Por Sebastián Tamayo Villarroel
Durante el gobierno de Lenín Moreno, mucho se ha especulado respecto a la participación del candidato Guillermo Lasso en las decisiones económicas del país. Las suposiciones concluyeron en corolarios argumentados por el propio líder de Creo y algunos allegados a él.
2018
A mediados del año 2018, Lasso festejaba el planteamiento de la Ley Trole 3 presentada por el Ejecutivo ante la Asamblea Nacional. El ahora candidato presidencial, recalcaba la necesidad de limitar el gasto público, mediante el despido de funcionarios públicos, a quienes los catalogó como «pipones del correismo».
Así también, en una entrevista afirmaba haber mantenido una reunión con el ministro Martínez y la primera llamada del Presidente de la República. “A mí me llamó por teléfono Lenín Moreno (…) él me agradeció la posición como opositor de asumir unidad nacional» dijo Lasso. (La Posta; 21/05/2018).
2019
Un año más tarde, se consumó el acuerdo legislativo entre la bancada de Alianza País y Creo, que permitió que Litardo asuma la presidencia de la Asamblea. De acuerdo con las declaraciones del candidato Lasso, la negociación duró tres meses y fue liderada por la ex ministra María Paula Romo. Allí suscita la segunda llamada entre Moreno y Lasso, donde simplemente se trató de un agradecimiento y un par de elogios, según la versión del líder de Creo.
Entre los parámetros del acuerdo legislativo Lasso afirmó que «busca, entre otras cosas, cambiar las normas laborales», mismas que las catalogó como «reformas sustantivas para la generación de empleo y el desarrollo económico del Ecuador». (La Posta; 21/05/2019)
Por si quedan dudas sobre la herencia de la política económica de Moreno, recurrimos una vez más a las declaraciones de Guillermo Lasso quien mencionó que;
«Quienes han cambiado ideológicamente es el gobierno, no nosotros (…) Y si el gobierno ha dado un giro ideológico hacia las propuestas de creo, hacia las propuestas mías pues obviamente tengo que hablar». (La Posta; 21/05/2019)
Con ello, el discursivo de distanciamiento del gobierno de Moreno, que posiciona la campaña de la lista 21, es una retórica Del balotaje. Un discurso romántico entre dos amigos (Lasso y Moreno) que por presión externa deben alejarse.
Desde la racionalidad, no hay argumento suficiente para cuestionar la participación de la ortodoxia económica Lassista en la política de Moreno. Efecto de ello, diezmaron al sector público, permitieron la remisión tributaria a los grupos económicos, flexibilizaron las relaciones laborales, acudieron al FMI, eliminan subsidios, entre otras…