Francisco Herrera

Exclusivo para www.ecuadorinmediato.com *

Tengo la ingrata impresión que una buena mayoría de la opinión pública en el país enfrentamos el día a día con una confusión permanente a la que le ha sometido la clase política, la misma que en forma arrasadora trata de embutir al Ecuador en un «proceso de transición» que, hasta aquí destruido parte de la institucionalidad, el sentido de lo legal y de lo jurídico, mientras se disputa a dentellada pura los cargos para manejar a su antojo la justicia. De esta ingobernabilidad solo sabemos cuando entramos, pero no se avizora un resultado positivo ni cuando termina, todo en una mezcolanza indignante.

El titular de hoy es parte del anecdotario cotidiano. Le corresponde la frase al cómico cubano Leopoldo Fernández “Trespatines”, justo -por ironía diría yo- en su recordado programa “La Tremenda Corte” cuando anuncia el plato principal de su fonda “Terremoto con Derrumbe”, lo describe así: “Te cae arroz, carne, un pedazo de tortilla, la parte blanca de un huevo frito, una aleta de tiburón, una tenaza de cangrejo, la cáscara de los ostiones, frijoles y un poquito de chilito”, luego de escuchar semejante receta uno no puede sino reírse de tan magistral descripción de lo que es la situación actual de la nación.

Desde que el grupo perdedor de las elecciones del 2017 se agarró del codo de la mano extendida con el permiso del presidente Moreno Garcés, llegó y se “hizo” del gobierno. Se forzó al país a entrar en un “proceso de transición” que en mala forma genera hasta el momento solo daños a su estructura jurídica, social y política. Sea por la ilegalidad de la convocatoria a consulta popular, por los atropellos a la honra de las personas, por la violación a las leyes, por irrespeto al debido proceso, por las descalificaciones indiscriminadas, por las ansias y codicias de cargos y empleos, por la alteración de las normas para elegir a funcionarios, por la complicidad obsecuente ante los delitos de estafa pública y hasta por los insultos entre ellos o la desgracia de caer en la “mala boca” del doctor JC. Trujillo, lo cierto es que hay una situación critica a la que le está llevando la clase política gobernante, parecido al nombre del plato ofertado en dicha fonda.

A nueve meses del proceso transitorio, se puede apreciar que la lucha que llevaron adelante un montón de interesados considerados a sí mismos como los “Iluminatos”, predestinados por la gracia divina a gobernar el Ecuador y que gritaban a voz en cuello que su objetivo es “acabar con el correismo” hoy sacan a relucir sus actos que en el fondo se reducen a una pelea impresentable por cargos y empleos a los que no accedieron en la década anterior, porque no les consideraron sus nombres, por su sabida experiencia y recomendaciones, o no pasaron los concursos a los que siempre impugnaron porque fracasaron al rendir las pruebas.

Fíjense con espíritu critico a lo que ha hecho la transición hasta destruir la poca institucionalidad que tenía el Ecuador. No hay corte constitucional por una eliminación ilegal y abusiva de estos magistrados cómplices del desastre; el consejo de la judicatura es un sitio de enfrentamiento miserable por el control de jueces, juzgados y cortes que ha fracasado por ambiciones y codicias; la corte nacional de justicia se niega a ser evaluada mientras es acusada de “tarifable” por el abogado de moda Felipe Rodríguez, sin incluir a la jueza Camacho, obviamente porque le conviene; una función de transparencia ilegal e ilegítima con Contralor como Pablo Celi, ilegalmente sentado por su cuenta con arrancones y a la fuerza,  o un Fiscal General Paúl Pérez Reyna señalado como “de trapo”  tal como le califica ex asambleísta Ramiro Aguilar y que figura como “encargado” con actuaciones veleidosas. Peor no se puede estar, y sin embargo estamos indiferentes y enlodados.

