Ese “perdón” del Presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha sido una puñalada mortal para toda la derecha latinoamericana.
Conceder que durante décadas la clase dirigente chilena ignoró al pueblo de Chile y sus necesidades tuvo que ser una decisión difícil forzada por las circunstancias, pues la derecha latinoamericana nunca hace ese tipo de concesiones.
Hasta “Don Francisco” salió por televisión llorando y pidiendo perdón.
Todo el aparato mediático, todas las fuerzas militares (casi todas), toda la burocracia del Estado Chileno, no alcanzaron para contener esa marea de insurrectos que se tomó las calles de las ciudades chilenas.
Hay cosas que me parecen increíbles y admirables de esta sublevación. Por ejemplo, la mitad de los sublevados, por lo que pude ver en las imágenes, son mujeres. A la par de los hombres, las mujeres chilenas se han lanzado a las calles a darse palo con la gendarmería. He visto docenas de imágenes de mujeres reventadas y sangrantes resistir los abusos del Ejército y la Policía. He visto MADRES CON SUS HIJAS colocarse un pañuelo en la cara y salir a revolcarse con las fuerzas de orden público. He visto menores de edad resistir a la fuerza pública. He visto señoras maduras de clase media hablar de su propia cobardía y alabar a los jóvenes que llevan a cabo este levantamiento. Es decir, TODO EL PUEBLO CHILENO SE HA SUBLEVADO, desde los jóvenes, hasta los viejos; desde los hombres, hasta las mujeres y los niños. Una verdadera “Primavera Chilena” al mejor estilo egipcio, o tunecino.
Y el gobierno chileno no ha podido contener esta sublevación con nada. Los medios chilenos han resultado irrelevantes pues la comunicación entre alzados y el resto del mundo ha sido a través de redes. Todos los vídeos y noticias que he visto me han llegado por redes. Al igual que en el caso ecuatoriano, el mundo sabe la verdadera dimensión de lo que pasa en Chile por las redes sociales pues de los medios chilenos no me ha llegado nada, y los medios colombianos, como de costumbre, escondieron todas las noticias sobre el tema, o las refundieron para que poca gente las leyera. Semana y El Tiempo le han dado tratamiento de tercera categoría a la revuelta en Chile porque tienen miedo y porque son parte del régimen que controla a Colombia, pero eso no ha importado. A nadie en Colombia le importa ya que Semana no publique esta noticia o la otra porque con las redes se sabe la dimensión real de las noticias. Yo supe que la cosa era grave en Chile desde el sábado porque una amiga chilena me lo contó por aquí. Y, luego, empezaron a llegarme vídeos de todo tipo.
Creo que no miento cuando digo que la mayoría de nosotros ha visto por aquí, casi que en vivo y en directo, la brutalidad de la fuerza pública chilena. Nunca en mi vida había visto tanto bolillazo como en estos últimos 5 días. Los gendarmes chilenos son unos animales, unas bestias.
Pero con esos bolillazos y esos gases lacrimogenos no ha bastado. Tan pronto esas imágenes se filtraron por todo el globo, Piñera quedó frito. La opinión pública mundial respaldó a los levantados y a ese pobre imbecil le tocó patrasearse.
Piñera, uno de los artífices de la pseudo invasión a Venezuela de hace 9 meses, padece hoy lo que su mujer ha calificado como una “invasión alienígena”, un levantamiento devastador que ha hecho que el gobierno recule y haga reformas.
Pero, lo más curioso de todo esto, desde el lado colombiano, es el silencio. ¿Alguien ha visto a Duque? ¿O a Uribe? ¿O a Martha Lucia? ¿O a la Cabal? Por supuesto que no. En el gobierno están todos en “cuarteles de invierno” preparando un posible plan de contingencia por si se les viene encima algo parecido.
La diferencia con Colombia es la capa de miedo que existe en nuestro país. Esos muertos semanales, esos líderes sociales asesinados que caen como arroz todas las semanas en nuestro país, son el “seguro contra insurrección” del Uribismo. A través de esos asesinatos selectivos el gobierno mantiene una “capa de terror” estatal que impide que la gente se subleve, pero eso no quiere decir que en el gobierno no estén cagados. Porky se esta poposeando en los pantalones, eso se los garantizo. Ese man esta de pañal, con cambiada de pañal 4 veces al día, de eso estoy seguro. Y estoy seguro porque los crímenes del estado colombiano son infinitamente más grandes que los del estado chileno. Después de todo, Chile es de los países más ricos de Suramérica, ¿y miren lo que pasa?
En Colombia, los crímenes del Estado dan para revolución con guillotina, un mes, 24 horas al día funcionando la guillotina. Pero la capa de terror tiene aguantada a la gente.
Y hay que decirlo: el colombiano es cobardón y cómodo. Los indios araucanos de Chile son de la gente más brava del continente. Chile fue uno de los últimos territorios que los españoles conquistaron debido a la feroz resistencia de los araucanos.
Pero en Colombia, con nuestra mezcla de indio sumiso, negro flojo y español indiferente, no nos alcanza pa’ eso. Por eso, entre otras cosas, siempre perdemos con Chile en el fútbol. Nos falta coraje, nos falta valentía, nos faltan los cojones de los mapuches y los Araucanos.
Y esto resulta una lástima pues, si hay un presidente “tumbable” en Latinoamérica, ese es Duque. No hay presidente más frágil en el mundo en estos momentos, que Duque. Con un soplido fuerte, este paquetaco se cae, pero en Colombia pesa mucho el miedo.
Y ahora que Piñera, uno de sus aliados en la región, está pidiendo perdón, es el momento justo para darle un golpe a este gobierno cruel y asesino de Duque-Uribe.
Pero ese día llegará solo cuando la sociedad colombiana emule a la sociedad chilena. Solo cuando las mujeres salgan a protestar a la par de los hombres; solo cuando las mujeres se den palo con el Esmad; solo cuando las madres salgan acompañadas de sus hijas de 13 años a revolcarse en la calle con la policía, veremos un cambio en Colombia.
Y como son de cómodas la mujeres en Colombia, como son de chochos los padres con sus hijos en Colombia, como es de miedosa la sociedad colombiana en general, creo que todavía está lejos para que ese día llegue.
Pero están cagados, Duque está re-cagado, de eso estoy seguro.
Hasta acá, en Estados Unidos, me llega el olor a mierda que expele el uribismo…
En realidad, el uribismo no esta cagado, ellos ya de por sí son mierda. Simplemente, se están derritiendo…