Por Gonzalo J. Paredes

El funcionamiento de una economía que preserva su moneda no es la misma de aquella que la abandona. Las implicaciones no solo conciernen a la pérdida de la política monetaria, sino también a la política financiera y cambiaria. Esta última, herramienta utilizada por los países vecinos (Colombia y Perú) para enfrentar los shocks externos o la baja de la demanda externa. En los años 2000, Colombia aplicó un régimen cambiario de flotación después de que en los años noventa implementó, al igual que Ecuador, las bandas cambiarias flotantes. Este cambio le permitió enfrentar la crisis financiera mundial (2008-2009) y la caída de los precios de los commodities(2014-2015). Además, mejorar la competitividad de sus exportaciones. 

Como mencioné en mi anterior columna, Ecuador se apartó del camino de una moneda sana porque Alberto Dahik liberalizó el sistema financiero, mientras que con otros economistas ortodoxos le introdujeroncomportamientos dañinos y destructivos a la economía. Colombia, al igual que casi todos los países de América Latina, resistió y mantuvo su moneda. A pesar de la pérdida de la moneda nacional, Ecuador ha mantenido un aceptable comportamiento de sus exportaciones. La mayor iniciativa privada provocada por la estabilidad de precios y la depreciación del dólar fueron las primeras condiciones. 

Después del 2008, el sector externo sufrió mayores fluctuaciones y Europa no encontraba salida a su crisis. Por lo tanto, desde el Gobierno Central se decidió que el desarrollo exportador no estaría en función de los ciclos de la economía global y de las promesas ortodoxas de la dolarización, y se bosquejó políticas y lineamientos estratégicos ejecutados con la vigencia de los planes de desarrollo (2009-2013 y 2013-2017) (Paredes, 2017).Estos implícitamente llevaron a cabo lo que he denominado como la “trilogía de la diversificación” (verfigura 1). 

Figura 1. La trilogía de la diversificación. El desarrollo exportador a través de la planificación del Estado.

Fuente: Elaboración propia con base en Agosin(2009), Cadot, Carrère, & Strauss-Kahn (2011), CEPAL (2013), y Sannassee, Seetanah, & Lamport (2014). 

Bajo el esquema de la figura 1 se establece que ninguno de sus componentes es excluyente. No se trata de una trilogía imposible. Todo lo contrario, redunda en sinergias. La literatura económica en los años ochenta y noventa señalaba que la liberalización comercial impulsaba el crecimiento económico. En los años 2000, se encontró cuestionamiento a este resultado, sobre todo para los países en desarrollo. Agosin (2009) destacó el rol de la diversificación de las exportaciones en la producción y el crecimiento. De esta manera, el enfoque de cómo el comercio puede ser beneficioso cambió hacia un vinculo totalmente distinto. 

En 2012, se creó Proecuador para la promoción de las exportaciones ecuatorianas en el mundo, junto a la inversión pública, las regulaciones al sistema financiero y las políticas de incentivos han permitido que nuevos y más productos ecuatorianos se logren posicionar en el mercado externo. Es así como el comportamiento del sector externo evidencia la resistencia de las exportaciones a la crisis de 2015-2016 y 2018-2019 a través de su rápida recuperación. Entre enero y octubre de 2020, en comparación con el año anterior, las exportaciones no petroleras crecieron 10,5 %. En este rubro se destacan las exportaciones no tradicionales con 14,8 %. Está demás decir, esto último, en el contexto de la pandemia. 

La “inmunidad” que gozan las exportaciones ecuatorianas, como han catalogado algunos expertos, no es una obra del azar. No se la puede conferir de forma irrestricta a la dolarización, menos aún a la demanda externa. Sin producción, ni mejoras productivas, no hay aprovechamiento de esa oportunidad. Existió un desarrollo exportador basado en la planificación, que después de 3 años de crisis inducida y de denostar lo público, no solo pone en peligro el impulso alcanzado, sino la propia dolarización. Es preciso volver a planificar para colocar nuevos y mejores productos ecuatorianos en las vitrinas de más países.

Bibliografía

Agosin, M. R. (2009). Crecimiento y diversificación de las exportaciones en economías emergentes. Revista Cepal.

Cadot, Carrère, & Strauss-Kahn (2011). Export diversification: what’s behind the hump?. Review of Economics and Statistics93(2), 590-605.

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (2013). Comercio internacional y desarrollo inclusive: construyendo sinergias. Santiago de Chile: CEPAL. 

Paredes, G. J. (2017). Ecuador: ¿por qué salir de la dolarización?. Revista de la CEPAL, (121), 149-168.

Sannassee, R. V., Seetanah, B., & Lamport, M. J. (2014). Export diversification and economic growth: the case of Mauritius. World Trade Organization (WTO).

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