Por Luis Varese
La libertad de expresión es un derecho que va quedando cada vez más restringido en nuestras sociedades.
En manos de los propietarios del gran capital y subordinado al pantano engañoso de los medios de comunicación hegemónicos, cualquier trasgresión a los intereses de los patronos se paga caro. Muy caro, Assange es la muestra màs grave de ello.
Julian Assange es un héroe protagónico de esta lucha. Usar todos los medios al alcance para difundir y denunciar crímenes, traiciones a los países aliados, guerras, torturas, este ha sido su delito. Enfrentarse al imperio con coraje, valor y a la vez ingenua confianza en el sistema anglo y sueco del que pensó que no sería secuestrado, torturado, calumniado y finalmente arrestado por ningún delito, que no sea la libertad de expresión.
Su crimen fue denunciar traiciones a la humanidad entera por parte de lo peor de los guerreristas que nos gobiernan. Los farsantes defensores de las libertades y de la democracia. Denunciarlos por acciones reales (no inventadas como hacen con sus fake news) de asesinato, traición a sus “países amigos” en boca de diplomáticos conspiradores y embajadores o embajadoras del peor colonial-imperialismo que pueda existir.
Assange es nuestro compañero de lucha. Debemos impedir que sea extraditado a los EEUU. No sé cómo, que no sea el movimiento mundial, popular, o la gestión insistente de Presidentes valientes como Andrés Manuel López Obrador desde el solidario México.
Hoy que la OTAN se ha declarado abiertamente gendarme mundial, subordinada a los Estados Unidos. Hoy que el jefe del gobierno de España, Pedro Sánchez ha dicho que está muy bien que los solicitantes de refugio sudaneses, fueran golpeados por la policía marroquí de un lado y la española del otro lado de la frontera en Melilla, o que ha destinado fondos al gasto militar y hoy que el Rey de España (convertido en escudero de la OTAN) amenaza reconquistar al Sur, a “Iberoamérica” como la llama. Hoy que Turquía ha dicho que reconocerá a Suecia y Finlandia, siempre y cuando les entreguen a los Kurdos asilados, que luchan por su libertad y autonomía. Hoy en que policías estadounidenses mataron con 60 (SESENTA) disparos a un negro por una infracción de tránsito (¿caben 60 disparos en un cuerpo? ¿Qué queda de él?). Hoy que Bukele tiene presos a 32 mil jóvenes sean maras o no. Hoy que el Consejo Electoral del Ecuador niega la posibilidad de pedir la Revocatoria del Mandato del Presidente, por incumplimiento del Programa por el que fue elegido, y lo hace con el argumento de que no se la puede aplicar hasta que no cumpla con su periodo de gobierno (o sea la interpelación no vendrá hasta que no deje de ser Presidente, la aberración jurídica más grande.) Hoy que se cumple un año del asesinato del Presidente de Haití, Juvenal Moise, a manos de un comando de sicarios colombianos, contratados no se sabe por quién. Y estas son algunas de las cosas que HOY vienen ocurriendo. Por ello, hoy la Libertad de Assange y WikiLeaks son un gran peligro para los propietarios, para las lumpenoligarquías que nos gobiernan, porque tendrían una vez más un espejo mágico que los refleje y desnude.
La libertad de Assange, de darse, será un hito en los antecedentes de un posible manejo ordenado y dentro del Estado de Derecho, del uso del ciberespacio. Esta lucha debemos darla con toda nuestra fuerza en beneficio de nuestros hijos, hijas, nietos, de los y las que nos siguen en la vida.
Toda la prensa alternativa, la prensa comunitaria, debe fortalecerse y no podemos perder batallas en ello. Uruguay está dando pasos agigantados, pero hacia atrás. Ecuador va en el mismo camino de retroceder en la libertad de expresión revocando leyes de protección del usuario y devolviendo las hondas a los propietarios. Dos ejemplos de retroceso que nos tocan directamente. La lucha heroica de canales comunitarios debe ser sostenida con conciencia y masivamente.
Julian Assange es creador de libertades, rescatarlo de la prisión y tortura para que siga creando espacios de conocimiento y libertad es una tarea principal. Los algoritmos debemos alimentarlos nosotros. Debemos generar algoritmos libertarios que impidan que aceptemos la sumisión como manera de vivir.
Acaba de pasar un paro nacional en el Ecuador, dirigido principalmente por el Movimiento Indígena. Se han evidenciado dos temas nacionales de enorme importancia. Primero que el Movimiento indígena ha pasado a dirigir la movilización popular. Segundo que las grandes mayorías nacionales están en contra del modelo neoliberal. Esto tiene que ver con Julian Assange, pues debemos difundir en el muy progresista pueblo ecuatoriano, que este hombre fue secuestrado de la Embajada del Ecuador, con la complicidad y anuencia del Canciller José Espinoza y del Presidente Lenin Moreno.
Grave error proponer a Moreno, peor error hacer campaña por él, y peor aún elegirlo, nada de llantos sobre la leche derramada. Luego perdimos las siguientes elecciones donde otro error fue el voto nulo ideológico. Esto nos debe enseñar que cualquier retroceso contra los espacios democráticos ganados (aunque parezcan reformismos menores) es un retroceso que golpea directamente al pueblo mayoritario.
Debemos aprender a resolver las contradicciones en el seno del pueblo avanzando y no imponiendo opciones ideológicas o políticas coyunturales. Esto, una vez más, nos enseña que debe darse la más amplia base de acumulación de fuerzas políticas en contra del neoliberalismo.
Podemos ver lo que ocurre en Europa con el avance del fascismo y la ultra derecha, lo que ocurre en Perú con el arrinconamiento del gobierno progresista por las fuerzas oscuras de la lumpenoligarquía, en Uruguay con la derrota del Frente Amplio. Recordemos que no hay “alternancia”, lo que hay es el camino del progresismo o la reacción acelerada y eficiente. Este es el tiempo de avanzar, Colombia nos da un buen ejemplo de triunfo electoral y vendrá Brasil con Lula. Hoy más que nunca hay que luchar con sinceridad y humildad por la unidad y caminar hacia las próximas elecciones seccionales en Ecuador o en Perù, recuperando y ganando los espacios democráticos que beneficien al pueblo en su conjunto.
La libertad de Assange forma parte de esta lucha de los pueblos. El periodismo del ciberespacio es nuestra próxima conquista. Nos lo debemos.