Por Juan Cárdenas

Estuvo movida la semana. Hubo de todo: un dado de baja, allanamientos, confesión de un arrepentido y doble filos en la Asamblea Nacional. Veamos. El escandaloso informe de “León de Troya”, al que le cambiaron el tipo penal, no se hubiera conocido si no fuera por el trabajo de los investigadores policiales, cuyas conclusiones revelaron graves implicaciones al más alto nivel. De pronto la orden para que se archive ese informe, porque afectaría la reputación de no sé quién de bien arriba; y a pesar de ser el secreto más bien guardado, al fin se filtró, ocasionando el juicio político contra el “que sabemos” y su desesperada respuesta con la muerte cruzada. A partir de entonces los investigadores se quejan de falta de protección y más bien alegan ser objeto de persecución y represalias; hasta que la cúpula policial resolvió dar de baja al teniente Rodney Rengel por meter sus narices en un narco negocio macanudo. Pobre joven: escondido, despedido y desprotegido. Oficial Rengel, la justicia tarda pero llega…

En la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, todos sus integrantes, incluidos los derechosos, le dieron como bombo en fiesta al cínico y mentiroso exministro Santos Alvite, luego de que al fin se presentó para afirmar, entre otras sandeces, que firmó sin leer el contrato que encareció el precio de la energía importada de Colombia. Además, insistió en que el sector eléctrico tiene que estar en manos privadas, (para asegurar el negocio). Parecía que sólo era cuestión de contar los votos para el juicio político. Pero no. La derecha se mostró de cuerpo entero y se negó a votar por la censura de uno de sus conmilitones. Se unieron para este salvataje, los social y malcristianos, los de Destruye y los de la bancada oficial: todos neoliberales privatizadores, reaccionarios, odiadores. El susodicho se quedó riendo y la Patria en penumbras.

Asomó por ahí el testimonio del Dalo arrepentido que ratifica la absoluta inocencia de Jorge Glas. Relató con detalle la trama macabra del traidor colosal, con un pendrive modificado al gusto de su perfidia, para que lo entregue a eso que llaman justicia, la misma que designó al perito Hurtado para el trabajito; pero éste muy profesional, descubrió que el dispositivo electrónico había sido manipulado. El perito pidió, según el Dalito, que le traigan la computadora, tablet o laptop, en la que se produjo el dichoso pendrive; pero le respondieron que otro complotado hizo desaparecer el aparato, razón por la cual Hurtado se negó a seguir con la farsa, lo que le valió intimidación judicial. Luego actuaron esa “prueba” para condenar a un inocente, cuyo único “delito” fue denunciar la traición que luego consumaron, despojándolo de la Vicepresidencia y condenándolo a la sanguinaria mazmorra. Si a este “arrepentimiento” se agrega la nulidad declarada por la justicia brasileña en el caso Odebretch y notificada al Ecuador, el querido compañero exvicepresidente Jorge Glas tiene que ser declarado inocente, porque fue víctima del más cruel LAWFARE.

Los allanamientos juegan al pepo. Que los hagan en todos los casos y a todos los sospechosos de abajo, del medio y de bien arriba. Y ante las calumniosas insinuaciones de ciertas cloacas mediáticas, les recordamos que el Dr. Wilman Terán fue el Juez de Sala de la Corte Nacional de Justicia que le negó en tiempo récord el recurso de apelación al Presidente Correa, en el proceso del impresentable “influjo psíquico” que avergüenza al país. Además, de qué se quejan, si Terán es de la camada del finado…

Por RK