La visión sobre Simón Bolívar y su legado desde el marxismo tiene tres grandes hitos.
1.La caracterización de Bolívar como un bonapartista defensor de los intereses burgueses contra la naciente clase media liberal radicalizada, que sin embargo supo luchar contra el enemigo español pero bajo un programa mantuano (criollo) con grandes limitaciones, anti indígena y anti afro. Esta caracterización la hace el mismo Karl Marx en 1858 en su artículo «Bolívar y Ponte» para el editor del New York Daily Tribune. Desde esa fecha es convertida en dogma por la URSS y defendida hasta 1959 (Stalin muere en 1953, hay un interregno de gobierno de una troika, Malenkov, Kaganovich y Molotov y luego asciende Jruchov (1955-1964).
2.Recordemos que 1959 es el triunfo de la Revolución Cubana, Fidel Castro manifiesta que el ideológo de esta fue José Martí y que la Revolución Cubana es continuidad de la iniciada por Martí en 1895. Bajo el gobierno de Jruchov y por correlación de fuerzas con el campo latinoamericano (y el llamado Tercer Mundo en general) se propone una relectura de Bolívar, ahora era el Libertador, el precursor de las revoluciones socialistas que aparecerían triunfantes en un futuro luego de la cubana. Es el discurso de unir liberación nacional con socialismo.
3.La visión de la socialdemocracia latinoamericana con José Aricó a la cabeza. Esta convertía a Bolívar y su ideal integracionista en el camino único y correcto de la revolución latinoamericana y se oponía a la crítica de Marx a Bolívar respecto al asunto del «Estado bolivariano», la socialdemocracia en su «defensa» de Bolívar frente a la crítica de Marx, explica el caudillismo y la tendencia autocrática del Libertador por la insuficiente cualidad orgánica de las masas, acusando a Marx de una tendencia hegeliana de explicarlo todo a partir del Estado. De esta forma Marx termina en autoritario «malo» y Bolívar en autoritario «bueno» o en todo caso, justificado.
Insistimos en que la verdadera caracterización del Libertador debe partir por un análisis de la lucha de clases y por el papel desempañado por pardos (mulatos y negros) e indígenas en el proceso independentista, así como en el esclarecimiento de los diversos idearios políticos de los independentistas.
¿Qué pensó Mariátegui respecto a Bolívar? Pues en su artículo «La imaginación y el progreso» (1924, Centenario de la Batalla de Ayacucho), llama a Bolívar «futurista» , señala que él vio una «realidad imaginada» y que conmemorar Ayacucho es «celebrar el triunfo de la imaginación». Para Mariátegui, Bolívar no habría triunfado en Ayacucho (9 de diciembre 1824) sin la Convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá (7 de diciembre de 1824). El Amauta como siempre, tuvo un camino propio. Por ello fue tildado por el dogmatismo de populista.