Por: Dr. Francisco Herrera Aráuz exclusivo para www.ecuadorinmediato.com*
La clase política dirigente de Ecuador y que ahora esta en el «poder real» ha comenzado a exponer su verdadera razón por la que está actuando tan atrabiliaria como abusiva, les sale a flote lo arrogantes y contradictorios para hacer exactamente lo que han criticado todo este tiempo anterior y, es que deben «recuperar» el espacio que supuestamente habían perdido y al que se sienten predestinados por siglos. La nación soporta en estos momentos una especie de sinceramiento cínico en el actuar de quienes toman las decisiones en el «gobierno transitorio» que es el que manda, y lo hacen sin importar las palabras, las formas o las leyes, en un gesto similar al del escorpión que no puede evitar hacer daño a pesar de destruir a quien los mantienen usurpando el poder.
Partamos del cuento para seguir a la realidad. “El escorpión y la rana” es una fábula de Esopo. En ella un escorpión le pide a una rana que le ayude a cruzar el río prometiendo no hacerle ningún daño, pues si lo hacía, ambas morirían ahogadas. La rana accede subiéndole a sus espaldas, pero cuando están a mitad del trayecto el escorpión pica a la rana. Ésta le pregunta incrédula «¿cómo has podido hacer algo así?, ahora moriremos los dos», ante lo que el escorpión responde: «no he tenido elección, es mi naturaleza». Moraleja: la fábula ilustra a ciertos grupos de personas cuya ambición es tan desmedida que no tienen empacho en destruir las propias circunstancias que los mantienen a flote. (1)
Fue el gobierno de Lenin Moreno – el que para el caso sería la rana – el que pasará a la historia por haber convocado a su mesa de diálogo a que se enanquen los grupos que hoy gobiernan en forma transitoria – que bien pueden ser asimilados al escorpión – , y son ellos los que forman parte de esta fábula política que nos interesa. Pues, son estos los que tras la consulta arrancharon un mandato popular con el que se sienten autorizados para violentar toda norma que les impida hacer del gobierno “su gobierno” y con el grito del “Hemos pasado de la dictadura de Correa a la democracia de Trujillo” logran a la fecha crear un desastre de nación que no es respetada ni se respeta, convirtiéndonos en el “país de los encargados” donde toda institucionalidad es temporal e ilegal como indebida.
En forma deplorable, los voceros del gobierno transitorio vinieron desde hace un buen tiempo atrás creando una opinión pública a base de insultos, falsedades, excesos verbales y abuso de micrófonos o pantallas, desde los cuales crearon una masa crítica convencida de que el en período anterior “se perseguía a los que pensaban diferente” y “se entregaron los cargos a dedo” es más, “se tomaron la justicia” y “Se persiguió a la prensa” con lo cual censuraban que se haya dado un reparto del poder sin ellos y por el hecho de que Alianza PAIS haya ganado las elecciones en forma repetitiva y continua en la década pasada. La semana que termina ha significado que a estos nuevos poderosos les salga su naturaleza y resulten peores que los anteriores, ya que están haciendo exactamente lo que criticaron y se comportan peor que los que censuraron.
Veamos, si se mira con atención las resolución de cese de los cargos a los vocales del Consejo Nacional Electoral (CNE) se encuentra, entre otros, con lo que el Consejo Transitorio considera el principal motivo para destituirlos: haber estado “cerca del gobierno anterior”, consideran grave el tener “tendencia correista”, y haber permitido que AP gane las elecciones y procesos electorales, en definitiva, tener una afinidad con Rafael Correa Delgado y su gobierno. El que lo diga alguno de los vocales puede pasar, pero, que se lo ponga en resolución escrita sienta jurisprudencia del abuso y persecución ya que se persigue a una persona no por sus actos sino por sus afinidades políticas, ya que no se les acusa de alguna falta o violación a la ley, sino de ser militantes de una ideología política. Mas grave aún, se los inculpa de haber permitido que un partido gane las elecciones, pero no se los señala como promotores o actores del fraude, y se los encima con la insinuación de haber propiciado que la voluntad popular haya favorecido a Alianza PAIS, pero de ninguna ilegalidad. Como todo queda por escrito, ese acto de destitución puede ser impugnado y reclamado como una acción persecutoria del estado contra una persona, y es considerado como parte del delito de odio porque persiguen a un funcionario por su ideología, castigado en el art. 177.- del COIP entre uno y tres años de prisión para el persecutor. No, no se considera eso, y los transitorios reinciden esta semana en acusar de lo mismo al Superintendente de Bancos Cristhian Cruz al que se lo acusa de demasiada cercanía con el gobierno anterior, sin aceptar sus razones. La demanda en lo internacional castigaría a una nación que actúe de esa forma sin respeto a como piensan sus ciudadanos o que ideología tienen. Lo dicho, a los transitorios en esa resolución les salta el odio por los poros y así actúan.