La peor frase que define a toda esta desgracia es “Vacancia Constitucional” que trata de ser explicada por sus autores, todos los políticos transitorios, como una justificación al atropello de las leyes y procesos jurídicos en Ecuador. De un tiempo a esta parte, con el afán de “Acabar con Correa” se lanzan acusaciones superficiales, se inician investigaciones espurias, se aceptan testimonios o pruebas con vicios de falsedad o ilegales, se acogen casos donde se pacta con los inculpados para acusar a otros y así con vergüenza y disimulo rebajarles la pena, se arrancan testimonios auto incriminatorios de culpabilidad siendo inocentes, no se escucha a los acusados, no se respetan las leyes, normas o disposiciones jurídicas y se sentencia sin pruebas, todo por un acto de venganza o revanchismo. Así es usada la justicia en Ecuador. Así como lo leen, tal como la jueza sonriente que no sabe como sustentar su auto de llamamiento a juicio al exmandatario, pero que lo dicta sin saber si es por justicia o por “tarifa” como lo ensaña el abogado de moda contra los magistrados de la corte nacional de justicia.

A la sazón de este plato incomible se suma lo hecho por la gran prensa que describe los juicios con fantochería de circo, o tiene la audacia de anunciar las decisiones judiciales horas antes – sí, horas antes- de que estas se produzcan. No se puede explicar lo hecho por el diario oficial “El Telégrafo” que tenía lista la portada de su periódico con el texto de un auto de llamado a juicio sin que este haya sido redactado todavía, y menos pronunciado por la jueza Daniela Camacho. Que pobre papel cumple un medio que ahora se caracteriza por “publicar las noticias que aún no se producen”. La prensa judicializando a la política y usando la presunta información de las cortes como instrumentos de venganza.

Como no podía ser de otra manera, el atropello a las leyes y debido proceso lo lleva con pompa la Asamblea Nacional, con asambleístas que destruyen los códigos a su antojo, interpretan las leyes a “su derecho” y violentan la norma como si fuese solo por el arte de un simple acuerdo de la propia presidenta Elizabeth Cabezas en el caso de Sofía Espín, inventándose cualquier cosa hasta negociar los votos”,  envolviendo en vergüenza nacional y poniendo por seguro que “ toda…toda negociación en la legislatura es corrupta”.

Claro que el castigo notorio ante la opinión pública por lo que nos ha hecho esta clase política transitoria es que, a partir este manipuleo putrefacto de la justicia politizada, le pongan como gran referente de su representación al activista Fernando Balda, ya que en él se reflejan y no pueden evitar que la gente piense que la oposición sea igual ya que los políticos “ Son todos como Balda” … ¡Igualitos! porque con su odio han logrado plasmar las ambiciones de anular a Correa, gracias al “secuestro de 4 cuadras” como lo dice Aguilar Torres. Así son, y así están todos emporcados en el mismo saco.

La “aleta de tiburón” que le añade “Trespatines” a esta mezcla impresentable, la están poniendo los Iluminatos con el proceso de selección de magistrados para la corte constitucional. Es evidente la improvisación apurada que se nota en todo esto. Para empezar la destitución de los exjueces fue ilegal, pero ahora el nombramiento de la nueva corte podría ser una ilegitimidad evidente.

Primero, se acomoda el reglamento para que no sean abogados constitucionalistas los elegidos, ya que tienen en sus filas unos cuantos que andaban presumiendo de tales.  Luego, exhiben como méritos los nombres de candidatos entre los que mas han sudado la lengua en los micrófonos como anticorreistas confesos y probos, o los que han escrito libros y tratados alabanciosos “Al pensamiento del Dr. JC Trujillo” (sic) con el fin de asegurarse desde mucho antes los cargos por los que han peleado. Y claro, debe tenerse en cuenta que no hay que correr peligro de que no sean elegidos los de esta argolla iluminada, entonces tienen la desvergüenza de repetir los nombres de dos de ellos en dos ternas de distinto origen, con un cínico “por si acaso”.

