La reciente fecha del 24 de marzo reunió en un mismo día dos acontecimientos de cierta relevancia. Por una parte tuvieron lugar en nuestro país dos clases de elecciones, las unas locales de alcaldes y prefectos y la otra nacional del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Por otra parte era el aniversario 39 del asesinato de monseñor Oscar Romero en El Salvador, personaje de alcance internacional. Para las elecciones, las actuaciones parcializadas del Consejo Nacional Electoral sembraron la confusión y la duda sobre la validez del conteo de los votos además de varias caídas del sistema informático. En cuanto a monseñor Romero, después de 4 décadas, su recuerdo queda vivo y su testimonio martirial marca un camino más allá de la Iglesia católica, en momentos en que ésta enfrenta recias tempestades.

  1. ECUADOR A LA DERIVA

Parece que la corrupción en el gobierno del presidente Lenin Moreno es superior a la del gobierno de Rafael Correa… y a Correa no se lo ha denunciado por tener dineros en paraísos fiscales… A los 2 años de ser elegido el actual gobierno se ha endeudado más que Correa durante 10 años. “Lo peor está por venir”: es la precepción que tiene una mayoría de ecuatorianos, según una encuesta de la CELAG (Centro Estratégico Latino Americano de Geopolítica).

Estamos mal por la traición al proyecto de la Revolución Ciudadana confirmado en las elecciones presidenciales. Luego vino el inconstitucional referendo para crear un Consejo Transitorio de Participación Ciudadana que defenestró las autoridades de control del Estado y se puso a nombrar a dedo unas nuevas. Mientras tanto se hizo una campaña de odio al correísmo y la persecución a los funcionarios por calificarlos de correístas: ¡estas campañas de odio no terminan después de 2 años de gobierno! Los despidos en las instituciones estatales y en las empresas privadas ya son decenas de miles. Aumentó la gasolina y consecuentemente los precios de los productos de primera necesidad. Desaparecen parte las ayudas a las personas de la tercera edad, a la educación y la salud. Impagos están los jóvenes becarios y los empleados de El Telégrafo, Teleamazomas, Gamavisión… El FMI (Fondo Monetario Internacional) entró al país por la puerta grande: va a prestar unos 4’000 millones si cumplimos cierto número de condiciones que todavía quedan secretas. Acaba el presidente de firmar la salida de Ecuador de la UNASUR (Unión de las Naciones del Sur), para entrar en la ‘UNANORTE’: Alianza del Pacífico con Chile, Perú, Colombia, México, a las órdenes de Estados Unidos. ¿Dónde están las prometidas anualmente 82,000 nuevas casas? ¿Cuáles son las obras significativas de este gobierno en estos 2 años? Hemos vuelto al principio de los años ’90 por la gran felicidad de los banqueros, los empresarios, los importadores y exportadores, los dueños de los medios de comunicación comerciales, los Nebot, Lasso y Compañía…, para su voracidad insaciable. La Asamblea Nacional con sus bancadas mayoritariamente derechistas es donde se cocinan y se confirman estas orientaciones. ¿Cuándo el próximo feriado bancario?

¿Dónde encontrar caminos de salida en vísperas de elecciones locales y provinciales? Seamos claros: Es en la Asamblea donde se decide el futuro del país. ¿Cuáles son los partidos que promueven otro país, otra manera de gobernar, que no sea el servilismo al gobierno de Estados Unidos y sus instituciones internacionales? Los partidos de derecha son los grandes ‘vendepatria’, a los cuales se unieron unos 40 legisladores traidores de ‘Alianza PAIS’ (lista 35). ¿Cuáles son los partidos que no son de derecha y que sí, luchan por otra política, que continúe mejorándola la Revolución Ciudadana con Rafael Correa? Veo solamente dos: el Partidos Socialista Ecuatoriano (lista 17), con poca influencia, y el Movimiento de la Revolución Ciudadana (lista 5 ‘Compromiso Social’).

