Francisco Herrera Aráuz
Exclusivo para www.ecuadorinmediato.com*
En la nación estos momentos se vive un ambiente tenso, difícil de entender y aceptar porque se mezclan fácilmente la rabia escondida y la confusión manifiesta que no da para entender ¿Quién gobierna en el país?, tras lo cual están saltando las sensibilidades heridas de los que hicieron la «revolución ciudadana» con la que llevaron al presidente Moreno Garcés al poder, y hoy se sienten traicionados. Para muchos, que se van sumando al descrédito del mandatario en forma diaria, todo lo que hay es una traición desembozada que tarde o temprano se convertirá en una deuda política a cobrarse, porque no se pueden quedar así con la historia que se les escape entre los dedos. Hasta tanto los decepcionados se van sumando por cientos, y el régimen que parece no entender este fenómeno del desencanto azuza más el fuego con acciones nefastas.
Un punto de partida para entender históricamente lo que está pasando se lo puede poner en el discurso del 25 de mayo de 2017, en el momento mismo en que asumió el mando el actual presidente Lenin Moreno Garcés. Bajo el concepto de “marcar diferencias”, el tajo dado para separarse de lo que fue el “correismo” e implantar el “morenismo” se fue notando en cada acto del nuevo mandatario, en cada palabra que buscaba ser distinto, en cada nombre de cada ministro de estado y en las decisiones que acababan con la forma como se había llevado al país, especialmente en la comunicación entre el presidente y su pueblo bajo el cambio de estilo. Nada se dijo, se aplaudió en silencio, pero se cuestionó en privado.
Si la incomodidad se sintió al ver a quienes le rodearon al mandatario desde el inicio, todos ellos con una clara tendencia de derecha, junto a los militantes de la izquierda que quedaron como rezagos del régimen anterior que dejaba el poder, fue el llamado al diálogo lo que agitó el fantasma de la inconformidad. Es que todavía estaban frescas las heridas de los insultos y las ofensas que habían sangrado en el debate para colocar en el poder a Moreno Garcés. Si, esos mismos que le insultaron hoy se sentaban orondos en la mesa, con mucho cinismo algunos de ellos para disimular lo que antes insultaron, y el presidente decidió olvidarse de su militancia para proclamar burlón que “les está agarrando odio a los que votaron por el” frase lanzada ante la poderosa banca ecuatoriana que festejó entre risas lo dicho, y aún mas si se miró como se aisló a sus excompañeros y se juntó con los detractores para instalarse en el gobierno.
Entonces, el odio expresado por el mandatario se convirtió en lo que a estas alturas no se puede negar, en un plan preconcebido para acabar con Rafael Correa y el correismo, que se ha confirmado en las bocas de los propios voceros del régimen, tales como Andrés Michelena y Juan S. Roldán, quienes después de haber sido empleados y cabezas visibles por las alabanzas que lanzaron en favor de Rafael Correa, hoy son los ejecutores principales del plan siniestro llenando la prensa de ofensas, insultos y acusaciones de siniestro tono contra el exmandatario, justificando todos los atropellos que se den en su contra y que ellos aplauden de paso festejando las bromas del presidente Moreno Garcés, que todo sea para destruir la época anterior.
Basta mirar cómo se aplican las estrategias de control político con directrices de Gustavo Larrea, principal inculpado por los asambleístas de Alianza PAIS, para certificar como destruyeron el partido dejando a Rafael Correa sin ese grupo que él mismo fundó y, al presidente Moreno Garcés con el membrete, la estructura y unos cuantos militantes más los fondos que dan la legalidad ante el CNE, pero es una verdad amarga decirles que entre todos se quedaron sin partido y sin fuerza política para largo tiempo, y quien sabe si quizás alguna vez lo recuperen.
Explotando el sentimiento de la nación de una lucha sostenida contra la corrupción, de la que acusan al régimen correísta, sin considerar que a todo el país consta que ellos fueron parte de ese gobierno, y que por lo tanto pueden ser acusados también de corrompidos por el poder, Ecuador es sometido a un bombardeo político por parte del gobierno y los pocos militantes que se quedaron con ellos, o sea los neo-morenistas, para que olvidemos que son lo mismo. Por ello, la sospecha extendida es que, en el caso de Jorge Glas, al que le someten a juicio con serios vicios de ilegalidad y le inculpan sin pruebas da la confirmación del plan preparado para la traición que no logra ser eliminado del pensamiento colectivo, muchos de quienes votaron por el actual régimen hoy se enfrentan a esta amarga realidad de un vicepresidente destituido y preso. Y se suma la sensación de culpa al reclamarles a ellos, a los del régimen que hoy gritan ¿Por qué no hablaron, denunciaron o reclamaron antes? No, no hay respuesta.