Y se me hace esa figura de la rana y el escorpión al escuchar las reacciones de los vocales del CNE que reclaman a la Junta de Notables, ¿Por qué los destituyen?, ya que sin ellos no serían los actuales consejeros transitorios. Entonces, esa admisión de culpas data la ilegalidad con la que se ha actuado en el Ecuador, ya que ellos los electorales facilitaron la construcción del poder transitorio en forma ilegal, no reclamen si ahora les aplican su veneno. Sus nombres quedan grabados para la historia de la traición que hoy vive Ecuador.
Revisando la historia reciente, no se conoce de casos de sanción a funcionarios por su militancia política o pensamiento, tal como se acusa ahora. Quizás un recuerdo de aquello fue la persecución al doctor José Vicente Troya como Superintendente de Bancos, allá en 1985, por parte de Febres Cordero y los socialcristianos debido a su militancia con la Democracia Cristiana, irónicamente defendido por su coideario JC. Trujillo. Pero, luego de eso, ahora es esta la nueva forma manifiesta de persecución de los transitorios a los otros por ser “correistas” y por medio de declaración pública escrita, queda para la historia.
Las recientes acciones y palabras del consejo de la judicatura transitorio son para ratificar que les está saliendo su naturaleza, para justificar lo que hacen a contrario de lo que ellos censuraban. Así, con el presidente Marcelo Merlo a la cabeza se promueve la elección de fiscales y directores de judicatura en forma sinuosa, a dedo con el hermano del presidente Moreno Garcés incluido destruyendo concursos y la legalidad debida en forma discrecional. El doctor Rigail Santistevan arremete contra lo que hizo el consejo anterior aduciendo descubrir “cosas espantosas”, lo que incluye una lista de delitos contra la justicia que no los describe, solo se limita a aplaudir el pedido de los exjueces que fueron sancionados por error inexcusable con el anuncio de que ese derecho ciudadano será eliminado. El doctor Juan Pablo Albán se suma al corifeo de ataques a la justicia, en una entrevista radial usa el término de estructura mafiosa en mas de 6 ocasiones para calificar a sus subordinados de la función a la que hoy juzga y sanciona, sin considerar que es un defensor de los derechos humanos arrasa con el derecho a la honra de funcionarios y personas a las que ataca en forma siniestra a la moda del doctor Trujillo con los que no hay consideración. Tan burda forma de expresarse pareciera ser causa común con el nombramiento “a dedo” del doctor Vizueta Ronquillo como director de esa judicatura, con lo cual está garantizado el ataque verbal indebido al que suele acudir el mencionado doctor –del cual hemos sido víctimas nosotros, entre otros, porque nos insultó cuando fue presidente del colegio de abogados del Guayas- lo que no ayuda a un ambiente sano para la justicia y por el contrario el espíritu conflictivo de este caballero dejará su impronta en la acción de la justicia ecuatoriana, una pena. No nos merecemos esto.
