Por Luis Varese
Condecorado con la Orden del Sol del Perú, el escritor se ratifica en su vocación de respaldar a los peores candidatos y gobiernos. Ojalá que su mala leche le caiga también a Boluarte y su socio Otárola, tal como ha ocurrido con todas las predicciones electorales pasadas recientemente. Junto con los dinosaurios racistas del Almirante Alfalfa Montoya (diputado en el Congreso peruano, que avergüenza la memoria de Miguel Grau) y con el Ministro de Educación Becerra, que avergüenza la memoria de centenares de miles de maestros, Vargas Llosa no escatima elogios a Dina Boluarte, desgraciadamente la primera presidenta Mujer en el Perú.
El desfile de 12 mil policías por las calles centrales de Lima gritando consignas, tal como hacían los ejércitos nazis o las camisas negras en Italia y los falangistas, hoy nuevamente, en España.
Un policía dispara una bomba lacrimógena a la cabeza del señor Santisteban y lo asesina. Otro policía lanza gas lacrimógeno al pecho de una mujer que iba con los brazos abiertos y su pollera roja, camisa blanca, a abrazarlo. Un alcalde que se cree con el derecho de prohibir las manifestaciones en Lima y otro en Miraflores, y una Constitución (la de Fujimori) pisoteada en todos sus artículos, menos los que garantizan el modelo económico de entrega de recursos naturales.
Seis muchachos puneños, soldaditos, ahogados en un río en Ilave, Puno, por una orden estúpida de su incompetente Capitán y un General que a grito pelado, obliga a los sobrevivientes a inventar una versión que exculpa a ese Capitán, del cual aún hoy no sabemos el nombre.
El manejo de la mentira repetida sistemáticamente como un instrumento político en los discursos de la presidenta, del primer ministro, de los diputados de la ultraderecha, del propio Vargas Llosa y su corte. “Los comunistas dirigen las manifestaciones”. “El gobierno comunista de Pedro Castillo es el culpable”. Nunca fue un gobierno comunista y si así hubiera sido era un gobierno “elegido por el voto popular”. ¿O ahora el ser comunista vuelve a ser un delito? Claro que sí.
Otras mentiras de oficiales de policía, acusando “al terrorismo”, a Sendero Luminoso o al MRTA, de participar en las manifestaciones o de dirigirlas. Todo ello sin presentar absolutamente sin ninguna prueba.
La presencia de delincuentes comunes en los grupos de acoso a autoridades electorales, judiciales, o a periodistas de centro o centro derecha, (casos Gustavo Gorriti y Rosamaría Palacios) colocados frente a sus casas con parlantes y haciendo mucho ruido e insultando durante horas a estas personas, sin ninguna intervención de la policía nacional, ni de la policía municipal. Esas mismas actuaciones se dieron contra Pablo Iglesias y otros dirigentes en España.
El asesinato impune de 48 compatriotas en la sierra central, en el sur y en el área amazónica, al que se suman los 6 soldaditos ahogados en el río. Asesinados con fusiles de guerra o perdigones y bombas lacrimógenas lanzadas a la cabeza de las personas. Tal como en Chile o en Bolivia.
Todo ello configura la creación de un cuerpo fascista de palabra y obra y Vargas Llosa virreinal, colonial, y racista se convierte en su calificado vocero.
Es notoria la mano y el asesoramiento de VOX de España y por supuesto de la CIA y los tanques de pensamiento (Think tank) estadounidenses. Construir una fuerza, no solamente policial militar, sino popular lumpenesca, para enfrentar a las mayorías que exigen un cambio contra el neoliberalismo. Darle un cuerpo civil, incluso paramilitar, a la hegemonía ideológica del gran capital. Esa es la decisión.
La presencia de VOX llega a un extremo caricaturesco, cuando frente al hotel Sheraton había unos cuantos lumpen, gritando “fuera Pablo Iglesias, comunista vuelve a España”. Esto denunciado en el programa La Base, que dirige Iglesias, quien no estaba en Perú, ni nunca fue invitado a asesorar a Castillo, tal como aullaban los delincuenciales personajes mencionados.
