Por Orlando Pérez

DIARIO DE CAMPAÑA (12)

LO BUENO

Un debate presidencial ayuda a muchos: desde las percepciones explica quiénes y por qué determinadas personas quieren dirigir la República del Ecuador. Y el debate del CNE tuvo una buena escenografía, un formato más o menos viable para el número de candidatos y no supuso un escándalo, como la lógica del show aspira. Al menos ya conocemos mejor la talla intelectual y académica de los candidatos y cada cual sabe quién pierde en ese campo.

LO MALO

Los lugares comunes, las frases sin condumio, el tono publicitario antes que el político y un grupo de candidatos atacando a uno solo de su panel, revelaron a cierta clase política criolla en su muy precario nivel “aspiracional” para llegar a la Presidencia (que genera más memes que ilusiones). Sospecho que algunos están solo para “calentar el puesto”, recaudar fondos y ganar cierta fama (no siempre buena), pues este sábado fueron espectadores antes que protagonistas de la necesidad de un liderazgo potente.

LO FEO

¿Cuánto trabajo tuvieron los “ilustres” del Comité Nacional de Debates para elaborar esas “sesudas” preguntas a los candidatos? ¿Hubo al menos una revisión de las cifras del país para provocar respuestas desde esa realidad (la de las cifras)? ¿Bastaría revisar cada pregunta a cada candidato para entender que se hizo como si fuese una entrevista de panel y no un debate? Claro, habría que pensar por qué uno de los moderadores fue más mordaz con un solo candidato y complaciente con todos los demás.

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