El aparato mediático ya no tiene límites ni vergüenza. Unos van de ‘cacería’ a Bélgica como si fuese una hazaña ‘periodística’ hostigar y meterse en la vida privada de un ex mandatario. Otros arman campañas de descrédito, amparados en mentiras y desinformación, para justificar la llamada “descorreización”, que en la práctica es la instauración del neoliberalismo más salvaje. Y ahora unos pelagatos, desde las más bajas pasiones (que no han cesado desde ese espacio financiado por ciertos banqueros locales y prófugos), en el más puro fascismo, acosan y linchan a un catedrático español, profesor del Instituto de Altos Estudios Nacional, donde está por haber ganado un concurso con todos los méritos y reconocimientos.

Es evidente que haber señalado las incoherencias y debilidades intelectuales y políticas de Patricio Donoso y César Rohon, en el programa de Andrés Carrión, reveló, por ejemplo, el verdadero pensamiento de José Hernández, quien siendo colombiano, apela a la xenofobia y al fascismo para provocar, a través de un linchamiento virtual nunca antes visto, su salida de ese Instituto. Y detrás de él, sin límite ético alguno, siguieron los llamados “periodistas” libres, a pesar de que algunos catedráticos de derecha, políticos anti correístas y alguno que otro periodista sensato han deplorado la acción contra un profesor de reconocida trayectoria intelectual.

Todos los que provocaron el acoso son los mismos que durante la década pasada enarbolaron las ideas del respeto al pensamiento disidente, diferente y alterno al poder instituido. Hoy no solo que se contradicen sino que en la práctica revelan que todos esos argumentos, durante diez años, solo fueron una pantomima o una falsa postura intelectual. Ellos mismos dijeron que era fascismo perseguir y hostigar a quien piensa de otro modo. Jamás a ninguno de ellos, incluso si fuese extranjero, como Hernández, se le pidió irse del Ecuador. Claro, ninguno de los pelagatos está en condiciones de dar cátedra y menos de exhibir talento académico para sustentar sus “teorías” en un campus universitario. Prueba de ello es que cada uno, a su modo, causa vergüenza entre sus acólitos cuando injurian.

¿Casado ya es uno más en la lista de los perseguidos? ¿César Ricaurte asedia y agrede a Jorge Jurado y se justifica su violencia? ¿Pallares, en la peor misoginia, violenta verbalmente a Gabriela Ribadeneira y hay que bajar la cabeza?  ¿El mismo Pallares, junto a Bonil y a Jaime Guevara injurian del modo más morboso a Pedro Restrepo y el aparato mediático aplaude? ¿De todo esto qué dicen las organizaciones de defensa de la libertad de expresión? ¿El Gobierno de Lenín Moreno, con su silencio, celebra estas acciones?

Fernando Casado es uno de los articulistas de Ruta Krítica con el derecho y la autoridad intelectual para publicar en nuestra página web. Toda nuestra solidaridad con él y, al mismo tiempo, nuestro llamado de atención a las autoridades del IAEN que habrían tomado una medida de esta dimensión que no se justifica por ningún motivo ni razón académica, menos política. Si la revisan y adoptan una postura ética será un buen precedente para frenar al fascismo que se expande en Ecuador, lastimosamente por medios y periodistas que solo revelan su real condición, conducta y actitud moral y ética.

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