Hasta tanto, tomándose la justicia con la boca, con lenguaje del asalto y el empuñe, con toda la procacidad de sus acusaciones contra los anteriores mafiosos, a su estilo propio arremeten a lo socialcristiano como lo son la mayoría de estos políticos nombrados, para dejar que algunos de los jueces y fiscales hagan de las suyas ya que en menos de una semana liberan en forma escandalosa a una banda de 10 delincuentes pescados en infraganti, y sueltan a un peligroso asaltante pese a todas las pruebas y grabaciones que se puedan presentar, mientras tanto sube en escala las sentencias contrarias al bien jurídico, o se suman los actos indebidos de los cuestionados jueces. Sí, eso se da en estos tiempos transitorios, se han tomado la justicia para acusar sin pruebas, sancionar sin leyes, anunciando la restitución de todos los jueces que fueron sancionados por sus malos actos y dejando en indefensión a la ciudadanía quitándole el derecho al reclamo por la anunciada supresión del error inexcusable.
La verdadera naturaleza de los actos aflora cuando menos se piensa. Discutido y debatido el proyecto de ley de fomento y recuperación de la producción, entregado al ejecutivo se emite el veto presidencial que refleja con exactitud lo que se esta haciendo con la economía del país: perdonar multas, sanciones, líos tributarios, sanciones por mora patronal, no afiliaciones o glosas de la seguridad social, y hasta infracciones de tránsito por mas de US$ 4.500 millones de dólares a 200 grupos económicos, o el disimulo hasta lo impune en favor de más de 17 mil empresarios delincuentes que entregaron facturas falsas. En el fondo esta es la verdadera razón de haberse llegado desde el sector empresarial a cooperar con el gobierno, para obtener esta remisión y perdón bajo el pretexto de mejora económica para la nación cuando en el fondo es su perjuicio.
Y ni que hablar de lo ocurrido con la prensa ecuatoriana, a la que la verdadera razón de sus actos en este tiempo le salieron en estos días con los incidentes del periodista Ramiro Cueva, o de César Ricaurte de Fundamedios. A ellos les rebasa el odio al correismo, y actúan bajo ese sino. Por ello, se van hasta Bélgica para insultar y agredir al exmandatario al amparo del periodismo libre e independiente¸ o golpean a una persona con discapacidad en pleno espacio público por ser correista blanqueado, lo que les gana el aplauso de algunos desaprensivos que desparraman sus venganzas en las redes sociales, agitando la bandera del revanchismo social que les da derecho a agredir a toda figura pública que ellos creen son fruto de sus bajos instintos. La sociedad ecuatoriana mira atónita como esta especie de personas han provocado un escándalo que se denuncia solo ya que se los identifica en su propia esencia, pero son los primeros en gritar con la Ley de Comunicación que les garantice ese espacio para la impunidad que sacie sus venganzas, y claro, en la clase política se les teme y por ello se accede. Pronto vendrán las reformas que destruyan otro derecho ciudadano alcanzado en días pasados, el impedir que la prensa sea usada para sus fines protervos, siendo este el verdadero fin o naturaleza para tanto escándalo. Una muestra más.
Queda en claro entonces que los del gobierno transitorio no han podido con su naturaleza y sus actos los han mostrado tal cual son o para que actúan. A fin de cuentas, son un grupo codicioso con ansias del poder que lo tenían antes de la revolución ciudadana, y que hoy el régimen del presidente Moreno Garcés les ha facilitado el acceso al mismo, para que, luego de unos cuantos escarceos disimulados logren mostrarse en sus ambiciones: espacios de poder y empleos bien remunerados. Por ello, se toman todas las funciones, arrebatan los puestos de trabajo para emplearse ellos y los suyos, destruyen toda legalidad que les impida sus perversos afanes y, finalmente, persiguen a todos aquellos que creen son sus rivales y les impidan ejercer el poder omnímodo.
Pero, al final de este tiempo, quedan sus nombres, los que han actuado como el escorpión, y los que han hecho de las ranas que les facilitaron pasar el rio. Se han repartido los papeles de la fábula y asumirán las consecuencias de esta inconsecuencia política nacional, y todo porque entre ellos se traicionarán, se acusarán y se envenenarán porque su naturaleza es así y así actuarán o morirán en su ley. (FHA).
(1) Wikipedia, Fabulas de Esopo/La rana y el escorpión.-
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