A vista de la gente común los dos puntos críticos de ese plan se han consolidado en dos momentos: la consulta popular llamada para destruir políticamente a Rafael Correa, y que se logra en febrero de 2018 y; la llamada a juicio al exmandatario por el caso Balda con la orden de prisión del pasado 2 de julio. Esos dos momentos han construido un imaginario critico que señala y apunta directamente al gobierno de Lenin Moreno como el causante de la persecución. Si se suman actos, declaraciones, disposiciones para que desde las embajadas se le persiga, tanto como las bromas pesadas y burlas de Twitter, el marco de traición se ha asentado de tal forma que va a ser imposible que el presidente de la República y su entorno se libren del ambiente de odio que ellos mismos han propiciado contra Correa y los correístas.
Al mirar con atención el nivel de persecución que ha llevado a un punto extremo el presidente Moreno Garcés en contra de su mentor político Rafael Correa Delgado, desatando una tendencia de odio en el país, la crispación y asombro de lo que ocurre no lo pueden creer ni siquiera la propia oposición, que se vuelve a cada momento sorprendida buscando alguna forma de aprobación para el mandatario al que antes combatieron, pero no la halla ni entre los suyos ni entre los traicionados militantes de lo que fue Alianza PAIS hoy llamados en forma humillante morenistas. Las redes sociales, las declaraciones y amenazas lucen a estas horas al grado del desborde extremo y pareciera que una chispa puede saltar y desatar un enfrentamiento cruento entre quienes fueron y están ahora en el gobierno, con los opositores enfermizos que planean todo tipo de complots y, los correístas que son ahora víctimas de estos ataques.
La traición no solo ha sido en el acto de gobierno o en la persecución desatada contra los ayer amigos y hoy rivales; la hay también en la contradicción de su propio discurso, que los hace ver a los morenistas y sus aliados como traidores de sus propias palabras. En estas últimas semanas han saltado dos ejemplos puntuales de esta amarga contradicción: el de la vicepresidenta María Alejandra Vicuña y la presencia del vicepresidente norteamericano Mike Penn. El antimperialismo predicado con herencia familiar se tuvo que silenciar en la boca de la segunda mandataria, al tiempo de ser parte de un escena diplomática cercana al bochorno, ya que a ella era a quien le correspondía recibir y acordar con su homólogo político, cuando lo que ocurrió es que fue hábilmente ocultada como una especie de presencia inoportuna e incómoda en la visita, y luego, debe aceptar todo lo acordado con el mandatario estadounidense, que se sabe es una imposición grotesca a nuestra política y soberanía, lo que se supone siempre fue combatido por ella y ahora es tristemente resignado en su discurso.
El otro caso que ejemplifica el triste desencanto de la traición es el de Nubia Villacís, como presidenta postergada del Consejo Nacional Electoral (CNE). El haber participado de un entente con el exasesor Eduardo Mangas para imponer la Consulta Popular, simulando legalidades, traspapelando nombramientos, trasegando decisiones constitucionales se llegó a la convocatoria de esta, que siempre fue ilegal, y jamás dejará de serlo. Pues bien, creado el Consejo Transitorio lo que han hecho es despreciarla a la señora Villacís, dudando de su capacidad intelectual por haber sido reportera de televisión (Teleamazonas) le consideran desde siempre como inadecuada para dirigir la función electoral que ella dirigió en favor de los hoy nombrados. Que pobre espectáculo da en las últimas semanas al reclamarles lo ilegales que han sido ellos y cómo fueron elegidos, en una contradicción sinceramente repudiable por ser resultado de una traición hasta de sus propios principios.
Tanta rabia acumulada en muchas mentes y votantes efectivos en favor del presidente Moreno, se expresó el pasado 5 de julio de 2018 al salir a la calle a reclamar el voto que le dieron al ahora triunfante mandatario ecuatoriano, y que es motivo de su odio. Muchos exigen una explicación de lo que ha hecho con el país, y ¿Por qué no se gobierna con el plan de gobierno de la revolución ciudadana? Si, con ese que fue respaldado y hasta legalizado ante notario con la pena de en caso no cumplir con el mismo puede destituirse al gobernante. Ese es el principal desencanto de la traición, la incoherencia para gobernar con el plan del enemigo político y no por lo que se prometió hacerlo con tanta alabanza y halago de lo que se decía la década que ya es leyenda. Por ello es por lo que la credibilidad del mandatario tiene un escandaloso 53.8% en contra, en un grupo que ayer no más creyó en él y hoy se siente traicionado.
