Por: Dr. Francisco Herrera Aráuz exclusivo para www.ecuadorinmediato.com*

Las horas que vive la nación están envueltas en el rumor, en la especulación perversa que mata las honras de las gentes y destruye el futuro. Que tan malo es el ambiente político que vivimos, que da la impresión que soportamos una especie de golpe de estado premeditado, en el que la traición es la moneda corriente para justificar todos los malos pasos que se dan y la clase política que nos gobierna, usurpando el poder, solo actúa en función de un “golpe sucio” que cumple su guion en forma maligna.

En los pocos años que llevo en mi condición de testigo de la historia política nacional, muy pocas veces he visto tanta traición acumulada con demasiadas conspiraciones exaltadas para disputarse el poder y asumir el gobierno aunque sea “legalmente”.  Bajo el sino de lo que mal empieza, mal acaba el gobierno del presidente Moreno Garcés pareciera ser que no es más que un proceso de destrucción de la democracia para repetir un modelo protervo, al que le han llamado pomposamente “transición” y que a estas alturas resulta un continuo demoler de las instituciones, un retroceso de los derechos alcanzados, una destrucción de la justicia y las leyes, una justificación constante de la lucha de salpicadera de corrupción en la que pareciera están envueltos, mas allá de lo que su discurso lo esboza. Es un golpe de estado permanente, una sedición constante, una conspiración de libretos que solo buscan ensuciarse unos a otros y terminar arranchándose el poder con ese “golpe sucio”.

Hay tres detalles que no han sido tomados muy en cuenta para armar este rompecabezas nefasto que hacen la transición hacia el golpe sucio: Uno, la forma como se eligió el candidato a vicepresidente desde los días previos a la campaña electoral pasada; Dos, la promesa proclamada por el presidente Lenin Moreno al expresidente Correa y como testigos a los directivos de Alianza PAIS que su gobierno será “solo por 2 años” y; Tres, el estado de salud del mandatario, cuya real situación siempre es una incógnita que no se puede despejar con certeza. Es decir, el problema es y sigue siendo la sucesión del mandatario, lo que ha desatado desde un inicio la catarata de traiciones entre los propios de AP, y despertó la ambición desmedida de la oposición la que, enterada de esta posibilidad, danza alrededor del golpe sucio con la voracidad de recuperar el poder perdido en la década anterior.

Tal pareciera que el triste destino de Jorge Glas se marcó desde el 2013, al ser elegido sucesor del vicepresidente Moreno. El tema tiene sus miserias pero, es indudable que el haber sido seleccionado para reemplazar al prestigioso Lenin desató las furias al interior de AP y las conspiraciones alrededor se agitaron prontas para descalificarlo. Peor suerte corrió en el 2016 al ser aceptado por el propio Moreno para seguir siendo vicepresidente, desatando las bajas pasiones de los ambiciosos en llegar a la presidencia por la vía del reemplazo oportunista. Lo puedo decir, porque me lo ratificó el propio Rafael Correa en entrevista con Ecuadorinmediato, la principal conspiración contra la Revolución Ciudadana, y en especial contra Jorge Glas, surgió desde el interior de AP y fue utilizada con sus miserias para dividirlos hasta el aniquilamiento, todo por la codicia de suceder a Lenin Moreno y hacerse de la presidencia de forma indigna a punta de traiciones.

Si fue el propio Lenin Moreno quien abrió las dudas de su continuidad en el poder, al ofrecer que sería un gobernante “por 2 años” las traiciones y bellaquerías se pusieron a la orden del día, creando así una larga lista de apostatas que saltaron raudos en la propia AP para ponerse zancadillas entre ellos con la ilusión de ser los elegidos a la vicepresidencia y sustituir al mandatario en futuro cercanísimo. Que procaz espectáculo han dado en este tiempo los hasta ayer militantes “probos” de la revolución ciudadana, de la cual no dudaron en repudiarla y se lanzaron con una supuesta dignidad a traicionar hasta sus propias palabras, todo con el fin de estar cerca del morenismo. Sí. ¡Traición… traición! ese es el término vulgar con el que se ensuciaron todos aquellos que han sido parte de esta sucesión macabra y esperpéntica.

Y la oposición también se sumó a la comparsa, bastó un llamado al diálogo para que se aproximen a la toma del poder y se agarren del codo tras la mano extendida por el propio Moreno que les permitió azuzar la transición como salida y así terminar con su gobierno.  La clase política partidista sabe de la debilidad del poder por el lado de la vicepresidencia, basados en sus experiencias y la historia que ha vivido la nación con segundos mandatarios traicioneros, que no han dudado en convertirse en sediciosos para ser parte de los golpes de estado. Bastó la caída de Glas para agitar el entorno al grado extremo de destruir la poca institucionalidad que tenía el país, y para eliminar del todo al correismo armaron una danza macabra de acusaciones, descalificaciones y deshonras, al tiempo de resucitar muertos políticos para ponerles en la lista de espera, con la esperanza de que todo sea “Solo por 2 años” sin importar la nación y su democracia. Si no es verdad lo que digo, solo miren como se eligió en el 2016 al candidato a vicepresidente en algunas tiendas políticas, el chantaje fue utilizado como arma de presión para obtener el ansiado cargo. Están siguiendo el guion del golpe sucio que sigue ejecutándose tal cual.

