Por Juan Cárdenas
La curiosa saga a propósito de las cambiantes cifras oficiales respecto al empleo culminó con una confusión que nadie entiende. Primero dijeron que han creado 25 mil empleos; un dorito después, que son 50 mil. Luego subió a 63 mil. Simultáneamente viene el INEC y le desmiente feísimo, revelando la cifra no del empleo, sino del desempleo en 80 mil. Por decir eso le costó el puesto. Y como en el póker, viene la ministra del ramo y dobla el anuncio a 160 mil empleos. Pero aclaró que es en el sector privado, ya que en el público no crean ni uno. Resígnense los electores del afiche, porque no van a contratar médicos, ni maestros, ni ingenieros. ¿Policías y militares tampoco? He allí la esencia del neoliberalismo, con la reducción del Estado hasta su exterminio, para que todos los servicios y bienes públicos se conviertan en prósperos negocios empresariales, verbigracia la salud, educación, vialidad, serán mercancías sujetas a las leyes del mercado y el que no tenga con qué pagarlo, ¡salado! ¿Será verdad que, en semejante escenario, haya un 82% de masoquistas? Mejor me quedo con los cuentos de Pinocho y Caperucita de la ministra cabreada que asomó a los tiempos.
Se publicó el aumento del IVA al 15%; y aunque su vigencia está previsto al 1 de abril, se desató especulación y acaparamiento de productos vitales, sin que nadie nos defienda. Los mediáticos vendieron el humo de que la canasta básica no paga IVA. Ahora se quejan de que todo ha subido. ¡Hipócritas! Luego se viene la eliminación del subsidio a los combustibles, en obediencia a las condiciones impuestas por el recetario hambreador del FMI. Y los florindos felices porque todavía no vuelve Correa. A propósito, ¿se acuerdan que el Contralor Celi, huiñachishca (léase ahijado) del trujillato, en grosera intromisión en la función electoral, en pleno proceso eleccionario, dispuso la ilegal eliminación del movimiento de la Revolución Ciudadana? A su tiempo exigimos que se sancione al metiche con destitución y cárcel, como manda la ley de la materia. Se impuso la complicidad con los complotados en contra de los derechos políticos de la mitad de los ecuatorianos. Tardíamente el TCE le sancionó por esa grave interferencia en contra de la autonomía de una función del Estado, con multa y suspensión de derechos políticos por 4 años. Justicia que tarda no es justicia.
¡Cuidado!: se han quintuplicado los secuestros y extorsiones en Guayas. ¿Y el plan Fenix? Como que no llega la ayuda de los gringuitos y tienen que llamar a la policía colombiana. La delincuencia sigue campante. No basta con encerrar a pillastres de la calle. Por nuestra seguridad, demandamos que se agarre a los capos cabecillas de las bandas narcos, que se recapture a Fito y Colón Pico, porque la Justicia no puede ser como las serpientes que sólo muerde a los descalzos. Dejen de hacer el ridículo con alharacas sobre una supuesta fuga del exvicepresidente Jorge Glas cuando era cuestión de preguntar en la Embajada de México, donde permanece en calidad de huésped, en espera de la decisión de ese país amigo sobre su solicitud de asilo, dada su innegable condición de perseguido político.
Una perla vergonzosa sobre el caso de Julián Assange, en versión de su abogado Aitor Martínez: el ministro de Relaciones Exteriores británico, en su agenda anota que viaja al Ecuador para agradecerle a Lennin Moreno, quien ama al Reino Unido, por la entrega de Assange y que en gratitud le ha dado un precioso plato de porcelana del palacio de Buckingham, “por su trabajo bien hecho”, así textualmente. Un plato fue el precio de una vil traición, condenada por el mundo.