Solo se me ocurrió preguntar en una ocasión reciente. ¿Por qué tanto desencanto?, y la respuesta ha sido violentamente sensible entre quienes se sienten traicionados: “Mire en lo que se ha convertido este gobierno”
Las voces al unísono acusan de esto:
a.) De haber pasado a ser un gobierno de derecha, que tiene en sus filas a 9 ministros de derecha política militante (Trabajo, Comercio Exterior, Industrias, Economía, Turismo, Defensa, Inclusión, Secretaria de Presidencia y del Interior) y ni uno solo de los de la revolución ciudadana, porque resulta que ellos ganaron las elecciones y la derecha manda con absoluta impunidad en el régimen.-
b.) De propiciar una gestión destructiva de lo que se hizo en la década ganada eliminando programas, destruyendo políticas públicas y persiguiendo militantes, así como generando despidos masivos del sector público que rebasan ya los 20 mil en forma injusta en muchos casos.-
c.) Generar un plan económico que busque eliminar lo construido beneficiar a los que quisieron siempre controlar la economía con la lógica del mercado. Así: se entrega el dinero electrónico a la banca privada, al tiempo que se dictan medidas económicas para favorecer al gran sector empresarial y no para la mediana o pequeña empresa, a los pequeños productores, a los agricultores o sectores de la economía popular y solidaria, A ellos que se declaran afectados de lo hecho por el gobierno anterior en el ganaron más de US$ 290 mil millones en gasto público e inversión. Un gobierno que recibe una economía creciente al +3 puntos del PIB al 2017 y han tenido un petróleo que bordea los 72US$/pb, pero, de igual manera tienen un manejo inapropiado con la economía que comienza a decaer en forma grave e inmanejable según les advierte el FMI.
d.) Perdonar de manera obscena e impune deudas, multas y sanciones por más de US$ 4500 millones, a más de 200 grupos económicos poderosos mientras se ocultan y toleran a más de 17 mil empresarios delincuentes que entregaron facturas falsas con un perjuicio tributario grave y que ahora son perdonados por omisión.-
e.) Propiciar una política del odio a través del discurso oficial y los voceros de comunicación pública, con lo que se genera enfrentamiento entre ecuatorianos aduciendo que se debe acabar con el correísmo y para ello se ofende desde los mensajes, las burlas, las bromas, los ejemplos indebidos o los ataques injustificados de quienes tienen un comportamiento cínico, cambiante. Se ataca al expresidente tendiéndole emboscadas periodísticas, se ofende a los demás por correístas y, de paso, se guarda silencio con el ataque a un subsecretario de estado que es ultrajado en público sin respetar la condición de minusvalía, mientras se reclama por esa misma condición al mandatario, es un extraño silencio cómplice del gobierno con Fundamedios. Se acusan de lo que ellos mismo hicieron y ponen al país al borde de un enfrentamiento insano.-
f.) Entregar la justicia a los rivales políticos como los socialcristianos al grito de que ¡esto lo hicieron los otros, ahora lo hacemos nosotros! Se reparten por derecho familiar las judicaturas, las fiscalías, las cortes y los ínfimos juzgados o tribunales. Y desde ese reparto inician la persecución de sus ahora enemigos, judicializando la política, sometiendo a la justicia a los conocidos escándalos de Law Fare, con los que ahora tienen indignada a la población nacional que no soporta ver tanta impudicia de quienes siempre han hecho de la justicia un estercolero político, y hoy están de vuelta con el amparo del gobierno.-
g.) Asumir una actitud en seguridad pública de complicidad, incapacidad e ineptitud asombrosas que llegan al extremo de convertir al gobierno de Ecuador en co-autor de los asesinatos de cinco ecuatorianos por las fuerzas irregulares colombianas, mientras se escudaba en las culpas al gobierno anterior de una permisividad con narcos y guerrilleros, mientras que a escondidas del país se negociaba antes de las ejecuciones y secuestros, que lo hicieron en una especie de relación cómplice ya que la policía nacional mantenía “acuerdos y conversaciones con Guacho” que fue el asesino material de estos. Jamás podrán explicar porque negociaron con el delincuente y les ocultaron a las familias.
h.) Tener una política exterior que denota sumisión y sometimiento al tan combatido imperialismo en su discurso pasado. Hoy, se vuelven entreguistas, se alían contra sus ex amigos de Venezuela, Bolivia o Nicaragua y, acceden a los ataques a su soberanía, hasta los justifican. Que hayan destruido UNASUR, pese a que en su plan de gobierno prometieron fortalecerla, que accedan a destruir relaciones comerciales con otras naciones ajenas a los intereses norteamericanos, así sean China o Rusia, porque hay que obedecer al plan y; finalmente, que usen la diplomacia y sus embajadas con Canciller Valencia incluido, para perseguir a ecuatorianos con el fin de desmentir a Rafael Correa o atacar al correísmo destruyendo la imagen de respetabilidad aceptable que se había levantado con esfuerzo en la década pasada.
Al final uno mira con asombro como se justifica que lo hecho hasta el momento sea justificado con el afán de destruir al correísmo. Siento que está comenzado a incrementarse gota a gota, palabra tras palabra una especie de tumulto silencioso indignante que ha provocado los peores desastres en la historia nacional, eso me temo. Y todo porque ha predominado la traición que provoca el desencanto con el que el pueblo se aleja de sus líderes y gobernantes hasta devolverles el odio que ellos mismos sembraron. (FHA)
PD: Sigo en reposo médico, pero el hecho de sufrir un quebranto en mi salud no me impide pensar, reflexionar, indignarme ante lo injusto. Por eso redacto este informe para que se entienda al mundo lo que se vive en Ecuador. Gracias por su solidaridad.
* Autorizada su reproducción por el autor en Ruta Krítica