengo dos grupos de personas, palomas y halcones, John Bolton es absolutamente un halcón. Si dependiera de él, se enfrentaría al mundo entero de una vez. No hay marcha atrás en la intención de bombardear Irán sino que, por el momento, detuve el posible ataque y una acción militar siempre está sobre la mesa… Derribaron un avión no tripulado… Estábamos cargados para la noche pasada tomar represalias contra tres lugares diferentes cuando pregunté cuántas personas morirán. 150, Señor, fue la respuesta del general. Diez minutos antes del ataque lo cancelé… Media hora después de que yo dijera adelante… No estoy buscando una guerra. Si la hay, será una destrucción como nunca han visto antes.” ¡Tétrico!

Nikolái Pátrushev, Secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, hace un llamado a la moderación y pide que disminuya la tensión en las relaciones entre Irán e Israel para que Siria no se convierta en una zona de confrontación geopolítica, pues es inadmisible cualquier intento de presentar a Irán como una amenaza principal para la seguridad regional. “Irán fue y sigue siendo nuestro aliado y socio con el que desarrollamos constantemente las relaciones tanto a nivel bilateral como en formatos multilaterales. Irán contribuye sustancialmente a la lucha contra el terrorismo, así como a la estabilidad en Siria.”

Lo cierto es que la guerra contra Irán sería contraproducente para una posible reelección de Trump y esa sería, tal vez, la causa por la que se suspendiera dicha agresión. Tucker Carlson, presentador de la cadena Fox News, después del ataque contra dos petroleros en el golfo de Omán, sostuvo que la utilización de fuerza contra Irán es una idea descabellada que resultaría catastrófica. Luego de que Trump desistiera de atacar al país persa, Carlson afirmó: “Las mismas personas que hace 16 años nos llevaron al atolladero de Irak exigen una nueva guerra, esta vez contra Irán… El presidente, para su gran mérito, parece ser escéptico, muy escéptico.” Por otra parte, Vladímir Putin, Presidente de Rusia, afirmó durante ‘Línea Directa’, su conferencia anual ante los medios, que el uso de fuerza por parte de EE.UU. contra Irán, que también afectaría a Washington, podría ser una catástrofe en esa región.

No se conoce a quien escuchó Trump, a lo mejor a los dos, pero lo cierto es que su decisión evitó la muerte no de 150 personas sino de unos 150 millones, si no es más, tal vez, la de la civilización entera. En esta ocasión, la política interna de EE.UU. favoreció a la paz mundial.  

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