Por Luis Ernesto Guerra

No han podido ,ni podrán callar la voz del  pluralismo y comunicación  social, como es la  de Orlando Pérez,  que dirigió  los Medios Públicos  dándoles un enfoque netamente sociocultural y que tuvo una importante  transformación de El Telégrafo, con una de las editoriales más modernas de Latinoamerica ,que hoy está  en proceso de liquidación  al igual que la televisión pública,  que difundió contenidos netamente educativos, sumados medios que fueron incautados , a aquellos sectores que se beneficiaron de un denominado feriado bancario, que fomentó la enorme diáspora de millones de ecuatorianos y ecuatorianas, condenados/as, a la migración, que siguen alimentando el ingreso de divisas,  para el Ecuador, mientras el neoliberalismo autoritario , arrecia con violencia los derechos fundamentales del pueblo ecuatoriano, profundizando las brechas de injusticia e inequidad.

La memoria histórica y social  de nuestro pueblo es el mejor patrimonio, que no olvida las recurrentes violaciones de derechos humanos cometidas.

Hoy Orlando, gerencia una empresa pública de comunicaciones, Radio Pichincha, que en octubre del 2019, fue sometida a una terrible persecución  política, e inclusive clausurada, por no responder a la narrativa de los grandes medios de comunicación corporativa, por convertirse en una tribuna de la comunicación, e información con la verdad, sin caer en subjetividades o exaltación al régimen de turno, e interpelar a la narrativa de Carondelet.

Más pudo el odio, que pretendió callar esta voz  del periodismo comprometido con el deber de informar y formar una conciencia ciudadana.

Octubre del 2019, fue agitado por un levantamiento popular,  con un fatal desenlace   de pérdida de valiosas vidas humanas, de glóbulos  oculares,  juzgamientos extrajudiciales, detenciones arbitrarias,  así como la apertura de procesos selectivos, que una Comisión de La Verdad y La Justicia, de manera técnica  y profesional, en un sendo informe concluyó  que había un excesivo uso de la fuerza por la policía, que significó el aceleramiento de la persecución política, cuyo sustento fueron los testimonios de la gente , un minucioso trabajo de campo y el informe de una misión  de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH.

El poder  de turno jamás  va aceptar la información plural y objetiva.

Se activaron, las lanzas de la persecución, y el poder del autoritarismo recurrió a operadores/as de comunicación,  en cuyo libreto  se fue incubando  la calumnia, la diatriba.

Aún flotan en un aire mortecino, de calentamiento global, las sombras de un régimen,  que recogió  cadáveres en las calles  de Guayaquil, en féretros de cartón , producto de un manejo irracional  de la pandemia de la Covid-19 y sus variantes, que no sabemos cuando termine  su letalidad y mortalidad. En la que hemos perdido, amigos, familiares,  a nuestros seres queridos.

Hoy ,se ha vuelto a reactivar el manual del Lawfare y Fake-News.

Hay un macabro libreto que se ha encargado de atentar con la honra de las personas y rayar en las más temerarias  calumnias,  que desnudan la perversa intención de falsas narrativas, que vulneran los derechos humanos de las personas.

El Ecuador de conformidad a su marco constitucional, es un Estado de derechos, que garantiza el ejercicio  de los mismos, pero existe una poderosa maquinaria massmediática,  con operadores políticos, que actúan  como trollcenters,  o que se ocultan en plataformas anónimas , denominadas alternativas, cuyo fin en mente consiste en denostar y pisotear mediante la calumnia a las personas, mucho más  cuando  tienen una formación profesional en el periodismo  y la comunicación  social, con mirada plural, que devela las acciones nefastas de un régimen que carga sobre las espaldas de las clases subalternas y medias, el peso de un injusto, insensible,  e inhumano neoliberalismo autoritario, que está  desinstitucionalizando al Estado y generando un empobrecimiento de la gente.

Desde el léxico  de los multilaterales, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial,  denominan medidas de ajuste fiscal, que comienza con la privatización de las empresas públicas  estratégicas del Estado, que le pertenecen al pueblo ecuatoriano.  Medidas que siguen golpeando a los derechos fundamentales como son: salud,  educación, empleo,que tácitamente  repercuten en las familias,  que día a día se desenvuelven en el desempleo  y subempleo, empobrecimiento, concomitante el  incremento de la inseguridad, agravada en un  contexto de una pandemia que está presente casi dos años.

El régimen anterior, desató  toda una sistémica persecución,  con odio político  no es malo haber trabajado  en el gobierno de la Revolución Ciudadana. Pero si es cuestionable pautar para dedicarse a dañar la honra de las personas.

Ergo, la miseria humana y espiritual, campea libremente, para calumniar.

No Extraña ver como estos denominados trollcenters,  tienen nombre y apellido y rayan en diferentes tipos penales, en calumnias,  con la proterva intención de intentar macular a un ser humano, como Luis Orlando  Pérez, un profesional del periodismo,  que pone  los puntos específicos en donde más  le duele a la mediática  palaciega y su régimen , que  ha retomado las Fake-news,  el Lawfare,  a fin de callar a sus opositores o críticos,  que lo único  que hacen, es informar con objetividad, con la verdad.

Denunciamos a la comunidad nacional e internacional,  que este tipo de nefastos actos, tienen que frenarse, que el Ministerio Público como la Fiscalía y Consejo de la Judicatura, cumplan su cometido y funciones  , apegada/o al debido proceso, en derecho; se precautele y proteja la integridad, física, psicológica , moral, de un ecuatoriano, que no puede disfrutar de sus derechos constitucionales, que es asediado permanentemente, que además es un profesional, de la comunicación  y fundamentalmente  es un padre de familia, un gran ser humano .

Nuestro estilo, no es la calumnia , el daño de la honra, de cualquier ser humano o humana,tan solo el activismo y defensa de los derechos humanos, pero nos caracterizamos por la frontalidad y decir la verdad.

El papel aguanta todo dice la sabiduría popular, pero hay  que pensar antes de actuar, el agua derramada,  no podemos recogerla, mucho más  una calumnia .El debido proceso tiene que cumplirse a fin de restituir y reparar el daño ocasionado, de conformidad al Código Orgánico Integral Penal COIP

Expresamos  toda nuestra solidaridad a Orlando, a sus hijas  y familia.

Exigimos al gobierno nacional  garantizar el pleno ejercicio de derechos y a la Fiscalía,  se haga justicia frente a estos actos calumniosos y temerarios, cargados de odio.

Justicia sí.  Impunidad no.

Por RK