Por Juan Cárdenas
Parece buena gente el joven: sin poses, espontáneo, de pocas palabras y de buen carácter. Hasta allí todo bien. Sin embargo, nos preocupa que proponga las mismas medidas neoliberales. Entonces no podemos esperar resultados distintos. Nuevamente la carga para la clase media, los micro emprendedores, la gente de a pie; en tanto que, levantando la falsa premisa de estimular la inversión para la creación de empleo, plantea la remisión, léase perdón, de la gigantesca deuda tributaria de los grandes grupos económicos que en la práctica no generan empleo como sí lo hace la economía popular y solidaria. “Esa gente” debe arrimar el hombro con todo su poder económico y ser los primeros en pagar sus tributos vencidos. De lo contrario estaríamos ante un conflicto de intereses. Es como el cuento del borrachito, que al ver que se acabó el último trago, pide a los compañeros de chupe que se pongan otra botellita y él está listo para “apoyarles moralmente”.
A propósito de un sonado juicio político en trámite, estoy de acuerdo con el comunicado de la FGE, cuando al alegar la carencia de argumentos fácticos y jurídicos para interpelar a su titular, se refiere a “la flagrante transgresión al principio de independencia de funciones consagrada en la Constitución…”, sin querer queriendo cuestionó el pronunciamiento del Ejecutivo, quien emitió criterio en contra de esa interpelación, invadiendo la facultad fiscalizadora privativa de la primera función del Estado como es la Legislativa. Más bien, ante la decisión de la Justicia Brasileña de desechar las pruebas forjadas en el caso Odebretch, declarando que los testimonios de Consienzao Santos no son válidos, seguramente la Fiscalía debe estar solicitando la nulidad de la causa, con la misma diligencia que ha actuado en los casos contra Jorge Glas.
¿Vieron al Santos Alvite, burlándose de la Asamblea? ¡Qué mentiroso ese hombre, qué mentiroso! Toda su vida se dedicó a atacar la gestión del Estado en el control y administración de los sectores estratégicos como petróleo, energía, minas, para desacreditar los negocios públicos, privándolos de recursos, con una fanática campaña mediática de los pautados, en procura de su privatización. Aliado del gran capital, siempre estuvo a lado de las transnacionales. Ahora niega que le notificó la Asamblea Nacional, con tal de no rendirle cuentas de sus “comedimientos y travesuras” en perjuicio de los más altos intereses nacionales. Su juicio político se cae de maduro y parece que habrá unanimidad para su ejemplarizadora condena. ¿Será que este pájaro ya voló y sólo les tiene a sus jueces naturales a punta de mensajes de WhatsApp?
¡Chuta!, el gringuito se pasa de metiche. Primero habló de los narcogenerales, luego de la corrupción judicial. Ahora afirma que los narcos y corruptos tienen testaferros para lavar dinero hasta en equipos de fútbol, pasando por algunos medios sociales que fingían ser observadores responsables, cuando ahora son extorsionistas pagados por nefastos para desviar investigaciones criminales, confundir al público nacional y continuar viviendo bien con la plata robada de los ecuatorianos. ¿Volverán a quedarse callados los aludidos?, porque, metido y todo, don Fitzpatrick hizo revelaciones muy graves que van por la línea de información de la CELAC que en 2022 se lavó 3,500 millones de dólares en el sistema financiero y la cifra para 2023 pinta más alta todavía. Lo dicho por el metiche debe ser investigado, pues lo dice el representante del patrón que se cree dueño de este patrio trasero. Nos conocen como si nos hubieran parido.
Tomado de confirmado.net