No nos dejemos hacer un lavado de cerebro… que bien poco funciona. Un estudio del CELAG (Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica) revela que la imagen negativa en 13 provincias de Lenín Moreno llega al 56% (imagen positiva: 37%), mientras la imagen positiva de Correa alcanza 47%, o sea: aumentó su apoyo con referencia al referendo del año pasado que fue de 36%, 11 puntos más en 2 años, siendo él ausente del país, perseguido, calumniado, enjuiciado…

Las elecciones del 24 de marzo tienen que confirmar una línea de país que no sea la del actual gobierno ni de los que se identifican con él en esta desbandada de candidatos que nos marean de promesas. El voto nulo no es más que une engaño a nosotros mismos: de esta manera apoyaríamos el Consejo Transitorio de Participación ciudadana y los partidos de derecha para suprimir dicho Consejo. Sepamos votar por una Patria digna, soberana y solidaria de los pueblos pobres de América Latina. Paremos la actual deriva de Ecuador.

  1. OSCAR ROMERO: MÁRTIR DE LOS DERECHOS HUMANOS

¿Somos personas que estamos dejando huellas positivas o pasamos como si no hubiéramos existido jamás? Es la pregunta que nos plantean obispos como monseñor Leonidas Proaño, de nuestro Ecuador, y Oscar Romero de El Salvador. El domingo pasado recordábamos 39 años del asesinato de este último, mientras celebraba la misa. ¡A los 39 años de su pascua, sigue muy vivo en toda América Latina mucho más allá de nuestras fronteras! Ya en el año 2,000, los cristianos anglicanos pusieron su estatua en su catedral mayor de Londres. El año pasado, el Vaticano lo añadió a la lista universal de los santos de la Iglesia católica. La ONU proclamó el 24 de marzo, fecha de su muerte, “Día Internacional del Derecho a la Verdad sobre las violaciones de los Derechos Humanos y la dignidad de las víctimas”. A este propósito, monseñor Romero decía: “Queremos ser la Iglesia que lleva el Evangelio auténtico, porque un Evangelio que no tiene en cuenta los derechos de los hombres, un cristianismo que no construye la historia de la tierra, no es la auténtica doctrina de Cristo, sino simplemente instrumento del poder.”

En su reciente viaje a Panamá para la Jornada Mundial de la Juventud, el papa Francisco, en su reunión con los obispos centroamericanos, colocó la figura de San Óscar Romero en el centro de su discurso y lo declaró modelo y ejemplo de cómo deben ser los auténticos pastores del Pueblo de Dios. «El pastor no puede estar lejos del sufrimiento de su pueblo; es más, podríamos decir que el corazón del pastor se mide por su capacidad de dejarse conmover frente a tantas vidas dolidas y amenazadas… Muchos hombres y mujeres, sacerdotes, consagrados, consagradas y laicos, han ofrecido su vida hasta derramar su sangre por mantener viva la voz profética de la Iglesia frente a la injusticia, el empobrecimiento de tantas personas y el abuso de poder.»

Tal vez la mejor manera de honrar a monseñor Romero sea recordar algunas de sus frases claves para ir caminando siguiendo sus huellas.

“Un cristiano que se solidariza con la parte opresora no es verdadero cristiano”.

“El rico que está de rodillas ante su dinero; aunque vaya a misa es un idolatra, no es un cristiano”.

“Es inconcebible que se diga a alguien cristiano y no tome, como Cristo, una opción preferencial por los pobres”.

“Es una caricatura del amor cuando se quiere apañar con limosnas lo que ya se debe por justicia”.

“El cristiano que no quiera vivir este compromiso de solidaridad con el pobre no es digno de llamarse cristiano”.

“Predicación que no denuncia el pecado no es predicación del evangelio”.

“La Iglesia no puede callar ante la injusticia: si callara sería cómplice”.

“Cada uno de ustedes tiene que ser un profeta”.

El 23 de marzo 1980, vísperas de su asesinato: “Ante una orden de matar que dé un hombre, debe de prevalecer la ley de Dios que dice: ‘No matar’. Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios… En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: ¡Cese la represión!”

Que monseñor Romero haga surgir en nuestro país bastante atormentado profetas a su imagen para testimoniar del Evangelio y construir, como él, el Reino de Dios en esta nuestra tierra.

Que los derechos humanos sigan siendo más que nunca una bandera de lucha tanto de los cristianos como de los ciudadanos en general para construir una patria y un continente donde quepan dignidad y esperanza de vida mejor para todas y todos.

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