La corriente autoritaria que está en el Gobierno, no se conforma con reprimir, sino que se asesora de manera precisa, para montar la escenografía del terror fascista y nazista y Vargas Llosa se presta, entusiasta a ello, hablando de democracia y la defensa del modelo neoliberal, que ya no resiste el menor análisis económico. Biden y compañía están tomando medidas proteccionistas de sus empresas; la Unión Europea busca hacer sobrevivir sus propias empresas farmacéuticas por ejemplo rescatándolas de la globalización, y así sucesivamente. Los cuerpos policiales y los comandos de las FFAA, tiene rápida adaptación para el crimen y el asesinato. Están preparados para reprimir y no para defender a la Patria. Ya lo vimos con el fujimorismo. La mafia y el narco contribuyen a ello.
La insurgencia popular hacia dónde vamos
Por supuesto que el desenlace no está claro ni a la vuelta de la esquina. El MRTA con sus mil fusiles, se adelantó de 40 años a esta insurgencia. Sendero retrasó 40 años la misma insurgencia. La izquierda actual no tiene dirección ni vocación de poder. La derecha ha optado por el fascismo no solamente por lo brutal y represivo, sino como modelo de dominación y de explotación antipatriótica de nuestros recursos humanos y naturales.
Lo militares y policías patriotas y honorables (que debe haber unos cuantos) han optado por un silencio cómplice. Porque el lujo de ser deliberantes, sólo se lo dan los fascistas. El largo camino de la lucha popular costará aún muertos, detenidos, torturados violadas y violados. Pero el camino es indetenible solo que esta vez deberá construir nuevas formas de democracia popular con la diversidad plurinacional que se requiere.
El racismo que manifiestan abiertamente el laureado dinosaurio Vargas Llosa, el Ministro Becerra de “Educación”, el ultraderechista Alcalde de Lima y el de Miraflores, los diputados de la extrema derecha parlamentaria, todo ese racismo es punible por ley. El racismo en el Perú es un delito penal y tarde o temprano serán sancionados. El asesinato de civiles no quedará impune.
El camino será largo e incluye, inevitablemente una Asamblea Constituyente, prontas y nuevas elecciones y cambio del ejecutivo. Por ahora esos son solamente buenos deseos. La desgraciada muerte de los 6 soldaditos, a manos de su capitán, puede ser un llamado de atención para todas y todos. No porque sean muertos más importantes, sino porque no se los puede acusar de “terroristas”.
Esta espiral política que nos lleva la fondo de la confrontación parece no tener salida, más que la fascista y represiva, pero hay dirigencias regionales, hay mujeres y hombres con un coraje acumulado durante siglos. Una resistencia que no tiene fin. El país puede salir de esto con un gran acuerdo nacional, del que se excluya el racismo (a los racistas de toda índole, blanquiñosos, o indios) y la venta de la Patria. Es decir que surja un gobierno soberanista y redistributivo. Puede ser que salga de las elecciones, también puede ocurrir que el País se divida y los gobiernos regionales tomen las autonomías como un ejercicio de construcción federativa. Lo que sí, no pasará por propuestas mediocres o conciliatorias. No pasará por este APRA de miserables que quieren inscribirse y participar, ni por la derecha de Fujimori. Pasará por un camino más largo y difícil, pero indudablemente más democrático. En fin, el Perú quiere una respuesta integral con las culturas, los pueblos, y mal que le pese a Vargas, las y los habitantes originarios que hablan el maravilloso quechua o el aimara, o las lenguas amazónicas. Y todos los idiomas y lenguas peruanas, que tiene sus orígenes en tantas artes que incluyen el Congo o a los Caribes.
Señor Vargas Llosa, esta rebelión va de norte a sur y es el resurgimiento de Inkarri, es la recomposición del cuerpo rebelde de Túpac Amaru, de Micaela Bastidas, de Tita Condemayta, Juana Azurduy, Manuelita Sáenz, de Simón Bolívar. Tema usted, y vuelva a España, con su reyezuelo, el de las posaderas temblorosas que no se atreve a ponerse de pie ante el paso de la Espada del Libertador. A usted no le gusta Petro, no le gusta Correa, Maduro, Lula, Evo Morales, Arce, Choquehuanca, ni la Xiomara Castro, o Cristina Kirchner. Menos aún Ortega, AMLO o Díaz Canell. Es Decir a Usted le gustan los serviles y los lambiscones. Lástima señor Vargas, los tiempos cambian, tardan pero cambian.
Será doloroso y complejo, pero así como ahora hay un ciclón pocas veces visto en la costa peruana, hay un ciclón en la sierra y la Amazonía. Ambos son impredecibles e indetenibles.