Esquizofrenia: Nombre genérico de un grupo de enfermedades mentales que se caracterizan por alteraciones de la personalidad, alucinaciones y pérdida del contacto con la realidad.
- Vamos a la Consulta Popular y será el voto ciudadano quien escoja a los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, palabras más palabras menos fue la convocatoria para participar en la consulta sobre este tema. En sí la consulta popular es un mecanismo democrático y válido, mientras que responda al orden Constitucional y efectivamente esa propuesta ganó en las urnas. (Vale decir para los lectores de Nuestramérica que este organismo creado por la Constitución, como un instrumento de directa participación ciudadana para el nombramiento y control de los poderes del Estado, no llegó a desarrollarse tal y como estaba diseñado.)
- Entre la Consulta y el proceso electoral, se nombra a un Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, Transitorio regido y presidido por un político con muy poca vocación democrática y participativa y de un profundo anticorreísmo como ha sido demostrado durante su ejercicio en este año y fracción. Este instrumento de Gobierno, que remplazó a todos los poderes del Estado de una manera u otra, designa entre otros al Consejo Nacional Electoral (que resultó ser una amalgama política llena de contradicciones e incompetencias tal y como se demuestra en lo ocurrido en las elecciones seccionales).
- Vamos a las elecciones seccionales y será con el voto ciudadano que se elija a los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y efectivamente, con un mecanismo poco claro y sin propaganda electoral se presentaron 43 ciudadanos y ciudadanas entre los cuales había que escoger a 7 para el CPCCS. Hasta este momento con acciones confusas y declaraciones que anunciaban el caos, ya que el propio Presidente del Consejo de Participación Transitorio llamaba a votar nulo por los consejeros que debían sustituirlo y, algunos miembros de Consejo Electoral decían que candidatos sugeridos por el expresidente Rafael Correa, debían ser impedidos de participar por ser “correístas”, (enfermedad política que obsesiona a la derecha neoliberal y al parecer muy contagiosa).
En ese ínterin, sin decir aguas van ni tener ninguna resolución del Tribunal Constitucional ni ningún debate en el propio Consejo Electoral, un Consejero, el Sr. Cabrera, decide “depurar” administrativamente el padrón electoral eliminando el derecho a voto a entre 40 y 120 mil ciudadanos residentes en el Ecuador desde 40 años o más, la cifra exacta increíblemente no se conoce aún. Decisión administrativa peligrosísima por inconstitucional, ilegal e ilegítima, que quita un derecho adquirido a miles de personas que sin contar con su posición política, se vieron impedidas de acudir a las urnas como lo venían haciendo desde hace décadas o al menos un quinquenio.
Ayer el Presidente del Consejo de Participación Ciudadana Transitorio, anunció que creará un Comité para eliminar el consejo de Participación Ciudadana, órgano creado por la Constitución de la República. Este Comité abrirá una cuenta para recolectar fondos e implementar esta decisión, no queda muy claro cómo, tal vez con una nueva “consulta popular” u otro mecanismo extraído del sombrero de mago maligno, que aparezca en el arte de enredar las leyes. Pongo entre paréntesis y en negrita esta última referencia a la “consulta popular” porque en manos de los designios de quienes rigen los destinos de la Patria, este ejercicio no cuenta con ningún respeto efectivo tal y como se viene demostrando. Entonces, el propio Presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, decide eliminar al organismo que preside por evidente temor que ejerza los mismos poderes que él ha ejercido. Cual niño rico del barrio El Presidente agarra la pelota, y dice aquí se acaba el partido y no se juega más fútbol, porque la pelota es mía.
Sin embargo hay una diferencia sustancial, esta vez el organismo no ha sido designado arbitrariamente y sí, los siete Consejeros, tres hombres, tres mujeres y uno por los Pueblos y Nacionalidades, fueron elegidos con más del 75% del voto popular directo, dando el pueblo ecuatoriano, una enorme muestra de civismo, inteligencia y vocación participativa y democrática.