 Ante el aparecimiento de ternas con nombres que no son reconocidos por ellos, como el caso de la presentada por la Asamblea Nacional optan por la grosera descalificación, así “Entre todos los nombrados por la asamblea, no hacen ni medio asistente técnico judicial” (Dr. Ismael Quintana, Radio Democracia, Jueves 8-Nov-2018) que arrogante descalificación. Quizás no se dan cuenta del espectáculo que están dando, porque desde ya deslegitiman a la corte que será electa, y no pueden pedir respeto de la opinión pública, “Si ni entre ellos se respetan, porqué quieren que los demás les respeten”.

No se como se siente la tan nombrada sociedad civil que ha luchado junto a estos nombres para ser el soporte de sus reclamados cargos. Da la impresión, por lo que ya comienzan a decir algunos de sus voceros, que se sintieron “usados” y luego desechados al conseguir que se acomoden en el poder los Iluminatos. Tal como lo exige el plato ahí está la “cáscara de ostiones”, comida la pulpa lo demás es desecho. Digo. ¿Para esto pelearon tanto?

Y, la tenaza de cangrejo la pone el gobierno nacional con sus incoherencias. La lucha contra la corrupción ha sido enterrada con el caso GEA, Eduardo Jurado, bancos y tarjetas de crédito beneficiarios de la complicidad del régimen y la justicia ecuatoriana, que no han levantado ni una sola acusación por una presumible estafa masiva que solo en el último año 2017 se llevó mas de US$ 500 millones. Súmenle a eso los perdones tributarios por mas de US$ 4.500 millones, y aprieten mas con los US$ 2.000 millones de las facturas falsas de los empresarios tramposos. Y si quieren más, pues, vean como el país se hunde en una crisis económica con un petróleo de mas de US$ 60 el barril, mientras es incapaz de ejecutar un presupuesto que solo logra un 23% en marcha a junio de este año, y que para el próximo se anuncias serias rebajas en educación, salud, cultura y universidades.

Lo del Ministerio de Justicia es un caos incomprensible, nadie sabe porque lo destruyeron, mientras no saben qué hacer con la huelga de hambre de Jorge Glas que ya va con 21 días de ayuno, y al que le engañan y traicionan su palabra, demostrando con ello una miseria humana increíble. La salida digna de Humberto Cholango, por negarse a firmar el abusivo proceso de explotación del Yasuní solo suma sombras al entorno. Y, como no faltaba más, se suma a esto la violación de derechos a los ciudadanos como la libertad de expresión sacando de sus puestos a mas de 200 empleados de los medios públicos, con casos como el de una periodista afectada de cáncer, a la que se le saca sin compasión alguna anulando la proclamada imagen de sensibilidad que proclama el régimen.

Vean lo que han hecho. Le han convertido al Ecuador en una sociedad caotizada por sus ambiciones personales, por sus codicias del poder. Y, fingen no comprender por qué afuera el desprestigio y la destrucción de la imagen jurídica del país está provocando desastres cuantiosos. Como queriendo disimular, asumen que no entienden por qué nos miran tan mal jueces, fiscales, interpol o cortes extranjeras que acá hay una violación grotesca de leyes y derechos bajo la tormentosa figura de “Vacancia Constitucional”. Se preguntarán acaso ¿Qué seguridad jurídica se ofrecen a los inversores extranjeros?, no quiero escuchar la respuesta.

Al final, como corolario, luego de presentar todos los elementos mezclados sin ton ni son, el “tremendo juez” le pregunta al autor de tal mezcolanza ¿Y qué efecto tiene cuándo esa “amalgama” le cae a uno en el estómago? “Trespatines” le contesta: “Ahí es cuando tu sientes el terremoto con derrumbe” entendiéndose que de todo esto solo salen excrementos con daño que terminan ensuciándolo todo. Pues, bueno, así ni mas ni menos estamos y así vamos terminando. Que tragedia de nación estamos haciendo, y todo por el odio político que ha contaminado entero al Ecuador de transición.  (FHA).

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