Por Juan Cárdenas
Bueno es culantro pero no tanto. Ya tienen dos leyes económicas urgentes, aprobadas en tiempo récord, para atender los requerimientos de un Ejecutivo que debe valorar el respaldo desinteresado de la oposición democrática y propositiva; pero un tercer paquetazo, digo paquete, digo proyecto urgente en materia económica, con el propósito de someterse al recetario neoliberal del FMI, es inaceptable, pues el aumento de 3 puntos en el IVA es una carga injusta, regresiva, indiscriminada que afecta a la oferta de bienes y servicios de consumo masivo, que todos estamos condenados a pagar, más aún los pobres de su bolsillo cada vez más famélico. Cruzaron la línea Roja. La gobernabilidad que le brindó espontáneamente la RC, no es un cheque en blanco para “que se cargue”, ¡cuándo no!, con las grandes mayorías populares y de la clase media, sentenciadas inexorablemente a la miseria. Y lo que más molesta es que sólo se le pide sacrificios al Ecuador profundo, afectado por la pobreza extrema, que muy difícilmente “para la olla”, en su lucha diaria por la supervivencia de la familia.
Hay alternativas para afrontar la crisis, por ejemplo, volver al Impuesto a la Salida de Divisas, ISD, al original 5%, a fin de que lo paguen los grandes grupos económicos que prefieren esconder sus caudales en paraísos fiscales. ¿Y los banqueros? Ellos que cuentan por miles de millones sus utilidades provenientes, no de un paralizado aparato productivo al que no financiaron, sino de servicios bancarios encarecidos al nivel de sus desmedidas ambiciones y de actividades especulativas provenientes de la “lavandería”. El crecimiento espectacular de los grandes patrimonios, también deben tributar “patrióticamente”, es un decir, ésa gente no tiene Patria, ni corazón; sólo bolsillos. No sean ociosos, gestionen el cobro de los impuestos consolidados y en firme que los tramposos evaden impunemente. Por siaca, no son los pobres… Eliminen los escandalosos subsidios que disfrazados de “incentivos” benefician injustamente a las transnacionales petroleras y mineras, así como a otros grandes grupos económicos. Allí está la plata, Señor Noboa, atrévase a sacarle un pelito al tigre pelucón… ¡Ah, cierto!, entre bomberos no se pisan la manguera…
Dijo que tiene un plan bonito; pero que no le cuenten a Fito. No faltó un chismoso que se lo contó y el Fito se fugó. ¡Qué bestia!, cómo vivía el susodicho en una suite de lujo, con todos los servicios de la más alta calidad y tecnología. El señor de Comunicación dijo que últimamente el “mancito” ya no se sentía seguro y por eso se fue, se largó. ¿Entendieron? Ni yo. Ahora la consigna es recapturarlo y consignarlo a una celda de máxima seguridad. El estado de excepción y la declaración del conflicto armado interno que permite las operaciones militares para neutralizar a la delincuencia organizada merece el respaldo de los ecuatorianos al Gobierno Nacional y la observancia y acatamiento en su tarea de devolvernos la seguridad y la paz. Pero la coyuntura del país no merece que se nos cargue con 3 puntos en el IVA, cuando el 2% de la población privilegiada tiene la obligación de aportar con su “granito de arena”. ¡Ya es hora!