- Hoy no tenemos claridad de lo que va a ocurrir con algunos consejeros electos para el CPCCS. Ciudadanas y ciudadanos en las calles frente al Consejo Nacional Electoral exigen transparencia y claridad en el conteo de votos. Tampoco tenemos claridad de lo que va a ocurrir con determinadas alcaldías, concejalías y vocalías en diversas provincias del país. Este ha sido el proceso electoral más confuso y desordenado de los últimos 12 años. La improvisación, el desconocimiento, y tal vez la mala fe en el CNE es tan evidente que el día de ayer frente a las cámaras de la televisión nacional, uno de los miembros del CNE, el Sr. Luis Verdesoto, acusó al resto de posible fraude, lavándose las manos y tratando de pasar a un lugar un poco menos oprobioso de la historia.
Mientras que reviso estas líneas el periodista australiano-nacionalizado ecuatoriano, Julian Assange ha sido entregado a la Policía de Londres, permitiendo la violación de la extraterritorialidad de la Embajada del Ecuador en esa ciudad. Terrible violación del Derecho Internacional, del Derecho al Asilo. Terrible violación de la Libertad de Prensa. Terrible violación de la Constitución al entregar a un connacional, que lleva 7 años viviendo en territorio ecuatoriano.
Justamente la conclusión de este artículo, va dirigida a cómo estamos, como humanidad entera, siendo encaminados a la destrucción del orden jurídico que costó tanto construir después de la segunda guerra mundial. Los Derechos Humanos fundamentales, las luchas anticoloniales, las luchas contra las dictaduras y los éxitos conseguidos en los últimos veinte años, vienen siendo pisoteados a una velocidad increíble, con la complicidad clara de las potencias de lo que se llama Occidente. El uso de los fake news y el law fare, el uso del poder judicial para destruir el orden constitucional, lo ocurrido ayer en la OEA (en una instancia que no tiene la potestad para aceptar o no a un representante) con la representación de ese personaje bufonesco como es Juan Guaidó; el uso del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas buscando los mismo fines. A esto hay que añadir los actos de piratería y robo como los recursos de Venezuela en el Banco de Londres o el asalto a los barcos que transportan petróleo venezolano a Cuba. Y la acción política esquizofrénica muy consciente, aquí en el Ecuador con el uso malsano de los poderes del Estado y las elecciones configuran una situación de altísimo riesgo. Podemos hablar de una esquizofrenia inducida, generada para hacernos perder la orientación y desorientarnos hacia dónde vamos como sociedad y como Estado.
Esta pérdida total de la legalidad inventando instancias que de manera sistemática violan el estado de derecho, crean inestabilidad y zozobra, o peor aún que no existen o pretendiendo desconocer otras que han sido refrendadas por el voto ciudadano, nos lleva a una profunda preocupación del camino que se está tomando. La defensa del Orden Constitucional que con tanto esfuerzo se logró construir luego de 10 años de cambios de Presidentes y desastres políticos, económicos y sociales, generando que el 12.5% de la población se viera forzada a migrar, debe ser la prioridad para todas y todos al margen de su ubicación partidaria. Ciertamente hay quienes han decidido ya entregarse al FMI y vender los bienes de la Patria al mejor postor, pero la ciudadanía toma cada vez más conciencia y las elecciones seccionales son una prueba de ello.
Con mucha serenidad y con la plena convicción que defender las estructuras del Estado de derechos, habrá que buscar puntos de encuentro para construir un amplio frente democrático contra el autoritarismo. No se puede ni debe descuidar ni una sola de las políticas públicas alcanzadas que benefician a las grandes mayorías. El confusionismo en el que se puede caer, al conciliar posiciones no debe llevar al inmovilismo político. Los hombres y mujeres honestas y patriotas de la Asamblea Nacional deben retomar el rumbo de la defensa de la institucionalidad. El movimiento popular debe fortalecerse y marchar en defensa de los intereses mayoritarios. La habilidad y velocidad con que se están destruyendo diez años de una gesta democrática y popular que logró redistribuir la riqueza, sin generar contradicciones irresolubles, debe ser respondida con la misma habilidad en cada espacio de lucha democrática.Lo que ocurra con el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, será un termómetro claro en la medición de fuerzas entre democracia y autoritarismo o, peor aún, dictadura.