Y si le faltaba crueldad al asunto, pues, es solo cuestión de escuchar a los procaces politiqueros de turno lanzar versiones a su antojo para recoger el poder a costa de la vida de quien lo ejerce. El estado de salud del presidente es motivo de preocupación para los aspirantes a sucesores, que sin vergüenza alguna se expresan confiados en que el mandatario agrave su situación para así arrancharle la banda presidencial y ponerse en ellos. Para eso calculan y especulan con versiones tendenciosas que no disimulan su ambición de ser presidentes por si acaso. Que detestable es esa falta de humanidad en los ambiciosos, muy parecida a la de los herederos del familiar millonario, que quisieran aligerar su muerte para tomar pronto posesión de sus bienes, tanta ruindad de almas se ve que danzan alrededor del presidente Lenin Moreno Garcés, que apestan a sepulcros blanqueados ellos mismos con tanta putrefacción pestilente de sus mentes.

Como verán es cuestión de enlazar los hechos para arribar a conclusiones.

Todo da para pensar que de Carondelet salió la destitución y encarcelamiento de Jorge Glas, cuya inocencia comienza a ganar terreno mientras las pruebas de su culpabilidad no asoman, y su salud es afectada por una prisión injusta y en lo que los dedos apuntan cada vez mas cerca del régimen del presidente Moreno Garcés y sus operarios de turno. Caído Glas el mandatario ecuatoriano optó por elegir a una contradictoria María Alejandra Vicuña, que paso rauda al morenismo tragándose sus propias palabras de loas y alabanzas a la revolución ciudadana, para seguir el libreto previamente establecido. Claro que la elección de Vicuña Muñoz se dio entre dudas, amarres, pactos, componendas y entreguismos del viejo estilo, y todo da para pensar que fue seleccionada por el presidente con la condición de que sea una especie de “espanta-sueños golpistas” que con su sola presencia y la presunción de que sea ella la que asuma la presidencia aleje a los de las malas artes conspiratorias; o sea, fue una especie de seguro de estabilidad en el cargo porque los golpistas la consideran “peor” que el actual titular de la presidencia.

La señora Vicepresidenta creyó en verdad que había sido elegida como tal para ejercer y comenzó a usar el poder tomado como propio. Las quejas sobre su comportamiento, sus viajes, sus expresiones y ataques contra Rafael Correa, su agenda particular, y las pocas funciones insignificantes que le fueron entregadas no daban como para tanto despliegue político de su parte, tanto que hasta las acusaciones de clientelismo y nepotismo familiar le comenzaron a salpicar. Se nota en forma precisa que ella no entendió para que estaba puesta en ese cargo, y tanto se nota que cuando vino el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, pretendió hacer valer su papel protocolario y no se lo permitieron, al punto de mantener un humillante silencio y ver como era fácilmente suplantada ante la diplomacia internacional como si fuese una impresentable. Da la impresión que nunca fue “la” vicepresidenta.

Pero, la hora de traición había vuelto a hacer de las suyas. Así, la salud del mandatario ecuatoriano es otra vez motivo de conspiración, un presunto viaje del presidente Moreno Garcés a Japón en los primeros meses del próximo año para una recuperación total de su parte, más el largo tiempo de recuperación y el escándalo de los muebles de Conto Patiño y la sombra de Sinohydro, bien pudieron remover al miedo sobre el pasado de Lenín Moreno en Suiza, que los opositores hasta ayer no más le acusaban, lo que agudizaron los temores de la sucesión.

Al parecer la proximidad de todos estos hechos volvió insostenible a la segunda mandataria, a la cual le acaban de eliminar políticamente con una intriga de corruptela que no sabe cómo explicar a la nación. Muchas voces claman porque la traición salió desde el propio Palacio de Carondelet junto con Teleamazonas, muchas más hablan de las conversaciones del secretario Juan Sebastián Roldan con la gente directiva del lindo canal, quienes son acusados de hacer esta puesta en escena contra Vicuña, y así lo dice el periodista investigador Christian Zurita, que por haber sido parte de ese canal sabe muy bien las formas y modos que tienen para montar un escándalo de proporciones como el que se vive en la nación. Todos los dedos apuntan mas cerca de Carondelet y el golpe sucio de la sucesión.

Parece que algunos planes les están fallando, la transición no puede ser mas purulenta y miserable, la disputa por los cargos y la usurpación del poder entre ellos es ahora un proceso que se retuerce en su propia inmundicia. No se puede dejar un espacio de poder para que se tomen otros antes que la casta de elegidos, por lo que, ante el gran vacío que tenga que dejar la señora Vicuña Muñoz, se opta por agitar el ambiente usando a los medios para los histéricos llamados a que “Moreno deje el cargo y adelante las elecciones” con lo cual habrán perfeccionado el golpe sucio. Ya veremos si esta “ruptura” les entrega el poder a los que hoy ejecutan la danza macabra, o si le entregan a una codiciosa de la política que sueña con ser la reemplazante, ya veremos porque del reemplazo se confirmará la conjura. ¡Qué asco! Nada mas repudiable que la traición entre traidores.

Lo funesto de todo este golpe sucio es el daño que le han causado a la nación, a su democracia, a su institucionalidad, a las leyes y la justicia, a los derechos de las gentes. Vean lo que han hecho, vean cuanto daño están causándonos, porque si bien se aplica aquello de “lo que mal empieza mal acaba” es peor soportar sin sentir repulsa aquello de “Nada peor que la traición traicionada”, esto queda para la historia de la vergüenza de Ecuador. (FHA)


*Autorizada su reproducción en Ruta Krítica.

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