El más reciente “logro” del gobierno del morenismo socialcristiano es un acto de sicariato financiero. Como toda operación de sicariato, hay autores intelectuales y autores materiales. Los autores intelectuales que se benefician de este sicariato además están realizando una operación de fraude financiero de gran escala.
El morenismo socialcristiano –evidenciado por el entusiasmo de Mauricio Pozo, ex binomio de Cynthia Viteri y ex precandidato a la alcaldía de Quito– anuncia que el acuerdo con el FMI es un logro pero ni si quiera tienen la mínima delicadeza de compartir el texto del acuerdo. Esta es la primera señal del fraude que se está llevando a cabo. El que la prensa anuncie en sus titulares el monto del acuerdo con el FMI sin que se conozca el texto del mismo es una primera señal de un fraude venidero.
El FMI se conoce como un “prestamista de última instancia”. Eso quiere decir que los países acuden al FMI cuando ya no hay ninguna otra opción. Sin embargo, en esta ocasión, es absolutamente falso. Hace pocos días, el morenismo socialcristiano sorprendió a propios y extraños al vender 1000 millones de dólares en Wall Street. Esa es una segunda señal de fraude. No hay ningún antecedente de un país que emita 1000 millones en Wall Street –demostrando que tiene posibilidad de acceder a los mercados de capitales alegando “confianza”– pero que a semana seguida alegue “crisis” y “salvación” acudiendo al FMI.
Pero esto se agrava, $1000 millones de bonos pagarán una tasa de interés del 11%. Lo extraño de todo esto es que el expresidente del Consejo Empresarial –hoy Ministro de Finanzas, Richard Martínez– anunció que la demanda de esos bonos fue de más de $3000 millones. La vanagloriada ley de oferta y demanda dice que el Ecuador podía haber vendido esos bonos a una tasa de interés mucho más baja, porque sobraba a quien vender. Es demasiado extraño que hayan vendido a 11%. Tercera señal de fraude.
A esto se suma la denuncia –ignorada– del ex subgerente del Banco Central del Ecuador, Victor Hugo Villacrés. En un medio de comunicación internacional, Villacrés denunció al planeta que los compradores de los bonos al 11% de interés fueron emporios económicos nacionales (!). Eso quiere decir que quienes se benefician de la tasa de interés más alta que los bonos Global 2030 –del año 2000 y que fueron declarados ilegítimos– ni si quiera son para beneficiar a Wall Street, sino para beneficiar a las élites nacionales. Que un expresidente del gremio de capitalistas nacionales esté a cargo de las finanzas públicas y que el gremio de capitalistas nacionales sea el que se beneficie de las tasas de interés de la deuda externa no solo es conflicto de interés, es mayúscula corrupción. Es un fraude a gran escala.
El FMI hace evaluaciones periódicas de las economías nacionales que se conocen como “Artículo 4”. La evaluación de la economía ecuatoriana se realizó hace meses ya, y el Presidente del conservador Foro de Economía y Finanzas Públicas (Marco Flores), denuncia que el FMI, por no obtener autorización del morenismo socialcristiano adalid de la transparencia, no ha publicado la evaluación del “Artículo 4”. Esto es importante porque esta evaluación nos daría claras pistas del contenido del acuerdo con el FMI, que a pesar que ha sido anunciado en cadena nacional, su contenido tampoco se ha transparentado a la población. Esto también es fraude.
Como país dolarizado, nos queda analizar qué ha dicho el FMI con relación a los países sin moneda propia. Un buen ejemplo es Grecia. Cuando el FMI se involucró en Grecia, estimó que la economía iba a recuperarse brevemente; esto jamás ocurrió, la economía siguió cayendo. Y en cada subsecuente pronóstico, se “equivocó”. La economía griega sufrió muchísimo, junto con sus familias y sus ciudadanos. Esto es parte del fraude: no habrá recuperación económica porque lo que el FMI plantea es la destrucción de la economía para que baje el nivel de consumo, para que baje el nivel de empleo, para que baje el nivel de salarios – su principal fijación.
Cuando el FMI habla de competitividad y cuando el FMI habla de las bases institucionales de la dolarización, el FMI plantea, por escrito, que se debe retroceder con relación a sus derechos laborales.
“Reforma Laboral. Como los países dolarizados no tienen un colchón para enfrentar choques externos adversos, tienen que minimizar rigidices nominales, en particular en el mercado laboral. La competitividad de las actividades transables en los países con dolarización oficial está vinculada a la moneda extranjera adoptada como moneda de curso legal respecto a otras monedas. Además, estos países están están expuestos a choques reales exógenos sin ningún chance de usar el tipo de cambio como un colchón, como si lo tienen otros países. En estas circunstancias, los países dolarizados no tienen ninguna otra alternativa más que promover y mantener flexibilidad en el mercado laboral para permitir a las economías ajustarse al ambiente adverso. Por lo tanto, los países dolarizados deben esforzarse para lograr mayor flexibilidad en los mercados laborales. Los aumentos salariales deben manejarse con cuidado ya que pueden afectar la competitividad de las actividades transables. Los incentivos para la creación de empleo y para mejorar la movilidad laboral también son relevantes.” (traducción y énfasis mía)
Si quedan dudas, lo confiesa el vocero del morenismo socialcristiano, Mauricio Pozo. Se consuma el fraude, y con el retroceso de los derechos laborales que reduce la vida de los trabajadores ecuatorianos, se consuma el sicariato.