En la coyuntura por la que atraviesa la sociedad ecuatoriana, se viene configurando o modelando signos de desgaste y desconcierto culminante del gobierno central por las diferentes facetas innumerables que contradicen y destruyen la sociedad. Esta vez, con la negación y archivo del Proyecto de Ley Orgánica para la Transparencia Fiscal, Optimización del Gasto Tributario, Fomento a la Creación de Empleo, Afianzamiento de los Sistemas Monetario y Financiero, y Manejo Responsable de las Finanzas Públicas, donde los votos afirmativos fueron 70, negativos 32, blanco 0 y abstenciones 31, de un total de 133 asambleístas presentes, el gobierno nacional perdió poder en la Función Legislativa, y evidenció que sus aliados políticos estratégicos obedecen también a otras agendas, algunas de ellas con carácter electoral.
Mientras tanto, el pueblo indignado por el gobierno y su gobernante, espera la finalización de su mandato para frenar y superar la crisis económica manifestada por falta de empleo e ingresos que deriva en el aumento de la pobreza, indigencia y desigualdad, esto ha generado una imagen de ingobernabilidad y desprestigio internacional. El pueblo está consciente que el actual gobierno no cumplió sus promesas y que se alineó a la derecha oligarca y su corporativismo internacional. También el pueblo conoce que los medios de comunicación nacional responden a una agenda articulada con los grupos económicos y de poder, esto ha llevado al pueblo a que opte por medios alternativos como las redes sociales.
Tal es así, que sondeos de opinión y voces críticas señalan que el pueblo ya no le cree al Presidente, porque miente con conciencia y hábito para crear una carpa de la verdad. Aunque los esfuerzos de sus estrategas en comunicación política mediante propaganda o cadena nacional -Circo mediático- buscan sostener una imagen y posicionar al gobierno como que está a favor de los que menos tienen, esto no transciende en la audiencia por cuanto ya conocen la versión oficial del presidente.
La caída libre de pueblo con amplitudes ilimitadas es el resultado de las fórmulas o recetarios monetaristas en pacto con los morenistas y sus élites con espíritu utilitario y rentistas que empujan sus mega intereses sin importar la ruina, el dolor y el honor del pueblo soberano.
Estos acontecimientos, principalmente el archivo del Proyecto de Ley, conllevó a un incremento del riesgo país, por cuento el recetario no se cumplió como aspiraba el Gobierno Nacional y el Fondo Monetario Internacional. El 1 de noviembre de 2019 este indicador económico fue de 761 puntos, mientras que el jueves 21 de noviembre alcanzó 1418 puntos (un incremento de 86% o 657 puntos) siendo el nivel más alto en 4 años. El riesgo país en los últimos 20 años, se ha originado principalmente por acontecimientos económicos, políticos y naturales. Por ejemplo en septiembre de 1999 fue debido a problemas económicos y del sistema financiero, 4416 puntos (Jamil Mahuad); el 5 de junio 2000 por problemas económicos secuela de la crisis financiera, 4712 puntos (Gustavo Noboa); el 20 de noviembre de 2008 por la moratoria de la deuda, 4493 puntos (Rafael Correa); el 18 de abril de 2016 por el terremoto de Manabí y Esmeraldas, 1145 puntos (Rafael Correa).
Continuando con la coyuntura política y económica, la táctica o contingencias del Presidente del ¨Gobierno de Todos¨ ha gestado un nuevo Proyecto de Ley denominado de Simplicidad y Progresividad Tributaria, y tiene carácter de urgencia económica, donde su finalidad o pretensión es recaudar 1266 millones de dólares adicionales entre los años 2020 y 2021. En el 2020 se recaudaría 619,5 millones de dólares netos y en 2021 se recaudaría 647,2 millones netos. Este ajuste si bien tiene el espíritu de restaurar la sostenibilidad fiscal para restablecer la estabilidad macroeconómica, el escepticismo prevalece ya que quien emite responde en estructura y contenidos al Fondo Monetario Internacional. Sumado a ello, la desconfianza en los inversores nacionales e internacionales, que aun perciben al Ecuador en crisis, algunos con argumento de que la crisis fue inducida y otros con razones de que la culpa es de Correa, este debate aun no ha sido superado, sin embargo, los indicadores socio económicos están a la vista.
¿Será que la economía ecuatoriana requiere más impuestos?, ¿De qué manera las medidas tributarias contribuirán con la economía?, ¿Qué sectores se beneficiarán con las nuevas medidas tributarias?, ¿Las medidas tributarias en qué porcentaje incrementarán el Presupuesto General del Estado?, ¿Qué sucederá con el impuesto a la salida de divisas?, ¿Contemplará reformas al IVA, Impuesto a la Renta, anticipo del impuesto al renta?.
Lo que sí está claro, es que el Art. 300 de la Constitución de la República del Ecuador establece que ¨El régimen tributario se regirá por los principios de generalidad, progresividad, eficiencia, simplicidad administrativa, irretroactividad, equidad, transparencia y suficiencia recaudatoria. Se priorizarán los impuestos directos y progresivos¨. En este marco, y en cumplimiento de la Carta Magna, ojalá que la emergencia gubernamental, plantee una norma tributaria que promueva la redistribución y estimulo de empleo, la producción de bienes y servicios, y conductas ecológicas, sociales y económicas responsables.