Por Luis Ernesto Guerra.
Cuando las estructuras oligárquicas de las ultraderechas ganan en un proceso electoral la elección de autoridades en los tres niveles nivel de los Gobiernos Autónomos Descentralizados(GADS) provincial, municipal y parroquial en país, es democracia, pero si el triunfo no satisface sus perversos intereses de tinte neofascista los impugnan, desconocen, invocan fraude, piden se recuenten los sufragios voto a voto, y aparecen como arte de magia entre un abrir y cerrar de ojos inconsistencias de muchas urnas electorales, de actas, se devela su entramado antidemocrático buscan defenestrar y meterse por la ventana al despacho del primer burgomaestre del Distrito Metropolitano de Quito pisoteando la voluntad soberana del pueblo, porque ya hicieron costumbre de ese mal hábito.
¿Presunción de infracción electoral?. Que emerge como un descabellado pretexto estratégicamente planeado y secundado por una decadente y maliciosa narrativa del poder fáctico, que no tiene ningún sustento y argumento en derecho.
Qué risible tan sólo han presentado el querellante en materia electoral vocal del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS)y su abogada patrocinadora publicaciones y archivos que circularon en redes sociales ante el juez del Tribunal Contencioso Electoral(TCE).
Empero, ¿qué organización o autoridad de libre nominación o elección popular no participa en una campaña electoral y apoya a su organización política, a sus candidatos/as con posterioridad a su jornada de trabajo?.
Se acostumbraron a meterse por la tranquera o la ventana para apropiarse y pisotear la voluntad soberana del pueblo de Quito.
No han podido ni podrán destruir con asedio e injerencia, violencia verbal, psicológica, visceral de una segmentada estructura política e ideológica, que pretende truncar un nuevo modelo de desarrollo del Distrito Metropolitano de Quito que viene construyendo Pabel Muñoz, el alcalde que está transformando de manera planificada el Distrito capital.
¿Qué subyace a este entramado?. Presumimos ganar popularidad en base a una autoridad de elección popular que sabe planificar y ejecutar un programa de gobierno con participación popular.
Al parecer existe una agenda oligárquica, política e ideológica, que tiene todo un encuadre y estilo de las barras bravas, de esos sectores y de castas de poder ancladas en el latrocinio y estancamiento de Quito.
Una muletilla de proselitismo político pretende posicionar mediante la persecución política selectiva a través de un ilustre desconocido que proviene de esos sectores que ayer levantaron banderas negras, la bronca de los nutella cuando se les obliga a pagar impuestos, que han descargado toda su parafernalia, xenofobia, odio y racismo durante dos levantamientos sociales y populares a los pueblos y nacionalidades originarias del Ecuador, en dos regímenes oligárquico-corporativos, que violaron derechos humanos y fundamentales , que han sumido al país en inseguridad, violencia, corrupción, es decir desinstitucionalización y desmantelamiento de lo público.
Hablemos claro, aquí existe una clara agenda de justicia selectiva, con persecución política selectiva para judicializar al burgomaestre que en diez meses viene recuperando a Quito que durante tres administraciones ha venido de tumbo en tumbo, generando el estancamiento del Distrito Metropolitano que su apuesta es la construcción del principio constitucional del buen vivir.
Se quiere cometer un golpe inconstitucional, antidemocrático, por pertenecer a la Revolución Ciudadana, a la legítima autoridad municipal que el pueblo de Quito refrendó y escogió en las urnas. Por mencionar un cambio total de 360 grados en el sistema de transporte metropolitano, el Metro uno de los más modernos de la región latinoamericana tiene las improntas de esta organización política; Pabel Muñoz, es el alcalde de las quiteñas y quiteños y los/as de corazón.
Un refrán popular expresa cómo estuvimos hace 10 meses y cómo estamos hoy. Aún emergen las voces y gritos estridentes que quieren tomar por asalto lo que no han ganado en las urnas.
Cómo les duele que ya no puedan empuñar las empresas públicas municipales, que ayer fueron un botín de reparto, hoy tienen la administración de conformidad al marco constitucional, y legal vigente en país en materia de Empresas Públicas Metropolitanas.
No existe ni de hecho y de derecho una infracción electoral, pero se pretende posicionar mediante un absurdo antijurídico ante el juez de la causa del Tribunal Contencioso Electoral, lo que no existe.
Ergo, es clara la hoja de ruta en el manejo selectivo de la justicia electoral. Presumimos que se quiere negar a Quito su rumbo, su norte geográfico y magnético de ser el corazón del desarrollo y capital iberoamericana de la cultura.
No han podido ni podrán detener la voluntad soberana del pueblo de Quito.
Exigimos como ciudadanos de Quito el respeto al voto de respaldo expresado en las urnas al alcalde Pabel Muñoz.
Existe un proyecto de Distrito, un programa de gobierno de gestión local, de desarrollo, de proyecto político desde el gobierno distrital que está en plena sintonía y armonía con el pueblo que ama una ciudad planificada, con seguridad ciudadana, que invierte, que cambia, que transforma y cumple a cabalidad con los procesos de participación ciudadana, veeduría social, de presupuesto participativo, a través del gobierno municipal.
Hay un halo de esperanza en el pueblo porque el Distrito Metropolitano de Quito, tiene liderazgo y sabe gobernar con el pueblo y para el pueblo, a pesar de que una antidemocrática y fascistoide oligarquía que odia a los barrios populares, a las organizaciones sociales y populares, diversidades socioculturales, sexo genéricas, quiere truncar el desarrollo soberano de Quito.
Quito, ya tiene un alcalde y es Pabel Muñoz.
Un líder ya dijo que les vaya bonito a las banderas negras y nosotros decimos que sus conciencias están atrapadas por el odio y ahora pretenden generar opacidad con sus nefastas acciones antidemocráticas.
Exigimos una disculpa pública porque esto quiere macular a la máxima autoridad del Distrito Metropolitano de Quito y al pueblo que tiene el derecho de vivir en paz en una ciudad distrital con paz, seguridad y desarrollo soberano.
Qué viva Quito libertario cuna de la defensa de la democracia.
Quito ya eligió y tiene su alcalde.